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La inflación de marzo, que se anunciará mañana, podría ser mayor a la esperada. En el Gobierno estiman que el índice de precios se acercará al 4,5%, por encima del 3,8 que inicialmente habían previsto las consultoras y los economistas relevados por el Banco Central. Al buscar razones por el salto que el índice pegó en los últimos días de marzo y que empujó para arriba las previsiones, en el Gobierno anotan dos motivos centrales: el impacto de los precios de los servicios de luz, agua y gas, y el aumento de un 10% de la carne como consecuencia del incremento de las exportaciones.

Este último rubro tiene una gran incidencia en el índice y viene en ascenso desde enero.

Asimismo, la aceleración de marzo genera un problema adicional porque la inercia empuja los precios de abril. Y corre hacia adelante todas las previsiones de la baja.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ya había anticipado hacia el interior del Gobierno que los precios de marzo podían ubicarse arriba de las previsiones de las consultoras.

Desde los primeros días de abril, en el Ministerio de Hacienda se había extendido la sensación de resignación frente a la espiral inflacionaria.

Las metas, más modestas, apuntan ahora a que los números finales de 2019 sean menores que el año pasado, cuando el índice subió un 48 por ciento.

La novedad de las últimas horas es que, más allá de la barrera del 4%, el índice podría acercarse al nivel del 4,5.

En ese contexto, al día siguiente de conocerse la inflación de marzo, el Gobierno anunciará un paquete de medidas para contener los precios e incentivar el consumo.

En términos políticos, el objetivo es mostrar una reacción frente a la inflación, en especial hasta alcanzar los meses que se espera un descenso, para después de mayo.

Los especialistas que participan del REM (relevamiento de expectativas de mercado) habían pronosticado que la inflación de marzo habría sido de 3,8% mensual, tras lo cual esperan que en el segundo trimestre se ubique en 2,9% por mes y descienda en el tercer trimestre hasta 2% mensual.

Una vez más, los números podrían ser corregidos hacia arriba.

 

La Nación

El acuerdo de precios que está tejiendo el Gobierno con las cadenas comerciales de retail y las empresas de consumo masivo se sustenta en un “acto de fe”, según la mirada de los supermercadistas. Los empresarios de este sector consideran vital que la cotización del dólar se mantenga controlada a lo largo del acuerdo para que todo funcione bien. Voceros advirtieron que si el dólar tiene una nueva escapada lo primero que va a ocurrir es que haya faltantes de productos. Los supermercados se desligan de esa responsabilidad y temen que el público los termine por culpar. La mirada de las grandes cadenas de consumo masivo es que ellas no son formadoras de precios y que el abastecimiento corre por cuenta las industrias. De modo que están en el medio de una disputa.
Contrato. Copy del modelo de acuerdo para supermercados, mayoristas y cadenas de proximidad que fue oficializado el pasado 7 de marzo.

Contrato. Copy del modelo de acuerdo para supermercados, mayoristas y cadenas de proximidad que fue oficializado el pasado 7 de marzo.

El Gobierno aspira este miércoles a anunciar un nuevo acuerdo de Precios Cuidados que reemplace al actual que vence el próximo 6 de mayo. El anuncio lo va a hacer el presidente Mauricio Macri en la Casa de Gobierno, y se conocerá 24 horas después de que el INDEC informe la inflación de marzo, que se ubicará cercana al 4%. Con ello el gobierno procura contrapesar el mal trago antes de que se inicie el feriado largo de la Semana Santa.

La idea es ampliar una lista de 566 productos y consolidar un núcleo de entre 40 y 60 bienes de consumo masivo, para que lleguen sin mayores cambios de precios hasta un eventual balotaje. Los supermercados consideran que ese plazo es bastante “excesivo” para sostener los precios. Advierten al gobierno que si el dólar vuelve a manifestar una corrección brusca durante ese plazo, lo más probable que ocurra es que las empresas fabricantes ajusten por cantidad, si no lo puede hacer por precio. En el medio quedarían las cadenas expuestas a las críticas del público.

El pasado 7 de marzo el Ministerio de la Producción aprobó nuevos modelos de contrato para Precios Cuidados, en su intención de mantener vigente el programa. Allí se determina que en caso de faltantes de productos las cadenas tienen un plazo de 72 horas para denunciarlo ante la Secretaría de Comercio Interior. Y se determina que habrá una especie de núcleo duro del acuerdo, que lo componen productos considerados de “primera necesidad”.

El artículo 1 del contrato dice expresamente que “la Empresa de Supermercados se compromete a vender al consumidor final, de forma constante e ininterrumpida” los productos que forman parte de la canasta acordada, teniendo en cuenta cuestiones de logística debido a las distancias en el interior.

Si bien la palabra “congelamiento” está excluida del vocabulario de los funcionarios del Ministerio de la Producción, el contrato de Precios Cuidados indica que el supermercado se compromete a vender los productos a “un precio final, único y constante acordado con la Secretaría, conforme las condiciones establecidas en el Convenio”.

El contrato admite que se pueden llevar a cabo “revisiones periódicas” pero no indica plazos, Se menciona que las revisiones se podrán llevar a cabo de manera “convenida en base a la evolución de las condiciones de producción, comercialización y distribución de los productos que lo componen”.

Se aclara que “las partes acuerdan que las revisiones aludidas tendrán en cuenta el impacto en la estructura de costos de la variación de los precios de venta de los proveedores, costos salariales de distribución y comercialización de los productos, valores de energía y combustible, cargas tributarias y tasas, y/o cualquier otro concepto que pudiere interferir en el precio final del producto”. Si bien la cotización del dólar no se menciona como causal se entiende que el tipo de cambio subyace en la estructura de costos de cualquier empresa, en mayor o menor medida.

Por otro lado, de acuerdo con el modelo de contrato de Precios Cuidados que está oficializado por el gobierno, los supermercados se comprometen a informar a la Secretaría de Comercio de manera inmediata en caso de que por necesidades de fuerza mayor tenga que racionar la oferta. Es decir, poner un tope a la cantidad de productos que puede llevar un consumidor. Eso podría ocurrir por un incremento de la demanda muy fuerte o que haya escasa oferta. El contrato reafirma la calidad de oferta “familiar” que tiene el Programa.

Por ello, las aspiraciones del Gobierno a que se mantengan los precios por seis meses y que no se produzcan faltantes es visto por los supermercados como de muy difícil cumplimiento. En la Jefatura de Gabinete piensan que un faltante de primera necesidad en medio de la campaña electoral puede afectar al desarrollo de la misma y hasta condicionar el resultado.

En tanto, el contrato indica que el supermercado no cumplió con el compromiso cuando:

  • a) No se encuentren ofertados en una o más sucursales uno o más de los productos que forman parte del grupo de primer necesidad (núcleo duro) y no se encontrare ofertado un sustituto conforme los términos del mismo.
  • b) No se encuentren ofertados, en una o más sucursales al menos el 80 % de los productos previstos que no forman parte del grupo de primera necesidad.
  • c) No se encuentren correctamente identificados mediante el isologotipo y “Saliente de Góndola” en una o más sucursales, al menos el 80 % de los productos de la oferta
  • d) Utilice el “isologotipo” o el “Saliente de Góndola” en la oferta de productos objeto de fiscalización, que no se encuentren incluidos en el acuerdo.

Las negociaciones seguirán con las empresas proveedoras de bienes de consumo masivo durante las próximas 48 horas. Será empresa por empresa, sin participación de las cámaras sectoriales como la Coordinadora de industrias de Productos Alimenticios (COPAL).

Durante el Gobierno anterior estas cámaras participaron más de una vez en negociaciones para contener los “aprietes” de los funcionarios de entonces.

También se prevé anunciar un relanzamiento del Programa Ahora 12, para las compras con tarjetas.

 

 

 

Ambito

La crisis económica impacta en las ventas de cualquier producto. Ninguno se salva. La inflación -que en los últimos 12 meses fue del 49,9%,- generó una crecida de precios que puso «por las nubes» a muchos artículos de uso cotidiano. Los preservativos no fueron la excepción. Sus valores tuvieron un fuerte salto en los últimos meses y esto desinfló la demanda: las ventas de las principales marcas cayeron fuertemente.

La clásica cajita con tres unidades actualmente alcanza los $ 100,pero el valor puede subir si el consumidor elige algunos con otras características; como gustos, texturas y hasta sin látex.

La cajita de los que vienen sin látex, por ejemplo, pueden llegar a salir unos $ 140. Debido a su desarrollo tecnológico, sólo las marcas líderes los comercializan.

En los comercios, afirman que las subas ya generaron cambios en los hábitos de consumo. Como sucede con otros productos de consumo cotidiano -como en productos de almacén, lácteos y bebidas-, muchos usuarios dejaron de comprar las marcas más conocidas para pasarse a otras de segunda o tercera línea.

«Cuando ven los precios, algunos clientes huyen despavoridos», cuenta Claudio Páez, dueño de cuatro kioskos e integrante de la Unión de Kiosqueros Argentinos. «La marca más top de los condones bajó su venta un 50%: pasamos de vender 100 cajitas por mes a 50», agrega el comerciante.

También contó que los preservativos sufrieron varios aumentos en lo que va del año y que en sólo cuatro meses la suba acumulada supera el 50%. «Esto favoreció a las marcas de segunda y tercera línea, que son más económicas», comenta Páez.

El mayor riesgo se da en que esta tendencia pueda tener un impacto en la salud pública, ya que los preservativos son uno de los métodos más efectivos de prevención ante enfermedades de transmisión sexual.

En 2002 se sancionó y promulgó la Ley 25.673 que reconoce el Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva, y que apunta, entre otras cosas, a prevenir embarazos no planificados. Por este motivos, los preservativos son un derecho, como lo dice la página web de la Fundación Huésped, en la cual informan los lugares dónde buscar condones gratis.

Tanto los Centros de Atención Primaria y hospitales públicos, como las obras sociales y prepagas, deben entregar de manera gratuita las opciones de métodos anticonceptivos que cada uno elija para cuidarse.

Páez, que tiene 27 años de kiosquero y tuvo que cerrar tres de los siete que tenía, contó que al por mayor una caja de Tulipán, que trae 16 cajitas, sale 530 pesos. Y que una de  Prime, que trae 24 cajitas, cuesta unos 1.416 pesos.

Leandro Cahn, director ejecutivo de la Fundación Huésped, aseguró a Clarín que, a pesar del encarecimiento de los condones, no notaron «faltantes en la política distribución gratuita». En parte, dice, «porque hay bajo conocimiento de la gente de que existe la posibilidad de conseguirlos sin costo». Y sobre el precio actual aseguró que cualquier consumidor pensaría dos veces en gastarse «30 pesos por un solo forro».

El alto precio de los preservativos también fue tema de debate en las redes sociales. Muchos usuarios en Twitter hicieron referencia a esto y se quejaron del costo elevado de los condones.

«Yo sé que el pan, la leche y mil cosas están por las nubes, pero qué locura el precio de los preservativos. ¿Cómo hacer que un adolescente o alguien que le cuesta llegar a fin de mes los compre?», comentó en su cuenta Tomás Balmaceda, con una foto donde muestra el precio de una caja de una marca muy conocida que supera los 360 pesos.

Otro usuario de la red social del pajarito, @Virgi, bromeó: «$370 la caja de 12 preservativos, $600 los anticonceptivos. Creo que ya te conviene tener el crío».

 

 

Clarín

Mientras el Gobierno nacional se prepara para anunciar medidas que contengan los precios de los productos y tantea acuerdo con las fábricas y  las grandes cadenas de supermercados, Fernando Aguirre, vocero de la Cámara  argentina de Supermercados, en diálogo con el portal económico Ámbito Financiero aseguró que  “No hay duda que habrá desabastecimiento, es lo que pasó siempre. El cliente verá productos baratísimos, pero le dirán que no hay más. Simplemente porque la industria deja de fabricar productos con los que va a pérdida, o no los entrega. Pasó hace poco con la leche “La Armonía”, era la que más se vendía pero Mastellone perdía plata”, afirmó Fernando Aguirre, 

Aguirre aclaró que todavía no fueron convocados por el Gobierno para ser incluidos en la iniciativa, pero adelantó que el supermercado no pude congelar precios por su cuenta, sin respaldo de los fabricantes de productos masivos. “Si la industria lo hace, fantástico. Nosotros acompañaremos porque no queremos subir los precios, sobre todo con una caída grande de la demanda”, subrayó el portavoz de la CAS.

“Pero no creo que la industria pueda mantener los precios congelados si no se toman otras medidas. En ‘Precios Cuidados’ se fija artificialmente un precio, pero ¿quién pone la diferencia? Así no hay manera de que esto se arregle. El sector privado haciendo el esfuerzo solo tendrá un vuelo muy corto, porque perderá plata para producir. Fue así toda la vida”, agregó el supermercadista.

La intención oficial es lograr un acuerdo de precios de una canasta de productos básicos que se mantengan alejados de los vaivenes del dólar, luego del salto en la cotización de la moneda estadounidense de las últimas semanas, que lo llevó a ubicarse cerca de $ 45.

Algunas cadenas de supermercados, como Carrefour y Coto, ya mantuvieron reuniones en las últimas horas con Werner y el ministro de Producción, Dante Sica, y otras lo harán entre el jueves y el viernes, como es el caso de Walmart. Desde el sector aseguraron que acompañarán al Gobierno en la decisión, aunque advierten que habrá que seguir muy de cerca el cumplimiento del abastecimiento.

“Si se habla de congelar precios como parte de un programa cuenten con nosotros, estamos en primera fila. Si es un maquillaje electoral vamos mal, porque es probable que lleguen con un nivel de inflación más bajo, pero después va a explotar”, concluyó.

 

 

La Ciudad Web

A marzo el precio del producto en el mostrador tuvo una suba interanual del 71,2%. En el primer trimestre se ubicó en 49,6 kilos por habitante por año. En 1990 se llegaron a consumir 78,23 kilos al año. Luego de la crisis de 2001 este valor cayó hasta los 58 kilos.

El consumo de carne vacuna por habitante por año, para el primer trimestre del año, perforó la barrera de los 50 kilos y de esta manera se convirtió el nivel más bajo en la historia para este producto.

Según las estadísticas de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), durante los primeros tres meses de este año el promedio móvil alcanzó los 49,6 kilos por habitante por año.

Este valor está incluso muy por debajo de los 58 kilos que se llegaron a consumir en 2002, producto de la crisis económica desatada post devaluación de la moneda. Un año antes los argentinos comían entre 64 y 62 kilos de carne vacuna al año.

Las estadísticas oficiales que se remontan a 1990 detallan que en ese año el consumo alcanzaba el récord de 78,23 kilos, así es que en los últimos 29 años los argentinos perdieron en el camino algo así como un kilo de carne vacuna al año o 29 kilos en total.

Ahora con el foco en este 2019, y si bien es cierto es que en los últimos años hubo una fuerte crecimiento en el consumo de carne de pollo y de cerdo, sin lugar a dudas el fuerte incremento que viene mostrando la carne vacuna en el mostrador tiene mucho que ver con esta estrepitosa caída.

Las últimas estadísticas del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) dan cuenta de que en marzo pasado el precio de la carne vacuna aumentó en promedio el 6,4% respecto de febrero, pero en el comparativo interanual (marzo de 2018) la suba llega hasta 71,2%.

Por supuesto que la carne vacuna no es la única que tuvo una suba exponencial, la de pollo a marzo de este año mostró un crecimiento anual del 89,4% y la de cerdo del 46,3%. A partir de estos datos se abren entonces dos situaciones a tener en cuenta: en primer lugar los argentinos siguen comiendo proteína animal (carnes) a la par de los países más desarrollados del mundo. Incluso las últimas estadísticas calculan que anualmente el consumo per cápita de carnes supera los 100 kilos.

Actualmente el consumo de carne de pollo también se encuentra en sus niveles más altos en la historia, ubicándose entre los 45 y 50 kilos por habitante por año y a la par el cerdo sigue ganando terreno con alrededor de 16 kilos.

Así es que, en segundo lugar, ante este escenario también se abre otra situación clave a tener en cuenta: la carne de pollo y de cerdo es sustancialmente más barata que la vacuna, y eso en medio de una profunda crisis económica y la caída del poder adquisitivo lleva a que la gente se vuelque a un producto más barato.

Para ejemplificar esta situación es posible acudir a los números oficiales: según el último relevamienase podían comprar 2,64 kilos de pollo fresco entero con el valor de un kilogramo de asado.

 

Ambito

La canasta familiar se disparó en marzo y todos los indicadores muestran que los precios siguen en alza. La yerba mate, que tuvo fuertes aumentos en los últimos tiempos, tampoco detendrá su ascenso porque el Gobierno autorizó una nueva suba de la hoja, que en poco tiempo se trasladará a las góndolas. Con el nuevo aumento, el kilo de yerba no bajará de los 160 pesos.

La autorización del incremento de lo que se paga a los productores determina un costo de 11,55 pesos para la hoja verde y de 43,89 pesos para la llamada «canchada». Los valores son inferiores a los solicitados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

Los nuevos precios que deberían cobrar los productores yerbateros de Corrientes y Misiones comenzaron a regir desde el 1 de abril y estarán vigentes hasta el 30 de septiembre de 2019, inclusive.

Los precios fijados en la resolución que firma el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Guillermo Bernaudo, implican un aumento para el productor de 37,5 por ciento, ya que los últimos valores vigentes para el periodo octubre de 2018 a marzo de 2019 eran de 8.400 pesos por tonelada de hoja verde y de 31.900 pesos por tonelada de yerba canchada

 

 

Pagina 12

El martes pasado, una vecina del barrio rosarino de Ludueña se acercó hasta un contenedor de basura para tirar una bolsa de residuos cuando de repente se encontró con una imagen macabra: en el interior, mezclados con los desperdicios, había al menos 30 esqueletos de perro y cráneos sueltos, perfectamente faenados.

El hallazgo se produjo en la calle Santa Fe al 4900. Poco después, la mujer le dijo a un canal de televisión local que «aprovecharon hasta el último pedacito de carne«. Infirió que la carne de esos perros habría sido puesta a la venta.

La sospecha de la vecina tiene cierto fundamento y es compartida por las sociedades de protección animal de Rosario, que a partir del descubrimiento decidieron adelantar para hoy una marcha contra el maltrato animal que tenían estipulado realizar en junio. «Estaban eviscerados, quedaban sólo los huesos. Estaban faenados, eso es lo llamativo. Nunca pasó en Rosario y no nos quedan dudas de que lo hicieron para comercializar esa carne. Ahora la Justicia debe investigar y determinar quién lo hizo. Queremos que se esclarezca», dijo Carla Alderete Carnevale, una activista independiente y organizadora de la movilización.

Como nadie hizo la denuncia judicial, la oficina de Maltrato Animal del Ministerio Público de la Acusación de Rosario, a cargo de Mariela Oliva, intervino de oficio y espera los resultados de algunas actuaciones policiales para poder avanzar en el caso.

La preocupación ahora pasa por determinar si los 30 cadáveres son un hecho aislado o parte de algo más complejo. «Fue muy cruel lo que hicieron, pero el problema es que esto puede ser parte de algo más oscuro. Si faenaron 30 animales de la manera que lo hicieron y los descartaron así, claramente es gente que sabe, y quién sabe si vendieron antes», alertó la protectora de animales. «Queremos que se esclarezca porque esto puede esconder detrás un tema aún más grave por la forma en la que cortaron los animales, no es cualquier cosa. No fueron cadáveres mordisqueados así nomás», advirtió.

La ley que se habría violado al faenar estos perros es la Ley Provincial 14.346 sobre malos tratos y actos de crueldad a los animales. De acuerdo con la normativa santafesina, aquel que inflija malos tratos y actos de crueldad a animales domésticos podría recibir de 15 días a un año de prisión.

«Practicar la vivisección con fines que no sean científicamente demostrables en lugares o por personas que no estén debidamente autorizados para ello; mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de piedad», reza la ley sobre lo que castiga.

Hay un dato que podría arrojar alguna luz sobre el macabro hallazgo. Alderete reveló que están esperando el resultado del análisis de una muestra de carne para milanesa aportada por una vecina, quien después de probarla, notó algo extraño en su sabor y decidió conservarla.

«Es una mujer que nos dijo que le supo raro cuando comió y que el color era extraño. La guardó en el freezer y después cuando vio la noticia de los cadáveres de los perros, se lo entregó a Bromatología del municipio para que digan qué tipo de alimento es. Esperamos ahora los resultados y esperamos que se haga justicia. Es carne que no es buena para el consumo humano. No sabemos en qué condiciones fue conservada», denunció la activista.

Desde el Instituto del Alimento de Rosario dijeron a Infobae que por el momento no recibieron ninguna denuncia sobre la venta de carne de perro y dijeron estar al tanto de lo ocurrido en el barrio Ludueña, aunque por el momento no intervinieron.

La Marcha contra el Maltrato Animal se realizará hoy desde los Tribunales de Rosario hasta la esquina de Moreno y Pellegrini a partir de las 20:30. Se trata de la tercera movilización que un grupo de distintas sociedades protectoras de animales vienen llevando a cabo en esa ciudad. Tradicionalmente se hace en el invierno, pero debido al impacto que produjo el hallazgo de los perros faenados, los tiempos se aceleraron. «Que se haga justicia por las 30 almas faenadas en Santa Fe al 4900 y por todos los inocentes que mueren cada día!!! Cada vida vale!!!. Rosario dice basta de muertes, basta de maltrato, que se cumpla la Ley Sarmiento, maltrato animal al código penal!!!», pidieron activistas en las redes sociales.

 

 

 

Infobae

El salto del precio de los alimentos resultó determinante para que la inflación de marzo haya terminado, según las estimaciones privadas, en torno de 4%.

En febrero el aumento del costo de vida fue de 3,8% y el mes pasado lo habría superado de la mano de una suba de 5% en el rubro alimentos.

¿Fue el motor la suba del dólar? Dicen los expertos que hizo su contribución pero corriendo desde atrás. En esta ocasión la inercia se adelantó a la trepada del dólar en el comienzo de la semana precedente que, entre el jueves y el lunes, dio paso a una baja de la divisa.

Dentro y fuera del Gobierno dicen que en estas semanas se estaría concretando el traslado de subas entre los precios mayoristas (aumentaron 64,5% en un año) y los minoristas que lo hicieron en 51,3%.

La inercia tiene un sustento importante, también, en los aumentos de las tarifas.

Para abril, por ejemplo entre las subas del gas, la nafta y el subte la inflación ya tendría un «piso» de 0,6% con lo cual los primeros pronósticos apuntan que se repita un 4%. De cumplirse, la inflación del primer cuatrimestre rondaría 15%, en línea con lo que lleva el dólar en el año, un 16,6%.

La relación dólar-inflación y su impacto en la canasta familiar, especialmente alimentos, muestra en estos días un alineamiento muy claro: cinco productos clave cuestan en torno de un dólar ratificando, una vez más, que la Argentina exporta lo que come y que los precios de sus productos esenciales en el mercado doméstico se rigen por los de exportación.

Una botella de aceite de girasol de 900 centímetros cúbicos anda por los $ 49, un kilo de harina en $ 46,90. el arroz en $ 44,30 y un paquete de fideos de medio kilo ronda los $ 48.

Todo cuesta en torno a un dólar y el moño lo puso la nafta en el comienzo del mes con un aumento de 4,5% en YPF y Axion que después, y tras un vaivén, fue seguido por Shell.

Shell (la propietaria del negocio minorista es Raizen que, a su vez pertenece a la brasileña Cosan y a la anglo-holandesa Shell) anunció un aumento 9,5% en naftas y gasoil que sorprendió frente a las subas dispuestas por sus competidores.

A las pocas horas anunció que los aumentos descendían 4,5 puntos para igualarse con las subas de 4,5% de sus competidores. ¿Intervino el Gobierno?.

Los funcionarios aseguran que no hizo falta porque el riesgo de quedar descolocado en materia de precios le generó el suficiente temor. La super de Shell pasó a costar $ 41,80 y la premium $ 47,48.

En la Argentina recesiva de hoy el que sube mucho los precios afronta riesgos concretos de perder mercado. Ocho años de estancamiento, y después de uno en el que los salarios reales cayeron 11,5%, no habría mucho margen para pensar en desbordes.

Según las petroleras la suba respondió a que el barril de petróleo Brent trepó cuatro dólares en un mes y ahora ronda los US$ 70.

Entre tanta suba, el Gobierno extremó los recaudos en el intento de que el dólar se mantenga tranquilo en estos días.

El anuncio del lunes del Banco Central de fijar en 62,5% anual «la tasa mínima» para las Letras de Liquidez (Leliq) habla a las claras de la preocupación por mantener calmado al circuito cambiario.

La lógica de la medida es que el Central le promete a los bancos una tasa alta y claramente superior a la inflación para que estos, a su vez, le paguen más a los depositantes por las colocaciones a plazo fijo.

La idea oficial es que si la inflación de marzo y abril ronda el 4% mensual un ahorrista medio debería obtener una tasa de 50% anual para sentirse tentado a renovar sus depósitos.

En esta película los bancos recibirían un mínimo de 62,5% anual por pasarle al Central lo que recolecten pagándole 50% a los depositantes. El círculo cierra si los depósitos quedan dentro del sistema.

En los últimos 45 días el monto colocado a plazo fijo creció por debajo de 3% mensual lo que indica que no hubo renovación de operaciones con reinversión de intereses.

Eso prendió luces amarillas en el tablero de control del presidente del Central, Guido Sandleris, que ahora pone el énfasis de su acción en que los pesos se mantengan en los bancos y no vayan al dólar.

La apuesta oficial tiene centro en que, a partir de esta semana, empiecen a entrar a razón de US$ 1.500 millones por mes en abril y mayo la avanzada de los US$ 10.000 millones que se esperan de la liquidación de exportaciones del campo.

Y a eso se adicionen los US$ 9.600 millones del desembolso del FMI previsto para la otra semana que el Gobierno ya anunció que comenzará vender el 15 de abril a razón de US$ 60 millones por día.

Mayor oferta de dólares, menos pesos abasteciendo la economía y la garantía de tasas de interés altas y superiores a la inflación constituyen el esquema defensivo para un futuro cercano muy trabajoso y que hará que transitar en medio de la creciente incertidumbre política y con la actividad económica seriamente golpeada.

Los datos oficiales sobre la recaudación impositiva de marzo mostraron nuevamente un mal resultado.

Tanto la recaudación total que creció 37,3% como la del IVA-consumo que lo hizo en 35,6% aumentaron por debajo del 51% de la inflación. Pero el dato más preocupante fue el aumento de sólo 27,3% de la recaudación previsional, un dato que confirma la notable debilidad  del nivel de empleo y de ingreso de los trabajadores que aportan al sistema formal.

 

 

Clarín

La mesa de Semana Santa llegará este año con incrementos de precios de hasta el 95% en los productos típicos, lo que marca una evolución por encima de la media de la inflación de los alimentos acumulada en los últimos 12 meses, de acuerdo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El trabajo encargado a la consultora especializada Foscus Market relevó 912 puntos de venta y permitió resaltar que los incrementos de precios promedios del pescado son del 124 % respecto de 2018.

Para el caso de los mariscos el aumento promedio fue del 57,8 %, y en el caso de los huevos de chocolate se identificaron alzas de hasta el 95%, parámetros dentro de los cuales hay que considerar el incremento estacional de precios que es del orden del 10 al 15 %, advirtió el informe.

El director de Foscus Market explicó que “el trabajo en principio marca la evolución de precios por encima de la media de la inflación interanual de alimentos acumulada en las categorías de mayor demanda para esta celebración, y que registran una estacionalidad muy fuerte en la formación de precios”.

El analista explicó que como este relevamiento se realizó en los últimos días de marzo es de esperar nuevos acomodamientos al alza en las jornadas previas a la Semana Santa, aunque advirtió que “ante el alza fuerte de precios, el consumo va a ser muy moderado con la caída del 6% interanual en alimentos”.

Por ejemplo, el consumo de pescado en Semana Santa se incrementa en un 60% respecto al resto del año, un producto que acompaña la evolución del dólar ya que el 90% de la pesca local se exporta a mercados externos como Brasil, España, Estados Unidos, Corea del Sur, Rusia y China.

En la actualidad, los argentinos consumen 7,9 kilos per cápita, una leve disminución de los 8,2 kilos alcanzados el año pasado, que si bien se encuentra por encima de los 4,5 kilos de comienzos de siglo se encuentra muy alejado de los 60 kilos por habitante promedio de la carne vacuna.

El relevamiento de precios entre marzo 2019 y el mismo mes de 2018 reflejó que en el caso del kilo de filet de merluza el aumento promedio fue 127% (hoy $250 el kilo), el salmón rosado del 120% ($749) y el filet de trucha 179% ($699), mientras que en las presentaciones enlatadas de atún el incremento promedio fue de 102%.

Di Pace explicó que “hay productos de mar que son típicos de la mesa de Semana Santa que no paran de crecer en exportaciones, y hay casos como el calamar y el langostino que están registrando incrementos de precios de hasta el 140% interanual”.

En cuanto a los huevos de chocolate las subas registradas alcanzaron hasta un 95,6 % respecto de 2018, con la particularidad de que las presentaciones mas pequeñas son las que sufrieron mayores aumentos respecto a las Pascuas 2018 ya que se registraron variaciones de entre el 48 y el 95% para las unidades de 20 y 110 gramos.

En el caso de los huevos de chocolate premium se registraron aumentos de entre el 42 y el 83%, y el segmento también registró las mayores subas para las presentaciones más pequeñas de 250 y 350 gramos.

El informe destacó que la Argentina importa todo el cacao que utilizan las fábricas locales de chocolate, pero es un importante exportador de figuras macizas al punto de representar el 1% del comercio mundial, y sus principales mercados son Brasil, Chile, México, Angola y Uruguay.

 

 

Radio 3

Con 45 años de historia en el mercado argentino, la marca de venta directa Tsu Cosméticos, propiedad de Armando Pérez, ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino ( AFA), atraviesa una dura crisis y está en concurso preventivo.

Comenzó un complejo proceso de ajuste con despidos, adeuda los sueldos de hace tres meses y cerró su planta de Villa Lynch, donde hay 150 trabajadores.

La empresa está bajo la conducción de su hijo, Sergio Pérez, y su razón social es Dybelcorp, indica el portal Pharmabiz. En su planta del partido de San Martín, elaboraban semisólidos y perfumes los que ahora son tercerizados. Según su propio sitio, trabajan 1.000 empleados en el grupo que vende, por catálogo, productos de belleza, maquillaje, fragancias, artículos para el hogar, ropa y accesorios.

A mediados de noviembre del año pasado, despidieron a treinta trabajadores. Los telegramas de despidos señalaban que «resulta de público conocimiento que los últimos años la empresa vio afectada severamente su solvencia financiera, lo cual posteriormente derivó en la apertura de un proceso concursal».

El sector de la venta directa le da trabajo a 800.000 revendedoras de todo el país

La situación era compleja y los primeros días de febrero, los operarios hicieron una protesta para reclamar que les adeudaban sueldos, el aguinaldo y el bono de fin de año. Como respuesta, la empresa ofreció pagar el salario adeudado del mes anterior en tres cuotas, pero luego, aclaró que no tenía como hacer frente a esa deuda.

Comenzaron a tercerizar líneas completas de producción, y se generó una gran preocupación en el personal que en su mayoría son mujeres sostén de familias. La empresa les dijo a los trabajadores que la baja de las ventas podría agravar la situación.

BAE Negocios intentó contactar a Armando Pérez, ex presidente de Belgrano de Córdoba. Sin embargo, los mensajes no fueron respondidos.

Tsu no es la única marca de cosméticos que fabrica en el país, si bien muchas importan y otras tercerizan, importantes compañías como Avon y Gigot, mantienen sus plantas, según explicó Alberto Villamil, responsable de la Cámara Argentina de Venta Directa (CAVEDI). Essen es otra de las marcas líderes en la venta directa que posee un complejo productivo en Venado Tuerto, Santa Fe, donde elaboran las ollas.

Tsu Cosméticos hace bastante tiempo que ya no integra la cámara. Sobre la actualidad del sector, Villamil explicó a BAE Negocios que «no tenemos datos del 2018, creemos que si bien tuvimos una baja por la fuerte devaluación, no fue tan terrible. La venta directa tiene la particularidad de tener variaciones más suaves, no tan volátiles como otros canales. En épocas de crisis, los revendedores empujan mucho más el negocio».

Si bien reconoció que hay varias empresas en situación complicada, todavía, no hubo grandes caídas.

La venta a clientes en 2017 fue de u$s 2.175 millones. El sector de la venta directa le da trabajo a 800.000 revendedoras en todo el país, número que crece en épocas en las que más gente busca trabajo para poder llegar a fin de mes.

 

 

 

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