El Congreso Nacional declaró recientemente el 30 de agosto de cada año como “Día Nacional del Libre Acceso a las Costas de los Ríos, Lagos y Arroyos”, iniciativa de la cual nos sentimos parte.
Por Graciela Cousinet – Diputada Nacional Libres del Sur –
El 30 de agosto de 2006, Cristian González tenía 31 años, dos hijas y una pareja con otra bebé en camino. Fue a pescar con dos amigos a un río cerca de donde vivía, en San Martín de los Andes, Neuquén, y fue asesinado por un disparo del guardia de un complejo de cabañas pegado al río.
Su padre, Ángel Gonzalez, buscando justicia fundó la “Asociación por el Libre Acceso a las Costas de Ríos y Lagos Cristian Gonzalez”. Todos los 30 de agosto organiza actividades de concientización para recordar y mantener presente este derecho. A él le debemos la iniciativa presentada por la senadora Magdalena Odarda, que días atrás se convirtió en ley.
A lo largo del país vemos cómo terratenientes, barrios privados, complejos turísticos, alambran para su propio beneficio ríos, lagos y arroyos que son de dominio público. Un ejemplo conocido es el magnate inglés Joseph Lewis, quien se adueñó del Lago Escondido en la Patagonia, construyendo sobre el camino histórico, de fácil acceso. A pesar de que la Justicia ordenó que habilitara una vía “corta y accesible”, Lewis se niega a obedecer, argumentando que ya hay otros caminos, que tardan cuatro días, con tramos peligrosos sólo posibles a caballo.
Desde su asociación, Ángel Gonzalez tuvo una participación importante en las audiencias públicas previas a la reforma del nuevo Código Civil y Comercial, para que se mantuvieran los 35 metros y el carácter público del camino de sirga. Para que el derecho a disfrutar de nuestros lagos y ríos no sea un privilegio para unos pocos con mucha plata o con amigos en los gobiernos de turno u otros espacios de poder.
Desde el bloque de Libres del Sur recibimos su propuesta y presentamos un proyecto de ley en ese sentido, que declara a estas fuentes de agua como “bienes comunes de dominio público del Estado, inenajenables, inembargables e imprescriptibles”, estableciendo que cualquier obra que los afecte debe contar con un proceso de consulta previa y audiencia pública; debiéndose garantizar el derecho a su uso y goce, a partir del libre acceso.
Lamentablemente, en el texto final del Nuevo Código Civil la distancia del camino de sirga se redujo a 15 metros. Esperamos que la Cámara de Diputados apruebe este año el proyecto de ley con media sanción del Senado que restituye los 35 metros, que aún no inició el debate en comisiones. A diez años de la muerte de Cristian sería el mejor homenaje.