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China concederá un crédito de 1.000 millones de dólares para que los países de América Latina y el Caribe puedan acceder a la vacuna contra el Covid-19, indicó este miércoles Wang Yi, ministro chino de Relaciones Exteriores, durante una reunión virtual con los cancilleres de ambas regiones.

En su intervención, Wang agradeció la cooperación de América Latina durante la crisis por el Covid-19 y destacó que la vacuna desarrollada en su país será un bien público de acceso universal, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado.

El pasado mes de mayo, el presidente de China, Xi Jinping, anunció que Pekín proporcionaría 2.000 millones de dólares a lo largo de dos años para ayudar a países afectados por la pandemia en los ámbitos económico y social, sobre todo a naciones en desarrollo.

Vacuna china contra el coronavirus

Una vacuna contra el coronavirus desarrollada por la biofarmacéutica china CanSino Biologics y la unidad de investigación militar del país asiático se ha revelado segura y capaz de inducir respuestas inmunes en la mayoría de los pacientes, según demostró un estudio en humanos de fase 2.

Los investigadores comprobaron que la vacuna Ad5-nCOV, que se suministró a 508 adultos sanos no expuestos al Covid-19, induce respuestas inmunitarias de anticuerpos y linfocitos T que atacan al virus, al tiempo que no causa efectos secundarios graves.

 

Una vacuna contra el coronavirus desarrollada por la biofarmacéutica china CanSino Biologics y la unidad de investigación militar del país asiático se ha revelado segura y capaz de inducir respuestas inmunes en la mayoría de los pacientes, según lo ha revelado un estudio en humanos de fase 2.

Los investigadores comprobaron que la vacuna Ad5-nCOV, que se suministró a 508 adultos sanos no expuestos a covid-19, induce respuestas inmunitarias de anticuerpos y células T que atacan al virus, al tiempo que no causa efectos secundarios graves. Los resultados han sido publicados en la revista The Lancet.

Por otro lado, los autores del estudio indican que una mayor edad y la alta inmunidad preexistente al adenovirus reducen las respuestas inmunes a la vacuna. De hecho, en algunos participantes con inmunidad al adenovirus —sobre todo en personas de 55 años o más—, una inyección podría ser inadecuada para inducir un alto nivel de respuestas inmunitarias, estiman los investigadores, sugiriendo como potencial solución una dosis adicional administrada entre el tercer y sexto mes después de la primera.

«Resultados prometedores»
La posible vacuna china se vale de un virus del resfriado común modificado para transportar material genético del nuevo coronavirus al cuerpo humano, un método utilizado también por la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, que presentó los datos de las primeras pruebas en humanos el mismo día y con conclusiones parecidas.

Los resultados de ambos estudios «son un buen augurio para los ensayos de fase 3, donde las vacunas deben analizarse en poblaciones mucho más grandes de participantes para evaluar su eficacia y seguridad», escriben Naor Bar-Zeev y William Moss, del Centro Internacional de Acceso a Vacunas en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, en un editorial de The Lancet. «En general, los resultados de ambos ensayos son ampliamente similares y prometedores», añaden.

Unas 20.000 dosis de la vacuna experimental de la compañía privada china Sinovac Biotech llegaron hoy a San Pablo para los ensayos que se realizarán en trabajadores del área de salud de los estados de Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Paraná y Brasilia.

Brasil, el foco mundial de la Covid-19, con un promedio diario superior a 1000 muertes desde junio pasado, comenzó hoy la cuenta regresiva para tener una vacuna contra el coronavirus con la llegada a San Pablo de 20.000 dosis de la vacuna experimental de la compañía privada china Sinovac Biotech.

«Es un gran día para la ciencia brasileña y una gran esperanza», dijo Dimas Covas, director del instituto Butantan, del estado de Sao Paulo, la mayor fábrica de vacunas de América Latina, encargada de desarrollar la Coronavac de Sinovac en Brasil.

Un avión carguero de la aerolínea Lufthansa arribó hoy al aeropuerto internacional de Guarulhos (San Pablo) con 20.000 dosis que serán destinadas a los ensayos.

Los ensayos serán realizados en 9.000 brasileños trabajadores del área de salud de los estados de Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Paraná y Brasilia.

El acuerdo es entre el estado de San Pablo y la empresa china en virtud de las relaciones de diplomacia paralela entabladas por la gobernación, en el marco de las diferencias de abordaje de la pandemima con el gobierno central del presidente Jair Bolsonaro, quien dijo estar enfermo de Covid-19 desde el 7 de julio.

La vacuna está en fase III, es decir, que se puede probar en humanos, y se prevé que si tiene éxitso pueda estar lista a inicios de 2021.

«América Latina también podrá beneficiarse de la fábrica de vacunas del Instituto Butantan en caso de la vacuna sea exitosa», dijo a Télam la semana pasada el gobernador paulista, Joao Doria.

Este es el segundo caso de ensayos en humanos en Brasil, ya que el primero comenzó con 4.000 brasileños que están siendo testeados a través de la Unviersidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), que tiene un convenio con la Universidad de Oxford para probar la vacuna inglesa.

Los ensayos realizados en fase 1 y 2 en alrededor de 1.077 voluntarios mostraron que la posible vacuna contra el covid-19 los llevó a producir anticuerpos y glóbulos blancos que pueden combatir el coronavirus y causa pocos efectos secundarios que tomando solo paracetomol se redujeron.

La posible vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford parece segura para el sistema inmunitario y puede producir anticuerpos, de acuerdo a los resultados de los primeros ensayos publicados en la revista médica The Lancet, según consignaron los principales medios británicos este lunes.

Los ensayos realizados en fase 1 y 2 en alrededor de 1.077 voluntarios mostraron que la vacuna los llevó a producir anticuerpos y glóbulos blancos que pueden combatir el coronavirus y causa pocos efectos secundarios que tomando solo paracetomol se redujeron.

«Todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que podamos confirmar si la vacuna ayudará a manejar la pandemia, pero estos primeros resultados son prometedores ya que se puede producir a gran escala», aseguró Sarah Gilbert, investigadora de la Universidad de Oxford.

«Además de continuar probando nuestra vacuna en ensayos de fase 3, necesitamos aprender más sobre el virus; por ejemplo, todavía no sabemos qué tan fuerte es la respuesta inmune que debemos provocar para proteger eficazmente contra la infección por SARS-CoV-2», agregó.

La primera fase del ensayo comenzó en abril e incluyó al menos 1.000 voluntarios adultos, mientras que ahora se está probando en 10.000 voluntarios, incluidos personas mayores de más de 70 y niños de de 5 a 12 años.

Mientras tanto, el Reino Unido anunció este lunes que ya ordenó 100 millones de dosis de la vacuna.

La posible vacuna contra el nuevo coronavirus desarrollada en el Instituto Jenner, de la universidad de Oxford, generó en los pacientes que participaron de la fase 1 de testeos una “doble defensa” contra la enfermedad. 

El reporte sobre los resultados de la primer etapa -que será publicado oficialmente en el medio especializado The Lancet el 20 de julio- indica que las muestras de sangre extraídas a los voluntarios mostraron que la dosis había producido tanto anticuerpos como linfocitos T citotóxicos, los cuales atacan y neutralizan células infectadas.

Los científicos destacaron la producción de este tipo de linfocitos. Indicaron que, a diferencia de los anticuerpos -que distintos estudios sugirieron pueden desaparecer después de algunos meses- esta respuesta inmune puede permanecer en circulación durante años.

“Es esta combinación la que esperamos que mantenga a salvo a las personas”, indicó una fuente al medio británico. De mantenerse la producción de estos linfocitos a estos niveles, indicaron, no sería necesaria una producción masiva de anticuerpos para generar inmunidad a la enfermedad.

Este aspecto del resultado adquiere una relevancia especial, considerando estudios recientes que porcentajes relevantes de personas que han cursado la enfermedad perdieron sus anticuerpos pocos meses después.

Los resultados iniciales también sugirieron que la vacuna -llamada ChAdOx1 nCoV-19- es segura y no produce mayores efectos secundarios.

No obstante, el científico apeló a la cautela. Y si bien concedió que los resultados son “extremadamente prometedores”, remarcó que no prueban que la vacuna genera una inmunidad duradera contra el Covid-19. “Es un momento importante, pero todavía hay un largo camino por delante”, expresó.

La fase 1 del estudio tuvo lugar en la ciudad inglesa de Oxford en abril, e involucró a 500 voluntarios. Actualmente, el proyecto que la universidad lleva a cabo con la compañía británico-sueca AstraZeneca se encuentra llevando a cabo dos fases distintas: una 2/3 en Inglaterra, y un estudios de fase 3 en Brasil y Sudáfrica. En el el país sudamericano, 2.000 voluntarios se han inoculado desde el 23 de junio.

De ser los resultados igualmente positivos en estos casos, los científicos esperan tener lista la vacuna para octubre. AstraZeneca anunció a principios de junio que duplicó en estos meses su capacidad de fabricación y podría producir 2.000 millones de dosis. La mitad de ellas serían enviadas a países en desarrollo.

Al momento del anuncio, se reveló también que Estados Unidos se ha procurado 300 millones de dosis, en el marco de un acuerdo en el que comprometió más de USD 1.000 millones para garantizar las pruebas y la fabricación. El Reino Unido, en tanto, ha reservado otras 100 millones.

Según indicó a The Telegraph David Carpenter, el titular del Comité de Ética de Investigación Berkshire, entidad que aprobó las pruebas de la universidad de Oxford, dijo que la vacuna podría estar a disposición de la población en septiembre”. Esto sugiere que, de confirmarse su efectividad en octubre, podría comenzar a suministrarse de inmediato.

Las acciones de AstraZeneca subieron más de 5 por ciento como consecuencia de los resultados.

La noticia llega un día después de que otro laboratorio, Moderna, publicara los resultados de su propia fase 1 de estudios, los cuales demostraron que su vacuna produjo una cantidad de anticuerpos similares a los que tienen aquellos que superaron la enfermedad de manera natural. También produjo linfocitos T citotóxicos en los voluntarios.

Moderna, a diferencia de Oxford y AstraZeneca, todavía no ha comenzado con la fase 3 de sus pruebas. Lo hará el próximo 27 de julio, cuando inocule a 30.000 personas en 87 locaciones distintas a lo largo de Estados Unidos.

La vacuna de Moderna utiliza material genético llamado ARN mensajero para hacer que las células produzcan la proteína espiga del coronavirus.

El tiempo que demanda tener una vacuna efectiva contra el coronavirus hace necesario considerar formas alternativas para controlar la enfermedad, como los anticuerpos monoclonales y el desarrollo de fármacos específicos, según lo expuesto por un grupo de expertos durante un coloquio organizado en Italia.

«Es irreal pensar en tener una vacuna ya en septiembre, es más probable que llegue para la primera o segunda mitad de 2021», afirmó Gianluca Sbardella, profesor de química farmacéutica de la Universidad de Salerno, durante el coloquio Esperando la Vacuna, promovido online por la comisión de investigación de Academia Nacional de los Linces y por la División de Química Farmacéutica de la Sociedad Química Italiana.

«Si todos fueran vacunados con un producto realmente efectivo, podríamos hacer desaparecer el Covid-19, pero no está dicho que se obtenga este producto, mucho menos en tan poco tiempo. Por eso, se deben considerar formas alternativas», aseguró el especialista, según la agencia de noticias ANSA.
La atención en estos meses se focalizó sobre los anticuerpos monoclonales y el desarrollo de fármacos específicos para el nuevo coronavirus, aunque el camino más rápido, sin embargo, es el del reposicionamiento de fármacos ya existentes, como el Remdesivir, agrega ANSA.

«La empresa productora anunció una reducción del 62% del riesgo de mortalidad», explicó Maria Gabriella Santoro, viróloga de la Universidad de Roma Tor Vergata. «Sin embargo, no debemos olvidar que la producción es costosa y lleva tiempo, y que el fármaco, además de dar efectos secundarios, también puede inducir resistencia», agregó.
Por ese motivo, según la experta, «la estrategia ganadora es usarlo en combinación con otras drogas, dentro de cócteles como ya lo hacemos con el virus VIH».

La carrera contra la Covid-19 «recuerda precisamente la que hubo contra el sida, incluso con una velocidad aún más acelerada por Internet», comentó Cristina Mussini, profesora de enfermedades infecciosas en la Universidades de Módena y de Reggio Emilia.

En el mundo hay 160 vacunas candidatas contra el virus SarsCov2, de las cuales 23 están en fase de experimentación sobre el hombre, según el último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las hay de todos los tipos: ADN, ARN, con vectores virales o virus inactivados, vivos pero atenuados, o simples subunidades del virus.

En los últimos meses hubo un «crecimiento explosivo de artículos científicos, más de cien al día, de los cuales solo una cuarta parte contenía datos experimentales publicados principalmente sin revisión», recordó en el coloquio Enrico Bucci, de la Universidad de Temple.

«Especialmente en los primeros meses se publicó mucha basura, dijo, por su lado, Giuseppe Ippolito, director científico del Instituto Spallanzani, y hemos estado listos para tomar decisiones incluso cuando no había evidencia disponible», concluyó.

El infectólogo, Tomás Orduna, miembro del equipo asesor del Gobierno nacional, afirmó hoy que en Argentina «se reclutarán entre dos y tres mil personas para probar la vacuna» de las compañías farmacéuticas Pfizer y BioNTech, y agregó que la pruebas comenzarán «entre fin de mes y principios de agosto».

«Lo que hay que hacer ahora es confrontar la vacuna con los que reciben el placebo; una rama va a recibir la vacuna y la otra solución fisiológica”, explicó Orduna.

“Después que se vacunan 100 y 100 se verá en los próximos 30 a 60 días qué porcentaje de cada una de esas ramas se infectó para saber si (la vacuna) es protectiva, y si es protectiva en qué porcentaje”, señaló el infectólogo.

“Una vacuna, normalmente, para estar en el calendario suele tener un 75 u 80% como piso de protección”, precisó el también asesor del gobierno nacional.

El viernes pasado, la Argentina fue seleccionada como el único país de la región para desarrollar una de las fases de prueba con personas de la vacuna contra el coronavirus que preparan estas empresas farmacéuticas.

Ambos laboratorios anunciaron que se encuentran a la espera de la aprobación regulatoria de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

El estudio, que se realizará a partir de agosto, está a cargo del equipo del infectólogo pediatra y director de la Fundación Infant, Fernando Polack.

Respecto a lo que sucederá con el aislamiento obligatorio a partir del 18 de julio, Orduna estimó que lo mejor es volver a la etapa de hace tres semanas y dijo no creer que se puedan abrir muchas más actividades.

Cabe destacar que la vacuna de Pfizer Inc. y BioNTech SE es hoy mismo una de las doce que son probadas en seres humanos (en fase clínica) alrededor del mundo, según registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Alexánder Lukáshev, director del Instituto de parasitología médica y enfermedades tropicales y transmitidas por vectores, perteneciente a la Primera Universidad Estatal Médica de Moscú Séchenov, ha dado por exitosos los ensayos clínicos de una vacuna rusa contra el nuevo coronavirus que se llevaron a cabo en la universidad en un grupo de voluntarios.

En un comentario concedido a RIA Novosti, Lukáshev ha declarado que «en esta etapa se demostró la seguridad de la vacuna», que corresponde con el nivel de seguridad «de las vacunas que actualmente están en el mercado».

Los ensayos clínicos comenzaron en la Universidad Séchenov el 18 de junio y tenían como objetivo evaluar los efectos de la vacuna contra el covid-19 creada por el Instituto de Investigaciones de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.

La vacuna, creada de forma artificial sin ningún elemento del coronavirus en su composición, está en forma liofilizada y representa un polvo para preparar una disolución administrada por vía intravenosa.

En la investigación han participado 38 voluntarios en total. Algunos de ellos presentaban reacciones posvacunales durante las primeras horas después de la inyección, como un ligero aumento de la temperatura y dolores de cabeza, entre otras, que desaparecieron por sí solas durante el día, señalaron desde la universidad.

El primer grupo de voluntarios que probó el invento será dado de alta el 15 de julio, mientras que el segundo el día 20, y los especialistas seguirán vigilando su respuesta inmune.

Para los ensayos clínicos, todos habían pasado por una revisión médica exhaustiva, incluyendo una prueba para determinar la ausencia de anticuerpos del coronavirus, y habían sido aislados por dos semanas antes de la inyección de la vacuna experimental y el inicio de la investigación. Su estado de salud será monitorizado durante seis meses después del alta médica.

A diferencia de los fármacos, cuya eficacia es estimada por sus efectos en las personas que ya tienen cierta enfermedad, las vacunas experimentales se administran a personas sanas que luego se ven expuestas al microorganismo nocivo. Después de meses o años de observación, los científicos pueden considerar su invento como exitoso si aquellas personas no se contagiaron tras la inyección.

Normalmente las vacunas experimentales son probadas en miles de personas que residen en zonas de contagio, aunque también es común que estos estudios involucren a unas decenas de voluntarios que son vigilados por los médicos por si presentan síntomas de la enfermedad tras ser infectados.

De esta manera, los investigadores pueden decidir si merece la pena seguir con el desarrollo de la vacuna probada o si es mejor buscar otro remedio.

Infectólogos y especialistas de los campos de la ciencia coincidieron hoy en destacar la importancia de que la Argentina haya sido seleccionada como único país de la región para llevar adelante una de las fases de prueba con personas de la vacuna contra el coronavirus que preparan las compañías farmacéuticas Pfizer Inc. y BioNTech SE.

Los especialistas explicaron que esta vacuna ya pasó por las fases de control de seguridad y señalaron que el hecho de formar parte del proyecto posiciona favorablemente a la Argentina frente a la demanda mundial de este medicamento, en caso de resultar exitoso y aprobado.

Eduardo López, infectólogo e integrante del equipo de asesores del gobierno nacional frente a la pandemia de coronovirus, dijo a Télam que «la de Pfizer es una vacuna ARN que ya pasó la fase 1 y ahora está en una fase 2b/3».

«Creo que probar la vacuna en Argentina es muy bueno y es una noticia importante, pero también sería conveniente que otros laboratorios que están investigando vacunas contra la Covid-19 prueben en estudios clínicos sus vacunas en Argentina», opinó.

«No creo que vaya a estar disponible para la gente antes de marzo 2021, porque la producción lleva su tiempo. Además, es necesario que haya varios laboratorios que tengan vacunas disponibles por la necesidad mundial», apuntó.

Sobre los requisitos para que la vacuna sea aprobada, López advirtió que se precisa que «no presente efectos adversos importantes, que tengan buen nivel de anticuerpos protectores, que estos anticuerpos duren en el tiempo y que sean baratas para que todos los países tengan acceso».

Por su parte, el pediatra infectólogo y coordinador de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Ricardo Ruttimann, consideró que «la vacuna BNT162 es un candidato de las llamadas de ARN mensajero, cuyo desarrollo se inició en China (Fosun), luego en Alemania (BioNTech) y EEUU (Pfizer)».

«Recién está comenzando su desarrollo y no hay experiencias con otras vacunas de estas características dentro de las vacunas comerciales», dijo.

«Los diferentes desarrollos están siendo muy rápidos y podríamos tener novedades en los próximos 6 meses. Uno de los desafíos más importantes es que no conocemos completamente los aspectos inmunológicos de la enfermedad; además las vacunas deben ser seguras y eficaces», completó.

Gustavo Lopardo, infectólogo del Hospital Bernardo Houssay, contó a Télam que «desde que apareció el coronavirus, que fue descripto el 10 de enero cuando China le dio a conocer a la OMS cómo era la secuencia del virus, seis meses después se están desarrollando más de un centenar de vacunas distintas».

«Las vacunas pueden tener distintas formas en las que se diseñan, en todas se busca que el organismo responda generando anticuerpos como si hubiese tenido la enfermedad; hay vacunas inactivan el virus, otras tienen algunas proteínas del virus, otras en las que se junta con un vector y también están las que, como esta, se basan en el ADN y ARN, que son el material nucleico del virus», detalló.

Lopardo precisó que «esta vacuna es ARN que codifica la producción de algunas de las proteínas del virus y estimularía la producción de anticuerpos en las personas. Ya pasó las primeras fases de la seguridad y tolerancia, y ahora va a entrar en fase clínica con pruebas en muchas personas voluntarias».

«Argentina fue seleccionada de entre un grupo de países para formar parte de las pruebas. Y eso es importante porque nos puede dar prioridad para la provisión de las dosis y porque se podría discutir la transferencia de tecnología para producirla aquí», finalizó.

Ricardo Teijeiro, infectólogo del hospital Pirovano e integrante de SADI, dijo a Télam que «hay varias vacunas en desarrollo y hay tres que ya se están probando».

«Esta vacuna de Pfizer es un desarrollo en conjunto con BioNTech que se podría estar probando en Argentina, uno de los países seleccionados. Es una vacuna con tecnología ARN que por estudios previos demostró seguridad. Ahora falta evaluar su eficacia y la durabilidad de los anticuerpos», completó.

Con la ausencia de tratamientos efectivos o de una vacuna, el continente americano podría experimentar «brotes recurrentes» de COVID-19 por los próximos dos años, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

«Frente a una pandemia que cambia rápidamente, el liderazgo hará efectiva o romperá nuestra respuesta. Ahora, es el momento de que líderes superen divisiones políticas y fronteras geográficas para aumentar el apoyo para una respuesta proporcional a esta crisis sin precedentes», sostuvo la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Para la funcionaria, la situación es preocupante. Los casos de COVID-19 en las Américas superaron los 4,5 millones, con 226.000 muertes al comienzo de esta semana. Desde el mes pasado, los casos se triplicaron en América Latina y el Caribe, de casi 690.000 el 23 de mayo, a más de 2 millones hoy.

La transmisión generalizada se está dando en la mayor parte de Centroamérica. En América del Sur, Brasil superó el millón de casos de coronavirus, sumándose a Estados Unidos como los únicos países del mundo con casos en seis dígitos. «El Caribe va mejor, pero con zonas calientes en la frontera de Haití y República Dominicana, así como dentro del escudo guyanés», detalló.

«Debemos ser realistas sobre el futuro: todos tenemos que adaptarnos a una nueva forma de vida y redefinirá nuestro sentido de lo normal», indicó Etienne.

La directora de la OPS dijo que los países deben ajustar y coordinar su respuesta al COVID-19 en base a datos cada vez más detallados. «Los gobiernos tendrán que tomar decisiones, considerando simultáneamente indicadores de salud, económicos y sociales. Esto permitirá a los funcionarios de salud comprender dónde se está acelerando la transmisión y qué grupos corren un mayor riesgo con el fin de orientar mejor sus esfuerzos», añadió.

La flexibilidad en la respuesta va a ser clave, señaló. Las medidas de salud pública, así como los esfuerzos de protección social, financiera y fiscal «tendrán que ser revisados periódicamente para minimizar el impacto del virus» en las sociedades. Especialmente, en las comunidades que dependen de las economías informales.

«No superaremos esta crisis sin atender las necesidades de los más vulnerables: los más propensos a enfermarse y los menos propensos a recibir atención, como los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las personas en situación de pobreza en zonas urbanas y las poblaciones migrantes. Si los descuidamos, corremos el riesgo de que los próximos dos años parezcan los últimos meses», manifestó la directora de la OPS.

La doctora llamó a «priorizar la detección temprana de casos sospechosos, las pruebas de laboratorio, el seguimiento de contactos y la cuarentena como base de una estrategia específica y sostenible para controlar el COVID-19».

También puntualizó la necesidad del fortalecimiento de los sistemas de salud, a los que consideró la “defensa más fuerte contra el COVID-19, para hoy y para el futuro”. A su vez, resaltó la recomendación de la OPS de invertir al menos el seis por ciento del PBI en salud pública: “es más relevante que nunca”.

La directora de la entidad pidió una cooperación regional concertada contra la enfermedad. «Aunque nos alegramos cuando un país aplana con éxito su curva epidémica de COVID-19, el riesgo de resurgimiento siempre existirá, a menos que todos aplanemos la curva a nivel regional y global».

Fuente: Todo Noticias