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La empresa estadounidense Pfizer anunció este miércoles que su vacuna contra el coronavirus, elaborada junto a la farmacéutica alemana BioNTech, logró una efectividad del 95%, incluso en adultos mayores, un porcentaje superior al esperado y el mayor alcanzado hasta ahora de todos los proyectos en curso.

«Los resultados del estudio marcan un paso importante en este histórico viaje de ocho meses para presentar una vacuna capaz de ayudar a poner fin a esta devastadora pandemia», dijo este miércoles Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, que solicitará la autorización de comercialización «en unos días» a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

«Con cientos de miles de personas en todo el mundo infectadas todos los días, necesitamos urgentemente llevar una vacuna segura y eficaz al mundo», añadió Bourla.

Pfizer aseguró que la vacuna es efectiva de manera uniforme en todos los géneros, edades y etnias, con una efectividad «superior al 94%» para las personas mayores de 65 años.

El lunes, un alto funcionario de la operación gubernamental de vacunas, Moncef Slaoui, estimó que la FDA podría dar luz verde a la comercialización de la misma en diciembre próximo, según informó la agencia de noticias AFP.

Esta eficacia, de confirmarse en la población, colocaría a la vacuna entre las más efectivas del mundo, comparable a la del sarampión, y mejor que la vacuna contra la gripe, que recientemente solo fue efectiva entre 19 y 60%.

Los únicos efectos secundarios significativos que se observaron en más del 2% de los participantes fueron fatiga (3,8%) y dolores de cabeza (2%), lo que llevó a los fabricantes a decir que la vacuna es «bien tolerada».

Según explicó Pfizer, el estudio se realizó sobre 170 casos confirmados de coronavirus quienes, luego de 28 días de haber recibido la primera dosis, mostraron una respuesta positiva del 95%.

Para Ugur Sahin, cofundador de BioNTech, quien desarrolló la nueva tecnología en la que se basa la vacuna, el ARN mensajero, «este logro ilustra el potencial del ARN mensajero como una nueva clase de fármacos».

«Creo que las preguntas sobre la seguridad en general fueron respondidas», dijo Bourla, en una entrevista con The New York Times.

«Nuestro hito de seguridad ya se ha logrado, y ahora nos estamos preparando para las presentaciones», aseguró.

Bourla, sin embargo, precisó que aún no están seguros de cuán duradera será la protección de su vacuna ni tampoco cuántas dosis serán necesarias. Si bien se prevé que sea una, podría haber una segunda, en calidad de refuerzo.

Paralelamente, la biotecnológica estadounidense Moderna anunció el lunes que su vacuna contra la Covid-19 tenía un 94,5% de efectividad.

Las dos compañías pudieron acelerar sus ensayos en medio del crecimiento de la pandemia en Estados Unidos, y desde hace días compiten con comunicados de prensa sobre sus resultados favorables.

Pfizer y BioNTech dijeron que esperan producir hasta 50 millones de dosis de vacunas a nivel mundial en 2020 y hasta 1.300 millones de dosis en 2021, señaló AFP.

Se espera, en todo caso, que las suyas sean las dos primeras vacunas autorizadas en el país y en el mundo occidental. Otras están siendo desarrolladas en China y Rusia.

Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón y otros países desarrollados ya han reservado cientos de millones de dosis de una o ambas vacunas. Pero hasta hoy, Moderna aún no firmó con los responsables de la Unión Europea.

De todas formas, existe una diferencia logística importante entre las dos vacunas: la de Pfizer es más complicada de distribuir porque debe transportarse a -70°C, frente a los -20°C de la elaborada por Moderna.

Argentina es uno de los países en donde se lleva adelante el ensayo clínico del proyecto de Pfizer y BioNtech.

El estudio se realiza en el Hospital Militar de Buenos Aires y está a cargo del investigador Fernando Polack, de la Fundación Infant, y tiene previsto probarla en 4.500 voluntarios.

Los ensayos, que tienen cada uno decenas de miles de participantes, son doble ciego, lo que significa que la mitad de ellos recibe una solución salina u otro placebo y los pacientes no saben qué tratamiento está recibiendo cada uno. En agosto, se vacunaron los primeros voluntarios en el Hospital Militar Central.

Según señaló Polack en ese momento, «muchas veces, si tenés el privilegio científico de participar en la evaluación de una vacuna, se contribuye a posicionar potencialmente mejor a tu país en la fila de espera de la distribución. De otro modo, hay que aguardar que -en caso de que la vacuna sea eficaz- la fabricación escale y esperar detrás de países con más fuerza comercial o estratégica».

Respecto de esta vacuna, el presidente Alberto Fernández explicó que “Pfizer se había comprometido a acercarnos dosis para que vacunemos a 750.000 personas en el mes de diciembre, y ahora ha demorado un poco esa entrega”

Sobre los motivos del retraso de la llegada de la vacuna afirmó que, “por cuestiones de protocolo, Pfizer se demoró, ahora está pidiendo una autorización de emergencia y es posible, si así fuera, que la podamos recibir en diciembre”.

El mandatario anunció, además, que convocó para el próximo lunes al Comité de Vacunación que integran los ministerios de Salud, Defensa y Seguridad, para «poner en marcha la logística de vacunación» contra el coronavirus, y ratificó que el gobierno espera «empezar cuanto antes, entre fines de diciembre y los primeros días de enero» con la aplicación de la vacuna.

Agregó que la vacunación comenzará «con el personal de salud, de seguridad, adultos mayores y personas con enfermedades prevalentes».

«Tenemos que vacunar a la mayor cantidad de argentinos posibles entre enero y febrero, y si eventualmente llega la segunda ola estaremos en mejores condiciones de enfrentarla», explicó el presidente.

Fuente: TELAM

 

El laboratorio estadounidense Pfizer anunció este miércoles que el estudio de fase 3 de su vacuna contra el coronavirus demostró «una eficacia del 95%», a 28 días de haber comenzado con la primera dosis. Se trata de un porcentaje superior al esperado y el mayor alcanzada hasta ahora de todos los proyectos.

«Estamos orgullosos de anunciar, junto con @BioNTech_Group, que el estudio de fase 3 de nuestro candidato a vacuna # COVID19 ha cumplido con todos los criterios de valoración de eficacia primarios», celebró esta mañana la firma en su cuenta de Twitter.

«El estudio alcanzó 170 casos confirmados de #COVID19, y el candidato a vacuna #BNT162b2 demostró una eficacia del 95% comenzando 28 días después de la primera dosis», agregó.

De los 170 casos, «se observaron 162 casos de COVID-19 en el grupo placebo frente a 8 casos en el grupo BNT162b2», detalló la empresa en un comunicado, y precisó que «la eficacia fue constante según la edad, el género, la raza y la etnia».

«La eficacia observada en adultos mayores de 65 años fue superior al 94%», subrayó.

Pfizer informó también que la vacuna que desarrolla junto a la farmacéutica alemana BioNTech superó la prueba de seguridad para la autorización de «uso de emergencia» que requiere la FDA, el organismo estadounidense que regula los medicamentos y los alimentos, y señaló que «hasta la fecha, no se han informado problemas de seguridad graves relacionados con la vacuna candidata».

«Dentro de unos días, planeamos enviar una solicitud a @US_FDA para una EUA basada en la totalidad de los datos de seguridad y eficacia recopilados, así como los datos de fabricación relacionados con la calidad y consistencia de la vacuna candidata», manifestó en otro tuit.

«También planeamos enviar los datos de eficacia y seguridad del estudio para revisión por pares en una revista científica una vez que se complete el análisis de los datos», adelantó.

La semana pasada, Pfizer, una de las mayores empresas farmacéuticas del mundo, asociada con BioNTech, había publicado los resultados de los primeros tests, que mostraban una eficacia superior al 90 por ciento.

Argentina es uno de los seis países donde se están realizando las pruebas, bajo la coordinación del doctor Fernando Polak. En total, más de 43.000 personas en todo el mundo aceptaron ser voluntarios para probar la vacuna, señaló Radio Chubut.

El ensayo de la vacuna Pfizer alcanzó su hito de seguridad y la compañía se está preparando para solicitar una autorización de uso de emergencia, dijo el martes el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla.

Pfizer anunció el 9 de noviembre que su vacuna contra el coronavirus parece tener más del 90% de efectividad, según los primeros datos.

Pero la compañía aún no tenía datos suficientes para solicitar la autorización de uso de emergencia de la Administración de Medicinas y Alimentos de EE.UU., que dijo que también quería al menos dos meses de datos de seguridad sobre al menos la mitad de los voluntarios de un ensayo de vacuna a partir de la fecha en que obtuvieron su segunda inmunización.

«Creo que las preguntas sobre la seguridad en general también han sido respondidas», dijo Bourla en una entrevista de The New York Times. «Nuestro hito de seguridad ya se ha logrado y ahora nos estamos preparando para las presentaciones».

Bourla dijo que aún no están seguros de cuán duradera será la protección de su vacuna. La vacuna Pfizer utiliza una plataforma de ARN mensajero o ARNm para producir una respuesta inmunitaria.

«Con la tecnología de ARNm, puede impulsar tan pronto como desee», dijo Bourla. Las personas pueden recibir una dosis adicional de una vacuna una vez que desaparece la inmunidad, lo que se conoce como refuerzo.

Bourla dijo que un refuerzo, de ser necesario, probablemente requeriría solo una dosis.

Fuente: CNN

Pfizer, Moderna y Sputnik V, las tres vacunas candidatas contra el coronavirus que anunciaron resultados de eficacia (90 por ciento y más) con datos preliminares de sus ensayos clínicos de fase 3, son innovadoras ya sea porque utilizan una nueva tecnología (ARN mensajero) o bien porque utilizan dos vectores virales diferentes para cada dosis, describe el investigador y docente Emilio Malchiodi.

«De las once vacunas que se encuentran en fase 3 podemos distinguir las que utilizan tecnología más tradicional, como tres de las desarrolladas en China que usan virus inactivados; las que usan adenovirus (como vector viral) donde ‘insertan’ el gen de la proteína espiga del coronavirus, y las que usan ARN mensajero que son las más innovadoras», describió a Télam Malchiodi, Profesor Titular de la Cátedra de Inmunología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA y Director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral (UBA-Conicet).

Malchiodi, Investigador Superior de Conicet, detalló que la Sputnik V, desarrollada por el Instituto Gamaleya de Rusia, es una de las que utiliza adenovirus: «Los adenovirus, entre otros incluyendo coronavirus menos agresivos, son virus que provocan resfriados comunes en los seres humanos y se estima que todos tenemos uno o dos resfríos por año», describió.

Lo que hace este desarrollo es modificar al adenovirus para que ingrese a las células humanas, pero no tenga capacidad de replicarse y además le «incorporan» el gen de la proteína espiga del coronavirus; al ingresar la vacuna al organismo se produce la proteína espiga, es detectada por el sistema inmunológico y se genera la respuesta protectora.

El investigador, miembro de la Sociedad Argentina de Inmunología, explicó que «tres de las once candidatas (Cansino, Janssen y Sputnik V) utilizan adenovirus humanos (el adenovirus 5 o 26) mientras que otra (AstraZeneca) usa un adenovirus de chimpancé».

En el caso de la desarrollada por el Gamaleya, lo que decidieron es utilizar dos adenovirus (el 5 y el 26) -uno en cada dosis- con el objetivo de que la respuesta inmune sea más fuerte.

La tecnología de usar adenovirus como vectores virales está siendo utilizada en una vacuna contra el Ébola.

En el caso de Pfizer y Moderna, Malchiodi explicó que «se trata de una tecnología absolutamente novedosa para vacunas que lo que hace es utilizar nanopartículas para transportar el material genico del virus contra el cual se quiere inmunizar».

«La membrana que rodea nuestras células es una bicapa lipídica (de lípidos); las vacunas con RNA mensajero lo que hacen es crear nanopartículas con una bicapa lipídica y dentro de éstas se incorpora el material genico, en este caso de la proteína espiga»; describió el investigador.

Y continuó: «Al ingresar al organismo esas nanopartículas se van a fusionar con las membranas de las células (porque ambas son bicapas lipídicas) y se va a ‘liberar’ dentro de la célula el material que codifica para la proteína espiga; el organismo comienza a producir la proteína y el sistema inmunológico reacciona, igual que hace cuando ingresa transportada por un adenovirus».

El especialista señaló que «si demuestran que funcionan, las vacunas basadas en ARN mensajero va a ser una tecnología muy usada de aquí en más porque permiten adaptar con facilidad la vacuna ante, por ejemplo, una mutación fuerte del virus».

Consultado sobre la «seguridad», el especialista señaló que «todas las empresas pueden garantizar que las vacunas son seguras por el tiempo que se las ha aplicado, no se puede decir más sobre la seguridad a largo plazo porque tiene que ver con la interrelación entre la molécula y el organismo, y eso sólo se puede comprobar con el tiempo; hasta el momento ninguna de las que están publicadas provocó efectos adversos graves».

En relación al temor sobre que las vacunas contienen ARN del virus, Malchiodi explicó que «una persona desde que nace recibe virus, bacterias y parásitos en cantidades; todos estos patógenos están vivos e ingresan con su carga génica pero este material no se incorpora en el ADN humano, entonces no sería esperable que el ARN viral de las vacunas lo haga».

Y continuó: «Los seres tan desarrollados como nosotros desde el punto de vista evolutivo tienen mecanismos como para combatir eficientemente la incorporación de ácidos nucléicos extraños, sino ya no seríamos humanos».

Finalmente, en referencia a las vacunas que usan virus inactivados, el especialista describió que «lo que hacen es cultivar el virus en laboratorios, después ‘matarlo’ pero que conserve la estructura y los antígenos y esto es lo que se utiliza para inmunizar».

Una de esas vacunas es la de Sinopharma que se está probando en fase 3 en Argentina en la Fundación Huésped.

 

Los resultados preliminares de la fase 3 de las vacunas de Pfizer y de la Sputnik V (producida por Rusia) que arrojaron una eficacia de 90 y 92 por ciento respectivamente son una «excelente noticia» aseguraron especialistas aunque advirtieron que «todavía faltan terminar los estudios clínicos, pero es un muy buen comienzo».

«Para que una vacuna sea útil debe proteger por encima de un 60 por ciento, si logramos tener vacunas que protejan alrededor de un 90 por ciento es una excelente noticia. Si bien hay que esperar un poco más a que los resultados se confirmen con más datos es un comienzo muy bueno», señaló a Télam Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir e investigadora principal del Conicet.

En el mismo sentido, el médico infectólogo Martín Hojman señaló que «la eficacia que anunciaron tanto Pfizer como la Sputnik V es muy buena» pero alertó que «los resultados que se dieron a conocer son preliminares esto quiere decir que estos estudios clínicos no están terminados».

Hojman describió que en los estudios de ensayo clínico con tantos pacientes, como por ejemplo estos que involucran a 30 mil o 40 mil personas y en el actual contexto de pandemia, «se van haciendo cortes preliminares, por ejemplo se van evaluando las primeras cien, las primeras mil etc».

«Para ser aprobada por la OMS una vacuna pide más del 50 por ciento, entonces los números son muy buenos»

MARTÍN HOJMAN

«Para ser aprobada por la OMS una vacuna pide más del 50 por ciento, entonces los números son muy buenos», expresó Hojman, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología y añadió que «vamos muy bien pero no son los resultados definitivos».

No obstante, advirtió que «no se puede saber por cuánto tiempo va a durar esta inmunidad, por eso los estudios deben continuar y van a determinar de acá en adelante el tiempo que dura la respuesta inmune, si será necesario volver a vacunar o no, etc.».

Aunque con diferentes tecnologías, tanto la vacuna de Pfizer como la Sputnik V utilizan la proteína espiga como «determinante antigénico» esto es, según explica Hojman, hacia dónde se dirigen los anticuerpos.

En el caso de la vacuna de Pfizer lo que hace es utilizar directamente el código genético de una proteína viral (en este caso se utiliza la proteína espiga) y al ingresar al organismo las células «producen» esta proteína, al reconocerla se activa el sistema inmunológico; hasta el momento no hay vacunas que utilicen esta tecnología.

Por su parte, la vacuna rusa utiliza una plataforma (o tecnología) llamada de «vectores no replicantes»; los vectores son virus que no tienen capacidad de reproducirse en el organismo (y por tanto inocuos) y se usan para transportar material genético del virus contra el que se quiere inmunizar.

La Sputnik V utiliza adenovirus humano como vector y, a diferencia de otras vacunas candidatas, usa dos adenovirus (uno diferente en cada dosis); a esos adenovirus se les «agrega» una parte de la proteína espiga (o spike) que pertenece al coronavirus y cuando ingresa al organismo éste identifica la proteína y se genera la respuesta inmunológica.

Gamarnik: «Si bien hay que esperar un poco más a que los resultados se confirmen con más datos es un comienzo muy bueno»

«Si bien las dos vacunas usan estrategias diferentes generan inmunidad contra la misma proteína del virus lo cual sugiere que las otras vacunas que usan esa misma proteína como blanco podrían funcionar», explicó Gamarnik.

En el mismo sentido, Hojman sostuvo que «esto hace pensar que todas las vacunas que utilizan esta proteína pueden tener buenos resultados, sobre todo las que están en fase 3».

En el mundo se han desarrollado hasta la actualidad 219 vacunas candidatas, de las cuales casi 40 ya se están probando en humanos (fase clínica) y diez están en la última etapa de prueba; muchas de estas vacunas candidatas utilizan la proteína espiga como blanco.

Pfizer y Biontech anunciaron este lunes que su vacuna contra la Covid-19 obtuvo “éxito” en el primer análisis intermedio del estudio de fase 3. Se descubrió que es más del 90% efectiva para prevenir el coronavirus en participantes sin evidencia de infección previa.

Según lo informado en un comunicado global, el estudio incluyó a 43.538 participantes. Entre ellos, están los argentinos que se presentaron como voluntarios en el ensayo clínico realizado en el Hospital Militar, coordinado por el investigador Fernando Polack.

Se trata de unos 4.500 argentinos de entre 18 y 85 años que fueron seleccionadas a partir de 20 mil voluntarios inscriptos en un formulario online.

En agosto, los participantes empezaron a recibir las primeras dosis y, con 21 días de diferencia, las segundas y últimas dosis. Un mes después, les sacaron sangre para chequear si habían generado anticuerpos.

Clarín habló con tres de ellos y todos coincidieron en que –tras inocularse- no tuvieron rastros de Covid-19.

“Nunca tuve síntomas (de coronavirus). Ellos me pidieron que me siguiera cuidando de la misma manera, que siguiera haciendo mi vida normal”, comenta la locutora María Isabel Sánchez, quien decidió ser voluntaria para -desde su rol de comunicadora- “ayudar a que la gente se animara”.

Lo que sí tiene que hacer María Isabel –al igual que el resto de los participantes- es mandar un informe todos los viernes, a través de una aplicación, para comentar si tiene o no síntomas de Covid-19. Una rutina que deberá mantener durante los próximos dos años.

Ahora bien, ¿que no tengan síntomas significa que lograron inmunizarse? “Se los pregunté a los médicos (del Hospital Militar) y me dijeron que ellos no nos van a avisar oficialmente», cuenta Rodrigo Afonso, un licenciado en marketing de 40 años que también se sometió a la prueba.

«Me dieron a entender que nunca nos van a dar una devolución. Y que si quiero saber si tengo los anticuerpos me haga un test en forma particular”, sigue Rodrigo, quien por el momento decidió no realizarlo. “No tengo apuro. Quizás cuando esté la vacuna, si hay que vacunarse, capaz lo haga para saber si tengo los anticuerpos”, completa.

Cabe recordar un dato clave. Solo la mitad de los voluntarios recibió la vacuna. La otra mitad obtuvo un placebo, que es una sustancia sin acción terapéutica. Se trata de un estudio a “doble ciego”, ya que ni los médicos ni los pacientes saben a quién le toca cada cosa. Eso le da mayor objetividad a la prueba.

“No te dicen si vos recibiste el placebo o la vacuna. Con lo cual, el resultado no te lo informan. Supongo que en algún momento lo informarán porque, cuando se apruebe la vacuna, tendrán que decirte si estás vacunado o no estás vacunado”, analiza Sánchez.

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“Yo fui con la idea de que me pongan lo que me tengan que poner”, dice Graciela, de 72 años, quien asegura estar «feliz» por escuchar en la radio que la vacuna es un 90% efectiva. «Hoy es un día de felicidad para todos los que nos hemos vacunado», comenta.

“Si me aceptaron como voluntaria, regio, ya con eso estoy conforme. Pero yo creo que nunca voy a saber lo que nos pusieron”, cierra la mujer que decidió someterse a la prueba, a pesar de las dudas de su hija y la negativa de su nieta mayor.

Leves reacciones tras aplicarse la vacuna

El Hospital Militar informó que en los primeros días de enrolamiento las pruebas resultaron “muy bien toleradas” por todos los participantes. “Sólo se reportaron síntomas leves (fiebre y dolores locales en la zona de aplicación), coincidentes con los relevados en Estados Unidos y Alemania, donde también se realizó el testeo de eficacia”, detalló un comunicado emitido en agosto.

Todos los entrevistados por Clarín coinciden al describir unas pequeñas reacciones. “En la primera dosis estuve un poco más cansado que lo habitual, pero la verdad que había sido un día movido. Tras la segunda dosis, esa noche no dormí bien: tuve dolor de cabeza y molestias”, dice Rodrigo.

María Isabel comenta que en la primera dosis tuvo una pequeña reacción local en el brazo, de enrojecimiento, calor y dolor. Para la segunda dosis ya le habían avisado que, al ser como un refuerzo, podía provocar más síntomas. De hecho, al día siguiente de aplicársela tuvo dolor corporal y cansancio.

A los 71 años, Graciela es voluntaria en el ensayo clínico para probar la vacuna contra el coronavirus.
A los 71 años, Graciela es voluntaria en el ensayo clínico para probar la vacuna contra el coronavirus.

Por su parte, Graciela sintió «un poco de dolor de músculo» en la segunda dosis y tomó los analgésicos que le indicaron los médicos. “Te lo explican 27 veces: ‘Si le duele, tómese paracetamol. Si no le pasa, llame al médico’”, señala quien asegura no haber tenido fiebre, ni tos.

El ensayo clínico prevé el seguimiento de los pacientes durante dos años con encuentros programados en el Hospital Militar. En total, cada participante hará unas seis visitas.

Los voluntarios no reciben dinero. Están cubiertos con un seguro médico exclusivo, algo que firman junto al consentimiento. Y pueden abandonar el estudio cuando quieran.

Para llevar adelante este programa, más de 700 personas trabajan en la atención médica, las consultas diarias y los traslados de los voluntarios desde el domicilio hasta el Hospital Militar y viceversa. Recibieron una capacitación especial para este estudio.

Científicos de la Universidad de Oxford celebraron este lunes la noticia sobre la efectividad de la vacuna candidata contra el coronavirus que desarrolla la compañía farmacéutica Pfizer junto a BioNTech.

El laboratorio anunció que su candidata a vacuna contra el coronavirus es más del 90% efectiva para prevenir el virus durante un importante ensayo, mientras que los expertos dijeron que el resultado había superado sus expectativas.

Pfizer indicó que los resultados eran de un análisis intermedio independiente de los resultados de su estudio clínico de Fase 3.

«Estoy realmente encantado con este resultado, demuestra que se puede hacer una vacuna contra este pequeño bicho. El 90% es un nivel de eficacia asombroso», dijo a la BBC Radio 4 John Bell, profesor titular de medicina en la Universidad de Oxford.

Bell, que es también miembro del grupo de trabajo sobre vacunas del Gobierno británico, cree que es probable que otras vacunas estén también disponibles en un futuro próximo.

El científico afirmó el anuncio fue bien recibido como un avance importante y que los británicos pueden esperar un regreso a la vida normal para la primavera después de esta gran avance en la vacuna.

«Esta noticia me hizo sonreír de oreja a oreja», agregó Peter Horby, también profesor de la Universidad de Oxford.

Más tarde, el primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que con el progreso de la vacuna se ha superado un obstáculo importante, aunque advirtió que quedan varios más.

«Hemos superado un obstáculo importante, pero quedan varios más», aseguró esta tarde en conferencia de prensa.

El líder británico insistió en que «todavía no hemos visto todos los datos de seguridad» sobre la efectividad de la vacuna en un 90%, como lo anunció el laboratorio hoy y consideró que todavía está un poco lejos.

«No podemos confiar en esta noticia como una solución y el mayor error que podríamos cometer sería aflojar nuestra determinación”, agregó, e instó a los británicos a continuar respetando las reglas de la cuarentena hasta el 2 de diciembre.

No obstante, aseguró que cuando la vacuna se apruebe el Reino Unido estará listo para usarla ya que ha pedido 40 millones de dosis, de los cuales diez millones estarán «disponibles a fin de año si los reguladores aprueban la vacuna.

Los otros ensayos

La Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca también ven cada vez más cerca el inminente lanzamiento de su prototipo de la vacuna contra el coronavirus.

La vacuna británica ya está en la última fase de las pruebas, mientras los reguladores sanitarios de la Unión Europea y de Reino Unido ya comenzaron una revisión acelerada de sus datos para tratar de dar luz verde cuanto antes al lanzamiento.

Mientras tanto, los mercados de valores se dispararon con la esperanza de un avance potencial en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus.

Las acciones de la firma farmacéutica Pfizer subieron un 14% después del anuncio y el índice bursátil de referencia de la Bolsa de Valores de Londres, el FTSE 100, saltó un 5%.

Las empresas de viajes, que han sido las más afectadas por la pandemia, registraron los mayores aumentos, con el propietario de British Airways, IAG, que se disparó un 35%.

En el resto del sector, las acciones de EasyJet subieron un 31%, mientras que el fabricante de motores aeronáuticos Rolls-Royce subió un 45%, según consignó la BBC.

La vacuna experimental contra el coronavirus de Pfizer se está probando ahora en el grupo de edad más joven: niños de hasta 12 años.

El cambio a probar la vacuna de coronavirus en niños más pequeños fue aprobado por la Administración de Medicinas y Alimentos de EE.UU. y las juntas de revisión institucional a principios de este mes, pero Pfizer dividió los grupos de niños en adolescentes mayores de 16 y 17 años y niños pequeños de 12 a 15 años.

Un equipo del Hospital de Niños de Cincinnati terminó de vacunar a 100 niños en el grupo de menores edad la semana pasada, dijo el Dr. Robert Frenck, quien dirige el ensayo de la vacuna contra el covid-19 de Pfizer en el hospital. La mitad de los voluntarios en esta tercera y última fase de la vacuna de Pfizer están recibiendo un placebo o inyección ficticia.

“Ahora estamos haciendo una pausa para observar las reacciones a la vacuna. En este momento estamos en una pausa planificada para asegurarnos de que todo sea lo más seguro posible ”, dijo Frenck a CNN.

Entre los efectos secundarios que los médicos están observando se encuentran bultos, enrojecimiento o dolor en el lugar de la inyección, así como fiebre o dolor.

«Les pediría a otros niños que tomen la vacuna»
Abhinav, de 12 años, es uno de los niños voluntarios en las pruebas clínicas de la vacuna contra el coronavirus. El estudiante de séptimo grado, cuyos padres pidieron que solo se usara su nombre de pila para proteger su privacidad, espera que la vacunación generalizada ayude a que sus abuelos reanuden las visitas desde la India y que las clases vuelvan a la normalidad en la escuela.

«Creo que a todos en mi escuela les gustaría volver a la normalidad», dijo Abhinav a CNN. “Realmente creo que una vacuna podría prevenir la propagación de la infección. A partir de ahora, probablemente pediría a otros niños que la tomen».

La vacuna experimental es segura para los niños, dice Pfizer
Frenck dijo que la gente puede estar nerviosa por darles a los niños una vacuna experimental contra el coronavirus, pero señaló que Pfizer ya se ha probado en decenas de miles de adultos.

“La razón por la que podemos usar esta vacuna en niños es que Pfizer tiene 30.000 adultos inscritos y tiene datos de seguridad de todas esas personas”, dijo.

Además, dijo, será importante vacunar a los niños contra el coronavirus si hay alguna esperanza de controlar la pandemia. Es casi seguro que estén contribuyendo a la propagación silenciosa del virus.

«Creo que lo importante que la gente debe recordar es que, si bien los adolescentes no se enferman tanto como los adultos mayores, no significa que algunos niños no se enfermen y otros no se estén muriendo», dijo Frenck.

El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer anunció que planea solicitar una autorización de emergencia para su vacuna contra el nuevo coronavirus a fines de noviembre.

«Suponiendo que los datos sean positivos, Pfizer solicitará una autorización de uso de emergencia en Estados Unidos poco después de que culmine la etapa de seguridad, en la tercera semana de noviembre», dijo el director ejecutivo de la empresa, Albert Bourla, en una carta abierta publicada en redes sociales, informó AFP.

La vacuna de Pfizer y la empresa alemana Biontech que se encuentra en fase 3 de experimentación en humanos está siendo aplicada a voluntarios en la Argentina, en el Hospital Militar Central de la ciudad de Buenos Aires.

Del ensayo clínico de esta vacuna, que se realiza simultáneamente en Brasil, Estados Unidos y Alemania, participan en la Argentina 4.500 personas de entre 18 y 85 años que fueron seleccionadas a partir de 20 mil voluntarios inscriptos.

La farmacéutica podría obtener resultados sobre la eficacia de la vacuna en las próximas dos semanas a través de su ensayo en curso, en el que participan 30.000 personas
Tras este anuncio, las acciones de la empresa ganaban más del 2% en el mercado electrónico antes de la apertura de la bolsa.

Estados Unidos podría tener dos vacunas listas para fin de este año, siempre que las pruebas clínicas en curso sean concluyentes, y que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorice su distribución, ya que Moderna también estima tener lista la suya a fines del próximo mes.

La FDA había solicitado la semana pasada a los desarrolladores de vacunas que esperaran dos meses después de que la segunda dosis fuera inoculada en los participantes de los ensayos clínicos para monitorear posibles efectos secundarios graves.

La farmacéutica podría obtener resultados sobre la eficacia de la vacuna en las próximas dos semanas a través de su ensayo en curso, en el que participan 30.000 personas, aseguró el director de la empresa.

«Podríamos saber si nuestra vacuna es efectiva o no a finales de octubre», escribió Bourla.

Estados Unidos podría tener dos vacunas listas para fin de este año, siempre que las pruebas clínicas en curso sean concluyentes
La FDA establece tres condiciones para la aprobación de una vacuna: que sea efectiva, que sea segura y que la compañía sea capaz de producirla a gran escala.

Pzifer y Moderna, que reciben financiación del gobierno de Estados Unidos, habían iniciado la fase 3 de sus pruebas clínicas al mismo tiempo a finales de julio, y ambas comenzaron la producción de dosis como medida de precaución, con el objetivo de entregar varias decenas de millones de dosis en Estados Unidos para finales de año, en caso de recibir la autorización de la FDA.

Esta institución, que prometió seguir los procedimientos científicos estándar y no dejar que la presión política interfiera, es la encargada de aprobar o no la vacuna, y decidir a qué poblaciones se le administrará en prioridad.

En una carta abierta publicada el viernes por el presidente y director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, la compañía farmacéutica anunció que planea solicitar la autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) para su vacuna contra el covid-19 en Estados Unidos, EEUU,  en el mes de noviembre.

«Suponiendo datos positivos, Pfizer solicitará el uso de autorización de emergencia en EE.UU. Poco después de que se logre el hito de seguridad en la tercera semana de noviembre. Todos los datos contenidos en nuestra solicitud de EE.UU. serán revisados ​​no solo por los propios científicos de la FDA, sino también por un panel externo de expertos independientes en una reunión pública convocada por la agencia «, dice la carta mencionada.

Sin embargo, Bourla explicó que deben demostrar que la vacuna es un éxito a fin de obtener la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. para uso público.

«Primero, la vacuna debe demostrar su eficacia, lo que significa que puede ayudar a prevenir la enfermedad covid-19 en al menos la mayoría de los pacientes vacunados. En segundo lugar, e igualmente importante, la vacuna debe demostrar su seguridad, con datos sólidos de seguridad generados a partir de miles de pacientes. Y finalmente, debemos demostrar que la vacuna se puede fabricar de manera constante con los más altos estándares de calidad «, escribió Bourla.

Además, Bourla explicó que la FDA exige que las empresas proporcionen dos meses de datos de seguridad sobre la mitad de los participantes del ensayo después de la dosis final de la vacuna y, en función de su inscripción actual en el ensayo y el ritmo de dosificación, estiman que alcanzarán todos los requisitos para la tercera semana de noviembre, y es posible que sepamos si nuestra vacuna es efectiva o no a fines de octubre.