La demanda eléctrica suele ser un indicador del comportamiento de las empresas. A medida que requieren menos suministro, se trata de una señal de disminución de la actividad. Desde el 19 de marzo al 29 de marzo, el consumo de luz cayó un 50% en la industria. Con la excepción de alimentación y petróleo, casi todos los otros sectores muestran datos negativos.
El ranking de los que menos demandan lo que encabeza construcción, cuyo suministro eléctrico disminuyó un 93%. La industria textil demandó un 84% menos de electricidad en la cuarentena. Los productos metálicos que no son para automotores bajaron un 82%, según datos de Cammesa, la empresa mayorista del sector eléctrico.
A tono con las suspensiones en la actividad de las terminales, la industria automotriz disminuyó en un 70% su consumo eléctrico. Las actividades fabriles dedicados a madera y papel retrocedieron un 46%. Los menos golpeados, siempre en industrias, son químicos, caucho, plástico y otros materiales, con un descenso del 21,7%, y derivados del petróleo, con un 15,8%.
La industria de alimentación y productos de consumo masivo muestra su buen momento, al caer el uso de energía sólo 11%. Los servicios públicos y transporte también son de los que menos caen, con un 15,7%. Aunque la mayoría de los supermercados está facturando bien, para la medición de Cammesa están encuadrados dentro de comercios y servicios, que incluye a centros comerciales. De esa forma, su caída es del 44%.
La actividad de petróleo y minerales reportó un 5% menos que antes de la cuarentena. Pero eso sería transitorio, según las empresas. Ya en abril se notará la disminución de esas compañía.
Para comparar contra los hogares, la demanda de las distribuidoras (las que llevan electricidad a las casas y usuarios comerciales comunes) bajó un 19%.
Los datos miden el comportamiento del 19 al 29 de marzo, en comparación con el 1 al 19 de marzo.
Según explicó Cammesa, en general, la actividad por la mañana disminuye, produciendo un apagado similar a un día domingo, y reduce la pendiente de crecimiento hacia el mediodía. El pico nocturno se adelanta aproximadamente media hora por la actividad hogareña y se extiende por mayor tiempo.
Estos números no contempla el rol de Aluar. La fabricante de aluminio es una de las industrias que más electricidad demanda. Tiene autogeneración térmica, pero esta vez le estuvo pidiendo al sistema Cammesa, por lo que hubo un «aumento neto» en su demanda.
En las alimenticias confirman que están con el pie en el acelerador, las ventas todavía les responden en canales como supermercados y autoservicios chinos. En cambio, observan caídas en almacenes tradicionales de barrios. El despacho de lácteos, panificados, galletitas y otros productos básicos es firme. Incluso -pese al decreto del Gobierno que obliga a retrotraer todos los precios de artículos que se despachan en supermercados los valores que tenían el 5 de marzo-, hay aumentos en rubros no esenciales: desde cereales hasta cepillos dentales.
De todas formas, hay comisiones sindicales en las empresas que quieren eliminar turnos de trabajo. Es para alimentos «no esenciales» y argumentan temor al contagio del coronavirus,
Las compañías buscan reconvertir líneas de producción ociosas en otras que se dediquen a segmentos con mayor dinamismo en las ventas.
Aunque el Gobierno asegura el suministro eléctrico está bajo control, los generadores advierten que no les están pagando las facturas. Hay altos niveles de morosidad en los clientes de las distribuidoras de luz y gas.
Las distribuidores de gas vieron en la semana a Federico Bernal, el presidente de Enargas. En Buenos Aires y el conurbano, Naturgy BAN (mitad del Gran Buenos Aires) reportó que su recaudación se hundió un 75%, mientras que Metrogas (la otra mitad del área metropolitana de Buenos Aires) bajó en un 70%.
En el interior, «Camuzzi Gas Pampeana reportó una disminución de la recaudación del 60% mientras Camuzzi Gas del Sur informó un desplome del 63%», según difundió Enargas. «Distribuidora de gas del Centro cayó un 69%; Distribuidora de Gas Cuyana , un 71%, Litoral Gas, un 66%; Gasnea, un 61% y Gasnor, 71%». Dos terceras partes de los hogares no está pagando el gas.
En la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, por ejemplo, también cayó la recaudación de facturas de luz hogareñas disminuyó un 50% en una semana. Allí operan Edenor y Edesur. La situación se repite en casi todo el país. Salvo San Juan y La Plata (Edelap), cuyas distribuidoras juntaron la mitad de la recaudación prevista al viernes pasado, en el resto de las provincias están debajo del 50% de facturas pagas.