Espinoza hablará en estas horas para invitarlo a una reunión. Lo hace el mismo día en que el ex ministro presenta avales para ir a las PASO.
Fernando Espinoza, como jefe del PJ bonaerense, será el encargado formal de invitar en estas horas a Florencio Randazzo para que participe -o envíe gente de su staff- de la reunión de la Comisión de Acción Política (CAP) peronista prevista para mañana, a media tarde, en la sede de la calle Matheu 130.
La decisión, se tomó en las últimas horas luego de encuentros y charlas telefónicas entre Espinoza, Máximo Kirchner y un puñado, reducido, de alcaldes del conurbano. El objetivo es simple: abrir un puente de diálogo con Randazzo aunque éste se mantiene firme, a través de gestos y palabras, que su determinación es pelear en unas primarias. Este mediodía, el ex ministro da un paso clave: presenta los avales que lo habilitan como candidato bonaerense.
Con Cristina de Kirchner en el sur, el llamado bloque Caballito reactivó contactos y decidió dar un paso para poner, sobre la mesa, la teoría de la unidad. Ese sector, mayoritario dentro del PJ bonaerense, pareció recomponerse luego del putch contra Máximo K en el acto del Suterh y ahora se enfoca sobre Randazzo.
Espinoza, Máximo y Martín Insaurralde operan, en este tiempo, como un tridente que negocia y coordina. Dos de ellos, el matancero y el alcalde de Lomas, estarán en la cumbre de mañana en el PJ adonde, en representación del diputado Kirchner, estará su delegado bonaerense, Eduardo «Wado» De Pedro.
En la integración original de la CAP hay dirigentes que luego se sumaron a Randazzo, entre ellos el senador Juan Manuel Abal Medina. La intención, así y todo, es que sea el propio Randazzo quien se siente en la mesa y acepte, dicen en el PJ; discutir sobre «los puntos de acuerdo» y sobre «las diferencias que impiden una lista de unidad».
Nadie lo dirá en voz alta, pero entre los referentes del bloque Caballito circula, como oferta cierta o como cazabobos, el dato de que Cristina autorizó que le ofrezcan a Randazzo el primer lugar en la lista de diputados nacionales.
Espinoza, Máximo K e Insaurralde, el tridente que opera para «convencer» a Randazzo de que acepte lista de unidad.
Todos los esfuerzos, en ese clan, están orientados a evitar una PASO aunque, en los ejercicios de laboratorio, ese vicio tan extendido en la previa electoral, algunas vocerías se permiten hablar de las virtudes de una primaria para una potencial candidatura de la ex presidente.
Veamos. Según las encuestas y FOCUS que contratan intendentes y desde el PJ, la intención de voto de Randazzo se nutre de votantes que no son cristinistas. Ante eso, podría ocurrir que en una PASO, el ex ministro sume al frente peronista voto no K con lo que se engordaría el caudal electoral.
«Cristina mide 32 y Randazzo 9. Si se suman en la PASO, sacamos 41 y destrozamos al Gobierno», dice un operador del PJ que sabe, así y todo, que de esa eventual cosecha, en octubre habría una sangría de los electores no K que fueron al ex ministro. «Pero le ganamos en agosto al gobierno y damos un primer batacazo. Hay que ver si se recuperan» agrega.