Las prestigiosas editoriales “Springer Nature” eligieron, de forma conjunta, unas 180 publicaciones científicas que tienen un impacto directo en la mejora del ambiente y en el cuidado de los seres que lo habitan.
Enrique Crespo, investigador superior y Mariano Coscarella, investigador adjunto, ambos pertenecientes al Centro de los Sistemas Marinos (CESIMAR CONICET-CENPAT), participaron en la investigación “La dimensión humana del conflicto entre pescadores y leones marinos sudamericanos en el sur de Brasil”.
El impacto provocado por la pesca incidental, es decir, los animales que quedan atrapados en las artes de pesca, y la matanza directa por parte de pescadores, son dos factores que determinaron una merma de la población de Lobos Marinos Sudamericanos, conocidos con el nombre científico de “Otaria flavescens”; en este sentido, la información recolectada y el trabajo de los científicos, tiene como objetivo un cambio actitudinal tendiente a revertir a través de la educación ambiental, la intención de agresión de los pescadores hacia estos animales.
“Aproximadamente un 22 por ciento de los lobos marinos muertos que se encuentran en las costas de la localidad brasilera de Paso de Torres, ubicada en el Estado de Rio Grande Do Sul, tienen marcas de impacto de bala en la cabeza y esa matanza genera claras consecuencias negativas sobre el crecimiento poblacional de esta especie”, afirmó Crespo.
Encuesta y falsos “mitos”
Según se explica en el artículo, titulado “La dimensión humana del conflicto entre pescadores y lobos marinos sudamericanos del sur de Brasil” (“The human dimension of the conflict between fishermen and South American sea lions in southern Brazil”, por su nombre original), el ataque humano hacia estos animales, se vincula a una percepción no real que asegura que los leones marinos consumen gran parte de la captura de los pescadores.
“La merma económica que pueden provocar no resulta significativa. Para comenzar a disminuir el impacto del ataque a las poblaciones de Lobos Marinos Sudamericanos, se realizaron encuestas para estudiar y trabajar sobre la percepción del daño que provocan en la pesca los animales”, explicó Crespo.
Para realizar este trabajo, se analizaron los datos con el objetivo de formular modelos estadísticos que permitan detectar, a través de las respuestas, las causas que llevan a los pescadores a atacar a los lobos marinos.
Cien personas fueron encuestadas y se indagó sobre variables socio-económicas, la actitud que tienen sobre los animales y sobre la calidad y cantidad de información que tienen sobre esta especie.
¿Cuántos lobos marinos hay en la isla? ¿Con qué frecuencia los lobos marinos atacan las redes de pesca? ¿Cuánto interés tengo de aprender más sobre lobos marinos?, fueron algunas de las dieciseis preguntas que formaron parte de la investigación.
Concientización
“Pudimos concluir que lo que determinaba las relaciones de agresión, era si los pescadores tenían o no conocimiento de la biología de la especie. Este conocimiento no está relacionado directamente al grado de instrucción, sino que se adquiere de otras maneras, por ejemplo, a través de charlas informales con científicos. Cuanta más información tenían sobre lobos marinos, sobre su comportamiento o la cantidad de población, menos los percibían como una amenaza”, contó, por su parte, Coscarella.
Actualmente, se está trabajando en un programa de educación ambiental para que los pescadores tengan una apreciación más cercana a la realidad de la que tenían en el pasado. Según Crespo, para lograr un cambio de actitud que se sostenga en el tiempo, debe realizarse un trabajo a largo plazo no solo con los pescadores sino con sus hijos.
“Es responsabilidad de los científicos, generar información que incida positivamente en la sociedad, en los ambientes y en las personas”, concluyó Crespo.
El trabajo en el que los dos científicos colaboraron junto a profesionales de otras siete instituciones, se enmarca en un proyecto de largo plazo, que es apoyado financieramente por el Zoo d´Amneville de Francia en el que participan investigadores del sur de Brasil, Uruguay y Argentina. En el caso de este trabajo elegido por Springer Nature, fue realizado en conjunto por los investigadores argentinos y sus colegas brasileñas, la doctora Larissa R. de Oliveira y Ana Carolina Pont, primera autora de la publicación que fue quien llevó adelante las encuestas como parte de su trabajo de maestría.
El Diario de Madryn