Allí la paleta de colores cambia de tonos día tras día, con sus montañas que se van cubriendo de nieve y blancos intensos que refuerzan el contraste del cielo contra los rojos y naranjas de los miles de árboles que cubren las laderas, tal como se puede descubrir en alguno de sus emblemáticos parques nacionales.
El avistamiento de aves es una actividad amigable con el medio ambiente que suma cada vez más adeptos.
El avistamiento de aves es una actividad amigable con el medio ambiente que suma cada vez más adeptos.
El avistamiento de aves es una de las actividades turísticas de menor impacto ambiental y con un creciente número de adeptos en los últimos tiempos en el mundo. La posibilidad de reconocer las distintas especies conlleva desplegar los sentidos y convertir a la observación en el arte de la expectación.
La propuesta de Esquel en la Patagonia Argentina, además del avistaje, es lograr la concientización del turista sobre la importancia de las aves para el mantenimiento del bosque como distribuidoras de semillas, consumidoras de insectos e indicadores ambientales.
Adentrarse en los ambientes naturales y mimetizarse con la vegetación es una de las principales características del avistaje de aves o también llamado «birdwatching» o «birding» (en inglés), cuyo propósito consiste en lograr que las aves no adviertan presencia extraña, y de esta manera no ahuyentarse dejándose observar desde una distancia prudencial.
El avistamiento de aves o «birdwatching», es una de las actividades de mayor tranquilidad y relajación que se realizan al aire de libre de manera tranquila, requiere paciencia, desarrollar los sentidos de la observación y discreción.
Las características particulares que presenta el ecotono de esta región del Chubut, zona de transición entre la Cordillera de los Andes y la estepa patagónica, permiten que una gran cantidad de aves puedan convivir e invitar a vivir una experiencia única en cuanto a la observación de aves.
El ambiente generado por la gran cantidad de lagos de la zona y las lagunas que rodean a Esquel, lo hacen ideal para avistar una gran cantidad de especies acuáticas como patos, flamencos, biguá y los hermosos cisnes de cuello negro.
También existe una diversidad de especies en la estepa, como choiques y martinetas, algunas de las del Bosque Andino Patagónico, como el HuetHuet, el Rayadito y el curioso chucao además de otras numerosas aves rapaces diurnas y nocturnas.
Entre las especies más llamativas que se pueden apreciar en la zona es el cóndor, el ave voladora más grande del mundo y símbolo de la Cordillera de los Andes. También se puede encontrar aves de la especie Maca, que tienen la particularidad de confeccionar sus nidos sobre el agua, atadas a las ramas para que no sean llevados por la corriente y tampoco alcanzados por los depredadores. Otra ave que se encuentra en la zona es el Martín Pescador, que tiene colores azules y verdes metalizados con el pecho anaranjado. También se pueden destacar las Hualas (el más grande de los Maca), unas de las zambullidoras más grandes del país, que nunca están fuera del agua y evitan volar.
Un dato de color es que los pájaros carpinteros de la Patagonia –los más grandes del mundo- frecuentan los bosques de ñires y lengas en busca de su alimento, en los alrededores de Esquel existen grandes extensiones con estos árboles, por eso es común verlos aquí y oírlos haciendo su duro trabajo cavando las cortezas de los árboles.
El avistamiento de aves es una actividad que es practicada sobre todo como ocio, reconociendo la diversidad de aves que la madre naturaleza protege en sus hábitats y que cumplen una función muy importante para mantener los bosques. Algunas personas llegan a crear una «lifelist» para anotar cada una de las especies que llegaron reconocer en su vida.
Hoy en día el avistamiento seduce a disímiles grupos de personas, desde los que desean por primera vez hacer una excursión de este tipo, aumentando su experiencia en un entorno natural, también quienes están más obsesionados con buscar rarezas y viajar por todo el mundo intentando agrandar sus listas personales y anotar aquellas aves detectadas, como aquellos que se dedican a estudiar científicamente el comportamiento de las mismas, conocida como ornitología.
«En el año 2011 se estrenó la película «The Big Year» ó «El gran año», protagonizada por Steve Martin, Jack Black y Owen Wilson. Basada en el libro escrito por Mark Obmascik, los tres protagonistas compiten para ganar el «bigyear» -una competencia entre los observadores de aves, ganando aquel que pueda identificar las más diversas especies en un año calendario-. Entre risas y aventuras, el film demuestra la pasión por el avistaje de aves y hasta donde se puede llegar».
LA DIFERENCIA DE RECONOCER ESPECIES EN SU HÁBITAT
Cuando se visitan centros que exponen aves en cautiverio, con supuestos fines pedagógicos, solo es posible detectar especies a partir de sus plumajes, colores y no mucho más, pues su resignada vida no ha permitido que ese ser vivo pudiera desarrollarse en su entorno silvestre y en contacto con la diversidad de fauna en el área geográfica a donde pertenece.
La observación de aves en su hábitat natural no solo permite reconocer la diversidad de especies a partir de sus plumajes y colores, sino también a través de sus cantos, la manera de volar solas o en bandadas, de vincularse con sus pares, los rituales de apareamiento o de cortejo como parte esencial para la reproducción y supervivencia de la especie, el solo hecho de estar y vincularse en el ambiente natural el observador es capaz de contemplar la vida de las especies desde una perspectiva integral.
Diario El Patagonico