RAWSON (ADNSUR) –Silvina Nacht, una bióloga oriunda de Trelew que se radicó en Europa, y su esposo, Guillermo Vicent, crearon un mecanismo que silencia las células de cáncer de mama hormono-dependientes. Ambos son investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, ciudad en la que viven desde el año 2003. El logro científico fue publicado en revistas especializadas debido a que consiste en un proceso clave en la proliferación de tumores y genera nuevas perspectivas para posibles futuros tratamientos.
Silvina y su esposo trabajan juntos desde 2002,primero lo hicieron en Alemania, a donde se radicaron en 1998. La trelewense cursó sus estudios primarios en el ex Departamento de Aplicación (actual Escuela 206) y el secundario lo realizó en el Colegio Nacional, egresando en 1985. En 1986 realizó el Ciclo Básico Común en la Universidad de Buenos Aires, donde conoció a su esposo, Guillermo, oriundo de Flores, informó diario El Chubut.
En diálogo con FM El Chubut, Nacht indicó que “al principio volvía a Trelew, pero en 1998 decidieron mudarse a Alemania para desarrollar investigaciones junto al investigador Miguel Beato, que es quien dirige el prestigioso Centro de Barcelona”.
Además, sostuvo que el trabajo“forma parte de una investigación básica para colaboraciones a futuro, con tejidos humanos”.
Sobre su carrera, Nacht comentó: “yo estudié en la UBA. En 1998 nos fuimos a Alemania donde estuvimos 5 años y medio; y después nos vinimos a Barcelona. La idea era irnos por 2 años; pero como vino el corralito nos quedamos más tiempo en Alemania. Y fue cuando nuestro jefe, autor del trabajo, dijo que había posibilidad de abrir un nuevo centro de Barcelona”.
Allí “alquilábamos un piso y teníamos dos o tres laboratorios. Luego se construyó un edificio que costó 25 millones de euros, que es un Parque de Investigaciones Científicas de Barcelona, que reúne a varios centros”..
“SENTIMOS UNA DEUDA CON NUESTRO PAIS”
«La idea era volver, intentamos volver cada año, en las vacaciones de los chicos, cada dos años volvemos, y por ahora nos quedamos aquí en Barcelona. Y ahora nuestro hijo más grande va a empezar la Universidad, entonces cada vez cuesta más pegar la vuelta. Nos hubiera gustado volver, porque nos formamos en una Universidad pública, y sentimos que tenemos una deuda con nuestro país, que es devolver lo que uno aprendió”, remarcó la científica.
Y sostuvo que “hay chicos de Argentina que han venido a hacer pasantías, con una excelente formación. Este Centro tiene acceso a montón de tecnología, uno puede avanzar más rápido. Este trabajo llevó unos 3 años”, explicó la trelewense, que gracias a este estudio proporciona nuevas esperanzas en los pacientes oncológicos.