La electricidad que generará Patagonia Energía, la empresa con la que el magnate inglés Joe Lewis abastecerá a El Bolsón desde su central hidráulica del río Escondido, tendrá precios muy por encima de los del mercado porque estarán alcanzados por la ley de energías renovables que sancionó el Congreso el año pasado y reglamentó el gobierno en marzo de este año.
El gobierno de Mauricio Macri decidió trasladar a los usuarios del país el verdade+ro costo de generación y comenzó con un plan que en una primera etapa ya produjo un alto impacto en hogares, comercios, industrias y servicios. No está muy claro si este año continuarán con los incrementos, que para las familias fue de entre 60% y 100%, pero para algunas empresas de uso intensivo de la electricidad llegó al 600%.
La idea es regresar a las pautas de mercado del marco regulatorio que se sancionó en los 90 y que no se revisó durante la década kirchnerista.
El precio estacional del megavatio hora (MWh) pasó de 350 pesos en 2015 a unos 560 en 2016, pero la ley de fomento de las energías renovables (que desalienta las inversiones en combustibles fósiles) establece precios muy superiores.
Fuentes del mercado revelaron que la central Salto Andersen, ubicada en un derivador del dique del mismo nombre sobre el río Colorado, recibe poco más de 100 dólares por cada MWh generado. La usina pertenece a la provincia de Río Negro.
Expertos con manejo de los precios del mercado revelaron a «Río Negro» que la central de Lewis podría recibir entre 120 y 130 dólares por MWh, lo que equivaldría a un valor máximo en torno de los 2.000 pesos. Venderá su producción al mercado mayorista y entregaría la electricidad en la estación transformadora de El Bolsón, en una tensión de 33 kV, que es la misma que tiene el tendido que ahora abastece parte de la demanda de la localidad desde Chubut.
Con este aporte, Edersa podría dejar de generar con gasoil, una meta que no se pudo cumplir cuando se hizo el tendido desde Chubut por dificultades de las instalaciones de esa provincia.
«Río Negro» intentó comunicarse con José Michaux, el responsable de la construcción y operación de la central de Lewis, pero no respondió los llamados.
Lo que trascendió es que la central, ubicada en tierras inaccesibles del magnate inglés, está compuesta por seis turbinas de 1,2 megavatios (MW) de potencia cada una. Los 7,2 MW es la mitad de la potencia del diseño original.
Una parte de esta generación será utilizada por Lewis en su mansión de lago Escondido, que ahora ya se autoabastece con una usina hidráulica.
El acceso al lago por el camino que lleva a las instalaciones del empresario está cerrado y en vano la Justicia ha ordenado el libre acceso, a instancias de grupos ambientalistas y de la senadora nacional Magdalena Odarda, del Frente Progresista.
La ley que sancionó la Legislatura de Río Negro en diciembre de 2010 para permitirle a Lewis el uso del agua del río Escondido para este emprendimiento, le otorgaba un plazo de 5 años para ejecutar todas las obras, incluso la de la interconexión con el mercado eléctrico mayorista. Ese plazo se extinguió hace casi cuatro meses.
Río Negro