Encabezados por una gran pancarta con el lema “migrar es un derecho”, alrededor de 500 personas con banderas de Perú, Paraguay, Bolivia, República Dominicana, Brasil y Senegal marcharon ayer hasta el Congreso, convocados por la Red de Migrantes y Refugiados de Argentina y el Frente Patria Migrante, para reclamar contra el “retroceso de las políticas migratorias” impulsado desde el Gobierno.
Los carteles y cánticos durante la marcha reflejaron consignas como “el problema no somos nosotros: el problema es el racismo”; “basta de xenofobia”; “no es Trump: es Macri”; “no al centro de detención para inmigrantes” y “no más Pichettos”, en referencia a las declaraciones xenófobas del senador Miguel Ángel Pichetto. El líder del bloque PJ-FpV afirmó a principios de mes, entre otras cosas, que «las villas de la Argentina están tomadas por peruanos. La Argentina incorpora toda esta resaca».
“Hemos mandado una carta al INADI porque Pichetto es un xenófobo. Queremos que nos citen y que él vaya y presente sus pruebas y poder defendernos de lo que dijo, demostrar que es un xenófobo”, dijo ayer Jorge Ramiro Tapia Sainz, cónsul boliviano, en declaraciones al canal C5N. “Lo que lamentamos es que él niegue su origen: él es un descendiente de inmigrantes. También viene de familia humilde, la única diferencia es que eran rubios y ahora la migración es de tez oscura”, comparó el cónsul, y agregó que “tras esas declaraciones del senador ha habido una respuesta del Gobierno no aclaratoria, porque el secretario de Derechos Humanos –Claudio Avruj- se solidariza con esa propuesta. Nos preocupa mucho”.
Por su parte Lourdes Rivadeneyra, referente de la Red de Migrantes y Refugiados en Argentina –una de las convocantes a la marcha- advirtió que “a partir de los dichos de Pichetto los compañeros en el territorio están viviendo mucha violencia. En los hospitales no están siendo atendidos, hemos tenido casos de niños que son argentinos y como la madre no tiene documento argentino no los han querido operar. Vemos cómo estamos retrocediendo a partir de este cambio de gobierno”.
PREOCUPACION DESDE LA ONU
La marcha se dio el mismo día que miembros del Comité de la ONU que evalúa el cumplimiento de los países de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (Comité CERD) se reunieron con representantes del Estado argentino –en un diálogo que continúa hoy- para tratar la situación de los derechos humanos de las personas migrantes y de los pueblos indígenas.
Los referentes del Comité cuestionaron la creación de un centro de detención de migrantes –anunciado por el oficialismo en septiembre- y las posibles modificaciones al decreto reglamentario de la Ley de Migraciones (N°25.871) que endurecerían los controles hacia la población migrante. Los expertos describieron esas acciones como “extrañas a la tradición argentina de no criminalizar y estigmatizar” a los migrantes, según informó el Centro de Estudios Legales y Sociales. Además, se manifestaron preocupados por la creciente discriminación que enfrenta la población senegalesa en el país.
El encuentro se concretó luego de que el CELS y una decena de organizaciones presentaran al Comité un informe sobre la situación de los extranjeros en Argentina, advirtiendo que “un modelo de control que incluye mecanismos de detención y expulsión está desplazando a las políticas que tenían como eje central a la regularización”. El informe reflejó, por ejemplo, el aumento de las órdenes de expulsión: en 2014 se dictaron 1.760 expulsiones, en 2015 fueron 1.908 y en los primeros nueve meses de 2016 ya se llegó a 3258 (70% más que el total de 2015).