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La directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires, Nora Etchenique, destacó los avances en la lucha contra el coronavirus a través de la aplicación de plasma de pacientes recuperados de Covid-19 en otros que están aún convalecientes. «Se pensó que podríamos darle una inmunización pasiva, es decir darle los anticuerpos que tiene un paciente recuperado a uno que está enfermo y vamos observando qué pasa», señaló Etchenique en una entrevista radial de Ernesto Tenembaum.

La experta dijo que, hasta el corte del miércoles, en la provincia de Buenos Aires se le transfundió a 104 pacientes. «Tuvieron distintos resultados, en el sentido de haberle aplicado el plasma oportunamente. De los 104 pacientes, 99 se recuperaron», aseguró la especialista.

Explicó que salieron de la etapa de baja saturación de oxígeno, modificaron sus parámetros de laboratorio, pero lo mejor de todo es cómo se sintieron los pacientes a las 12 horas posteriores a la aplicación de plasma. «El paciente refiere sentirse mejor, que tiene más aire aunque todavía sus parámetros no son del todo normales», destacó Etchenique al tiempo que advirtió que todavía no se lo considera un tratamiento sino que es un ensayo clínico.

Dijo que se necesita evaluar otras situaciones para que la aplicación de plasma de pacientes recuperados sea considerada un tratamiento.

La directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires sostuvo que la pandemia «es fascinante y a la vez preocupante. Hubo varias pandemias a lo largo de la historia del mundo, pero no había aviones, había barcos. La forma de trascender esta pandemia no era tan impactante, como es esto ahora».

Observó que se conoce muy poco del coronavirus, pero «lo que se sabe es que las personas que se recuperan formaron anticuerpos contra el coronavirus y que el pico máximo de producción de estos anticuerpos es en el día 40 de la enfermedad».

En tanto que sobre el plasma en la Argentina se cuenta con cierta experiencia a partir de la fiebre hemorrágica, del mal de los rastrojos. «Donde en la década del `50, del ’60, la letalidad de esta enfermedad pasó de uno 30% a un 3%».

El diputado rionegrino Martín Soria (Frente de Todos) presentó un proyecto que impulsa la creación de un registro nacional de plasma de pacientes recuperados de coronavirus con «el objetivo de promover, controlar, sistematizar y facilitar la donación voluntaria y gratuita».

El diputado rionegrino Martín Soria (Frente de Todos) presentó un proyecto que impulsa la creación de un registro nacional de plasma de pacientes recuperados de coronavirus con «el objetivo de promover, controlar, sistematizar y facilitar la donación voluntaria y gratuita».

«El plasma de pacientes recuperados se ha convertido en un insumo crítico; esa condición exige la presencia del Estado para establecer un orden jurídico y conceptual, porque no faltan los oportunistas que pretenden conseguir una renta meramente económica en este contexto de necesidades asfixiantes que genera la pandemia», explicó Soria en medios locales.

El proyecto prevé la creación del Registro Nacional de Plasma de Pacientes Recuperados de SARS-CoV-2- «para organizar y sistematizar los centros de reclutamiento de dadores voluntarios de plasma, los centros de tipificación de dadores habilitados y el centro informático del Registro».

Asimismo estipula la creación del «Banco de Plasma Hiperinmune», que tendría en su órbita el «almacenamiento y provisión del plasma donado por los pacientes recuperados de SARS-CoV-2, para atender con eficiencia, oportunidad y celeridad los requerimientos de los pacientes».

Para Soria, «el proyecto recupera los conceptos de Solidaridad y de Estado presente, que permitieron al Gobierno argentino que sea uno de los que mejor abordó la crisis desatada por la pandemia».

En ese sentido explicó que «la donación de plasma es un acto de disposición voluntaria, solidaria o altruista, y el pueblo argentino demostró un enorme grado de empatía con el otro en los momentos críticos de nuestra historia y por eso entendemos que, desde ese punto, el proyecto es altamente viable».

Esta decisión «imprime un ordenamiento y una racionalidad ligada al interés público y al bienestar social, en detrimento de las lógicas del mercado», dijo Soria.

En los fundamentos, la iniciativa indica que ante la inexistencia de un tratamiento o vacuna que permita prevenir la propagación de la enfermedad, la aplicación de plasma de pacientes recuperados permitió sensibles mejoras y contribuyó en la recuperación de decenas de casos.

El proyecto es acompañado por los diputados y diputadas José Luis Gioja, Gabriela Cerruti, Dario Martínez, Carolina Moisés, Graciela Landriscini, Hernán Pérez Araujo y Ayelén Spósito, entre otros.

En las pruebas de laboratorio el fármaco ha demostrado una efectividad entre 20 y 100 veces mayor para neutralizar el virus que los medicamentos elaborados a partir de plasma humano de pacientes recuperados.

Un grupo de científicos argentinos, encabezados por Fernando Goldbaum, ha desarrollado un suero «hiperinmune» para combatir el coronavirus elaborado a partir de plasma sanguíneo de caballo, según recogen medios locales.

De acuerdo a las pruebas de laboratorio realizadas hasta el momento, este nuevo fármaco ha mostrado una capacidad de neutralizar al SARS-CoV-2 entre 20 y 100 veces más alta que los sueros a base de plasma humano de pacientes recuperados.

Debido a los halagadores resultados que el suero ha tenido, los investigadores ya han gestionado ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina las autorizaciones correspondientes para proceder con los ensayos clínicos, los cuales se desarrollarán en 250 pacientes.

Hasta el momento, el Ministerio de Salud del país sudamericano ha reportado un total de 41.204 casos de coronavirus y cerca de un millar de decesos.

Cerca de 150 enfermos de coronavirus mejoraron su estado tras infundírseles plasma de pacientes recuperados, en el marco de un ensayo clínico a cargo del gobierno bonaerense para probar la efectividad de ese tratamiento, informó este jueves el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.

El tratamiento con plasma también le fue aplicado ayer al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, quien, según se informó oficialmente, «se siente mejor, está afebril y comió».

Se espera que, como ocurrió en la mayoría de los casos que se estudian en el marco del «Protocolo Provincial de Investigación sobre Plasma de Convalenciente de Covid-19», los anticuerpos presentes en ese componente sanguíneo contribuyan con su recuperación.

No obstante, los expertos que forman parte del estudio que se inició hace un mes son cautos.

La directora provincial de Hemoterapia, Nora Etchenique, está a cargo del Instituto del Ministerio de Salud bonaerense que se encarga de las extracciones y la elaboración de las unidades de plasma para su distribución.

La profesional advirtió que «hay que evaluar varias cosas todavía para decir que éste es un tratamiento», y explicó que «estamos ante una enfermedad nueva, que tiene solo seis meses y se conoce muy poco, pero lo que sí se sabe es que la gente que se recuperó formó anticuerpos contra el coronavirus y, también, que el pico máximo de formación de anticuerpos se da a los 40 días de haber contraído el virus, cuando ya pasaron los síntomas y la persona está bien».

La especialista explicó que en el país existe una larga experiencia en el uso terapéutico del plasma a partir de la Fiebre Hemorrágica Argentina, enfermedad provocada por el virus Junín.

La terapia para combatirla fue creada y publicada por el médico e investigador argentino Julio Maiztegui, a principios de la década del 70, y también se obtiene a partir de anticuerpos presentes en el plasma de pacientes recuperados.

«Gracias a este tratamiento la letalidad de la fiebre hemorrágica pasó de un 30 a un 3%», afirmó.

Sandra González es una enfermera del hospital provincial de Pacheco que después de estar 21 días internada en el hospital Magdalena V. de Cordero, en el partido de Tigre, pudo regresar a su casa tras recibir el tratamiento con plasma de pacientes recuperados.

Su donante fue Magdalena Lamenza (28), médica ginécologa que, tras sufrir un cuadro leve de coronavirus, le donó plasma.

Sandra quiere conocer a Magdalena y agradecerle la donación. «Tenía miedo de morirme, la tos era constante, andaba fatigada, agotada, no podía ni caminar del cansancio por toser», afirmó.

«Al plasma te lo pasan como a un suero, me lo pusieron un domingo a la madrugada y, tres horas más tarde, pude dormir sin tos», dijo, y transmitió el alivio que sintió al volver a descansar.

«Me sentí mejor muy rápido, por eso quisiera agradecerle a Sandra y pedirle a todos los recuperados que puedan donar, que lo hagan», agregó.

Su donante, Magdalena, no lo dudó: ya donó en dos oportunidades y sabe que cada donación puede salvar hasta cuatro vidas.

«Voy a volver a hacerlo todas las veces que pueda, y ojalá que se sumen los demás recuperados. Es una gran alegría poder ayudar en momentos como estos en que la solidaridad y la conciencia son tan importantes».

Las personas que superaron el coronavirus, quieran informarse y donar plasma pueden llamar al 0800-222-0101, la línea gratuita del Cucaiba, el centro del Ministerio de Salud bonaerense que aporta la logística al ensayo y se ocupa del traslado de los donantes hacia el lugar de donación de sangre más cercano al domicilio.

 

La directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires Nora Etchenique destacó la importancia de “llamar a la solidaridad para que los pacientes vayan a donar».

La directora del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires, Nora Etchenique, aseguró este miércoles que cada donación de plasma que hagan pacientes recuperados de coronavirus “podrían salvar hasta cuatro personas” enfermas.

“El plasma tiene anticuerpos en su parte líquida, que son los mecanismos de defensa que generamos ante cualquier cosa extraña que haya en nuestro organismo. Con el plasma de recuperados se hace una inmunización pasiva –distinta a la vacuna, que es activa- y acá como no está en el pico de su producción de anticuerpos están en forma pasiva, esos van a atacar el coronavirus”, explicó en declaraciones a radio Provincia.

Etchenique remarcó además que las personas recuperadas pueden “llamar al teléfono del Cucaiba 0800-222-0101, ellos les hacen una serie de preguntas relacionadas a su enfermedad y ahí nos los derivan a nosotros».

Y agregó sobre el operativo que, «se les da un turno y el Cucaiba va a buscar al donante y lo vuelve a llevar a la casa”.

En cuanto a la efectividad del tratamiento, la titular del Instituto de Hemoterapia puntualizó que “se aplicó en 29 casos, y salvo en 3 personas, todos han mejorado de distinta forma, algunos fueron espectaculares y otros tardaron unas horas más porque tiene que ver con la capacidad del cuerpo del paciente para reaccionar».

Evaluó que «tiene un efecto rápido, a las 24 horas parece que los pacientes fueran otros” y destacó la importancia de “llamar a la solidaridad para que los pacientes vayan a donar».

«Primero se está trabajando con la familia del mismo, para que cuando salga del cuadro crítico puedan donar, en el protocolo está la sensibilización de los pacientes”, informó Télam.

Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud, aseguró que un tratamiento con este tipo de suero «no cura la enfermedad, pero permite que determinados pacientes tengan una mejoría y no ingresen a un respirador».

El Ministerio de Salud comenzará la semana próxima «una búsqueda activa casa por casa» de pacientes recuperados de coronavirus para que voluntariamente donen su plasma, y ayudar a mejorar a los pacientes internados.

Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud, aseguró que un tratamiento con este tipo de suero «no cura la enfermedad, pero permite que determinados pacientes tengan una mejoría y no ingresen a un respirador» y remarcó que «por cada extracción se pueden tratar hasta cuatro pacientes».

«Es muy importante aclarar que con esto no se cura la enfermedad», dijo Medina, y remarcó que lo que se logra con este tratamiento «es que cierto tipo de pacientes que van a demandar oxigenoterapia y que pueden llegar a ir a una terapia intensiva o a cuidados críticos, tengan una mejoría y no ingresen a un respirador».

En declaraciones a Radio Universidad Nacional de La Plata, el funcionario explicó que ya está en pleno proceso la recolección de suero de personas convalecientes y mencionó que «a nivel nacional ya tenemos más de diez pacientes y a nivel de instituciones privadas son más todavía».

Asimismo, en relación a informes relacionados al suministro de este suero, Medina citó una investigación realizada por «la Mayo Clinic, una institución estadounidense muy importante que cuenta con hospitales en prácticamente toda la geografía del país, en la que los resultados preliminares son muy buenos y hablan de que la sobrevida de los pacientes que están bajo tratamiento con plasma es de un 80%».

«Se trata de pacientes especiales, no de todos, sino de pacientes que empiezan con dificultades respiratorias y que comienzan a demandar oxigenoterapia», aclaró, y apuntó que «es una diferencia muy importante la que aparece, quizás más de la que ninguna otra terapéutica haya demostrado» hasta el momento.

«Es muy importante aclarar que con esto no se cura la enfermedad»

El tratamiento es «muy alentador, particularmente en nuestro país por las decisiones que se han tomado y por la organización con que contamos, hoy tenemos un plan estratégico a nivel nacional que quizás ningún país lo haya podido tener», aseguró Medina.

Y agregó: «Esto se debe, entre otras cosas, a la posibilidad que nos dio el aislamiento social, obligatorio y preventivo, al esfuerzo que hemos hecho todos los argentinos, que principalmente nos ha permitido ganar tiempo».

«No es lo mismo que un país ingrese enseguida en la ola de un gran número de casos sin tener una etapa de mitigación muy fuerte inicial, a que tenga tiempo para prepararse e ir ajustando todos los mecanismos necesarios para poder recibir a esta epidemia», señaló el secretario.

El funcionario afirmó que «esta semana se iniciaron los tratamientos», luego de que se prepararan los protocolos y se ajustaran los ensayos clínicos a partir de los informes de los comités de bioética de cada hospital participante.

«Tenemos el protocolo del Ministerio de Salud de la Nación, hay por los menos seis protocolos privados y varias provincias que están presentando sus protocolos, entre ellas la de Buenos Aires», detalló Medina.

Por último, valoró la posibilidad «de hacerlo en forma controlada, es decir, bajo un concepto científico de investigación para que no corran riesgo los pacientes, y lo vamos a poder hacer en un amplio alcance como quizás ningún país lo pudo realizar hasta ahora», concluyó.

El infectólogo y pediatra Fernando Polack, al frente de un equipo multidisciplinario de 70 personas, lleva adelante un estudio para determinar si la aplicación de plasma de aquellos que padecieron coronavirus a pacientes con síntomas tempranos de Covid-19 puede detener la progresión de la enfermedad, lo cual, de resultar positivo, sería un aporte original de la Argentina para contrarrestar la pandemia.

«Nuestra intención es evitar que la enfermedad progrese y se agrave y la persona tenga que ser hospitalizada por dos razones: porque los anticuerpos en la biología apuntan a prevenir enfermedades y porque en la pandemia desagotar la disponibilidad de camas en hospitales es crucial y estaríamos ayudando al Plan de Salud Pública», explicó hoy a Télam Polack.

Graduado con honores en la Universidad de Buenos Aires, después de dos residencias pediátricas en la Argentina y en Michigan, Estados Unidos, Polack se formó como infectólogo en el Johns Hopkins Schoolof Medicine, donde fue profesor de Pediatría, Inmunología, Microbiología Molecular y Salud Internacional diez años, y continuó otros siete como profesor titular de Pediatría y Vacunas en la Universidad de Vanderbilt.

Polack encabeza desde hace 17 años la Fundación Infant, una organización sin fines de lucro que cuenta con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates, el Molecular Research Council de Inglaterra, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y el Conicet .

«El éxito de este proyecto es completar correctamente el estudio. Poder hacer desde la Argentina un estudio original, de rigor científico, bien planeado, bien ejecutado, articulándonos entre distintos sectores que antes de la pandemia no estaban acostumbrados a trabajar en común, es muy valioso; es lo que quedará más allá del resultado», expresó.

«Lo podría haber hecho España, Italia, o cualquier otro país y lo estamos haciendo nosotros», destacó Polack, quien contó que lidera el proyecto junto con otras cuatro personas: las doctoras Romina Libster y Silvina Coviello, de la Fundación Infant; el doctor Gonzalo Pérez Marc del Hospital Militar Central y también vinculado a la Fundación desde hace 20 años y el doctor Diego Wappner, especialista en enfermedades no transmisibles (hipertensión diablestes, etc) del Swiss Medical Group

Sobre el estudio, el pediatra explicó que «el plasma del convaleciente es el líquido de la sangre que tiene anticuerpos. Nosotros pensamos que la mejor estrategia es usar el plasma lo antes posible, en pacientes mayores de 65 años que tengan síntomas muy tempranos de coronavirus. Para comprobar si se puede bloquear la progresión del virus, hay que intentarlo y testearlo. Porque cuanto antes se frene, es mejor» advirtió.

En esta parte del proyecto está involucrado el ministerio de Salud bonaerense que viene «trabajando fuerte» con la Fundación y se sumó también el ministerio de Salud porteño.

Las instalaciones en las que se está llevando a cabo son los hospitales públicos San Juan de Dios, Simplemente Evita, Doctor Carlos Bocalandro y Evita Pueblo, en la provincia de Buenos Aires. En tanto, en la Ciudad participarán el Hospital Militar Central, el Sanatorio de Los Arcos, Cemic, la Obra Social de los empleados de Comercio (Osecac) y el Sanatorio Finochietto.

Polack destacó como muy importante «el esfuerzo de un colectivo inmenso de personas, de instituciones y de organismos que están involucrados»

«Swiss Medical aportó las ambulancias, el Hospital Militar una serie de accesos, hay más 190 profesionales de la salud dispuestos a salir a trabajar, más de 100 voluntarios del personal civil que se sumaron, voluntarios de hospitales y enfermeras», detalló.

Con respecto al estudio, indicó que se necesita la respuesta en 210 pacientes y sobre los tiempos de desarrollo adelantó que «no es bueno mirar los resultados a cada rato, porque es importante dejar que los datos se junten, resistir la tentación y ser muy prolijo en esperar los resultados para no dar respuestas equivocadas por apresurarse».

Sin embargo, estimó que en un par de meses podrían tener algún resultado porque «una vez que los pacientes participan tenemos que seguirlos unos quince días más».

En cuanto al número de donantes necesarios el infectólogo aclaró que «uno puede donar plasma para una o más personas. De hecho, tenemos un donante que aportó plasma para nueve pacientes».

Los fondos necesarios para esta primera parte del ensayo fueron puestos por la Fundación Infant, con donaciones privadas tanto de dinero como de servicios o logística, y se destaca el trabajo voluntario de médicos y enfermeros.

Luego de esta fase y en caso de que se demuestre que funciona, la investigación entrará en una segunda etapa cuyos costos -según Polack- serían aportados por la Fundación Bill y Melinda Gates.

Esa segunda etapa consiste en «simplificar el plasma de convaleciente concentrándolo en una inmunoglobulina que permita una inyección intramuscular de cinco mililitros, en vez de una inyección endovenosa, a realizarse en la Universidad Nacional de Córdoba, que tiene un instituto de hemoderivados capaz de realizar esta tarea», aclaró el pediatra.

«Nosotros creemos que es una idea que vale la pena testear. Sin esa prueba no hay manera de saber si sirve o no sirve. Tenemos buenos motivos biológicos y médicos para hacer el estudio, pero sin la prueba no se puede utilizar ni descartar», señaló sobre las posibilidades de que el estudio tenga éxito.

Y agregó: «Si el producto sirve va a ser revolucionario pero si no sirviese va a ser muy importante, porque va a permitir que otros grupos de investigación en el mundo se concentren en otras cosas. ¡Ojalá funcione!», enfatizó y remarcó que «esto es un puente hacia la vacuna; si funciona, para llevar a la gente con la menor muerte posible hacia la vacuna».

Consultado por Télam sobre cuándo cree que contaremos con esa esperada vacuna, Polack consideró que «los primeros resultados los vamos a conocer para octubre».

Instituciones públicas y privadas de la Argentina brindarán a pacientes en estado crítico por el nuevo coronavirus plasma de personas que se hayan recuperado de Covid-19 en el marco de ensayos clínicos colaborativos que buscan probar si los anticuerpos que se generaron en un organismo pueden ayudar en el tratamiento de infecciones por SARS-COV-2 en curso.

«En Argentina hay al menos tres redes colaborativas que estamos trabajando con la idea de que el «plasma convaleciente» de personas que tuvieron Covid-19 y se recuperaron, pueda servir para los pacientes más graves o en riesgo. La idea es aportar los datos que vamos obteniendo en tiempo real para que cada experiencia sirva a la otra», describió hoy a Télam Ricardo Valentini, jefe del Departamento de Medicina del Cemic.

Valentini explicó que «sobre los datos del presente hay un estudio hecho sobre 19 pacientes en los cuales hubo buenos resultados, pero para la magnitud de esta pandemia no representa un universo significativo».

El médico también detalló que en Estados Unidos se están llevando adelante tres líneas de investigación: «Una usa plasma como profilaxis, es decir que se le suministra a personas que estuvieron expuestas al virus para probar si puede prevenir; ésta es una línea que en Argentina no la está haciendo ningún grupo».

«La segunda línea es un protocolo con pacientes en formas leves y moderadas de la enfermedad, y la tercera es un estudio de acceso abierto, que implica que los médicos pueden aplicar plasma si quieren y registrar los resultados. También hay 50 pacientes bajo tratamiento compasivo, es decir, fuera de estudios, que estaban recibiendo plasma. Pero no tenemos información de resultados de ninguna de estas líneas aún», describió.

En Argentina, el plasma se aplicará a pacientes que se encuentren graves, es decir, en terapia intensiva con respiración mecánica, o bien que estén por ser asistidos en forma inminente por un respirador; en todos los casos los pacientes recibirán, además, los tratamientos que esté utilizando cada centro de salud.

«En el caso del plasma no tiene los riesgos de una droga nueva. Se trata de un componente de la sangre que se utiliza hace un montón de años para muchas cosas. Por ejemplo, se usa plasma en una operación cuando un paciente está perdiendo sangre porque aporta factores de coagulación; también se usa en enfermedades hematológicas y otras infecciosas, además de la fiebre hemorrágica que es lo que más se conoce», describió Valentini.

El Cemic realizará primero un «estudio de factibilidad» que implicará el suministro de plasma a diez pacientes graves sin comparar contra otro grupo de referencia (es decir que no se le administre); luego se hará un registro de tolerancia, si hay mejoría o no, y de características de los pacientes.

«El plasma se dará junto al tratamiento que se considere mejor para ese paciente; actualmente no hay ningún tratamiento lo suficientemente validado, las evidencias de las que disponemos son pocas y en algunas ocasiones hasta contradictorias», señaló Valentini.

En el mismo sentido, el médico especialista en inmunohematología Pablo Camino, del Servicio de Medicina Transfusional del Hospital Italiano, sostuvo que «la ventaja del plasma es que no choca con los otros tratamientos; entonces se puede administrar sinérgicamente con las otras drogas».

Camino también enfatizó que «por ahora no hay un tratamiento que se sepa con seguridad que funciona» en relación a las drogas que se están administrando, que a grandes rasgos se clasifican entre antivirales (como ritonavir/lopinavir) e inmunomoduladores (como hidroxicloroquina o interferón beta), esto es que actúan sobre la respuesta inmunológica del paciente.

En ese contexto, recordó que «el plasma convaleciente es un recurso que lleva muchos años pero como cada virus y cada fisiopatología de una enfermedad son distintos uno no tiene la certeza de que vaya a funcionar».

En el Hospital Italiano se va a hacer un estudio clínico doble ciego: a un grupo de pacientes se le aplicará plasma convaleciente y se comparará su evolución contra otros a los que se les dará placebo; en ambos casos se les brindará, además, el tratamiento indicado según sus características.

El hemoterapeuta explicó que «no se trata solamente de colectar el plasma y transfundírselo a quien está cursando la infección, sino que hay que saber si el plasma recolectado tiene anticuerpos, qué cantidad, si sólo tiene anticuerpos específicos o si también tiene neutralizantes, que son los que bloquean el virus, entre otras cosas».

Otro obstáculo, explicó, es que «los valores de referencia en relación a la concentración de anticuerpos por mililitro tampoco son contundentes; hay estimaciones como para decir menos de este valor no tiene sentido, pero no hay certezas; la idea es aprovechar lo que ya se sabe y sobre esa base mejorar los procedimientos y protocolos para generar mayor efectividad».

En ambos centros de salud, la respuesta de los potenciales donantes fue positiva: «Es importante que las personas curadas se vean motivadas a donar su plasma para ayudar a otros enfermos», expresó Valentini.

Los donantes deberán ser pacientes dados de alta con PCR negativo, es decir que por laboratorio se confirme que no tienen el virus; tienen que estar en buen estado de salud desde hace al menos 14 días y cumplir con todos los requisitos de cualquier donante de sangre; el procedimiento dura aproximadamente entre 45 y 50 minutos.

Según informó Beijing, se viene aplicando en pacientes graves que entre 12 y 24 horas después muestran signos de recuperación.

Uno de los pacientes que padecía el síndrome de covid-19, tratado con plasma sanguíneo recogido de personas curadas, fue dado de alta del hospital en la ciudad de Wuhan, lo que representa un verdadero avance en la cura de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus​.

Esto fue anunciado por Sun Yanrong, funcionario del ministerio chino de ciencia y tecnología, durante una conferencia de prensa este lunes en Beijing, anunció la agencia estatal de noticias Xinhua.

Según el funcionario chino, la primera dosis de plasma sanguíneo de un paciente recuperado del síndrome de Covid-19 se recolectó el 1 de febrero, mientras que esta terapia experimental se aplicó por primera vez a un paciente el 9 de febrero.

Trabajadores sanitarios revisan casa por casa buscando personas enfermas en Wuhan. / Reuters

Ese paciente estaba «en estado grave» y hospitalizado en un hospital del distrito de Jiangxia en Wuhan, epicentro de la epidemia del coronavirus.

Sun agregó que otros 10 pacientes se someterán a este tratamiento esta semana, mientras que las autoridades están pidiendo a más pacientes recuperados del síndrome que donen su plasma sanguíneo.

Xinhua también informó que veinte pacientes recuperados de la infección por coronavirus donaron su plasma a quienes se encuentran en condición severa en Wuhan, capital de la provincia de Hubei fuertemente afectada por la enfermedad .

Esos donantes son médicos y enfermeros que se han recuperado de la enfermedad durante 10 días en el hospital popular 1 del distrito de Jiangxia y del hospital de medicina tradicional china.

Doce pacientes en condición severa han recibido el tratamiento de plasma. Un experto del hospital popular 1 del distrito de Jiangxia dijo el domingo último que los pacientes han mostrado mejores síntomas clínicos entre 12 y 24 horas después de recibir el tratamiento.

«Estamos observando los resultados terapéuticos y mejorando nuestros planes de tratamiento», indicó el experto, quien agregó que la donación de plasma no afectará al donador.

Zhang Dingyu, director del Hospital Jinyintan de Wuhan, un importante hospital designado para admitir casos confirmados en Wuhan, también exhortó a los pacientes curados que fueron infectados por el covid-19 que donen plasma.

En Shanghai, datos oficiales mostraron el sábado en la tarde que 124 pacientes se habían recuperado del virus y habían sido dados de alta de hospitales. De ellos, 14 se mostraron dispuestos a donar su plasma para ayudar en la investigación.