En ese sentido, Velimirovich remarcó que «el gasoducto fue una obra maravillosa, que venía postergada desde el año 1932, el proyecto estaba pero faltaba la decisión política porque perturbaba los negocios de algunos interesados que no les convenía esta obra y el general Perón tomó la decisión, se hizo el estudio técnico necesario y con la capacidad del ingeniero Julio Vicente Canessa, se puso en marcha a obra».
«Lo primero que se valoró con esto fue el ser humano, el trabajador y los intereses del país porque llevar el gas a Buenos Aires en esa época, significó rebajar el precio del gas a 1/3 del valor del gas industrializado que se elaboraba a partir del carbón importando de Inglaterra y como esos hay muchos datos que resaltan aún más el gran esfuerzo y la gran decisión que tomaron las autoridades de ese momento», enfatizó.
Del mismo modo, Juan Soto sostuvo que «el 20 de junio de 1993 recuperamos esta placa, después de mucho trabajo porque ya estaba dispuesta a convertirse en chatarra y no lo permitimos porque cuando se terminó Gas del Estado, esta placa pasó a pertenecer a todos los comodorenses que se merecen que los turistas, cuando vengan, sepan que de acá salió el gas para industrializar al país y ahí nace otra Argentina».
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