Das Neves, para hacer una de las tantas cortina de humo, como nos tiene acostumbrados anunció una campaña de droga y puso al frente del operativo a Claudio Mate que después de solucionar el problema de la droga en la provincia de Buenos Aires y sobre too el famoso “conurbano bonaerense” vino a Chubut de la mano del cuñado de Das Neves, Alberto Di Perna para replicar el trabajo realizado en las grandes metropolis.
Das Neves anuncio un ataque frontal contra la droga y la trata de persona, para ello puso toda la fuerza del Estado en una campaña frontal para combatir este flagelo que está destruyendo la sociedad argentina. “Basta de Droga”, “terminemos con la trata”, “limpiemos la sociedad”, fueron algunos mensajes claro de un gobernador comprometido.
Iniciada la campaña, los primero que cayeron fueron la gente de su entorno, Fernando Peralta y sus amigos con el Boliche Mil Demonios en donde se desarrollaba prostitución infantil y narcomenuceo, luego el suegro de un subsecretario dasnevista que comandaba un grupo en donde la droga y la trata de Trelew nunca faltaron, y que además las malas lenguas dicen que le hacía trabajo de vidente a Mario Das Neves.
No son pocos los que recuerdan ahora cuando Diego Correa, secretario privado de Das Neves, volcó un auto oficial en la ruta Trelew-Rawson y que lo incendiaron para borrar pruebas de una mercadería no perecedera que transportaba. En aquellos días, Das Neves lo apartó del cargo que ostentaba y lo tuvo marginado un par de semanas, pero como hubo un reclamo muy fuerte del entonces presidente del Banco Chubut, García Lorea recordándole al gobernador cuántas fiestas habían organizando junto a Dieguito cuando se encontraba deprimido en su época de director de la Aduana todo volvió a la normalidad, de ellos por supuesto.
Muchos dicen que si profundizan la lucha contra la droga el dasnevismo quedaría diezmado, los únicos que resistirían un embate serían Gonzalo Carpintero y Pablo Mamet, que pasarían todas las pruebas del proyecto de rinoscopia presentado por la diputada del FpV, Florencia Papaiani.