El Ministerio de Energía de la Nación emitió recientemente el Informe de Coyuntura correspondiente al tercer trimestre de 2017, en el que sobresalen datos de impacto en la Cuenca San Jorge: ésta explica la mayor parte del retroceso de producción de petróleo y de gas, con caídas de 8,1% y 6,4% para cada hidrocarburo, respectivamente. En el período, el país incrementó un 69% la importación de crudos livianos.
Durante el tercer trimestre de 2017 la producción de petróleo fue de 7 millones de metros cúbicos (equivalente a alrededor de 44 millones de barriles), presentando una reducción del 6,4% en relación al mismo período del año anterior. La producción de petróleo de la cuenca del Golfo San Jorge, principal cuenca del país, se redujo 8,1% en términos interanuales, mientras que la producción de la cuenca Neuquina, segunda en importancia, disminuyó 3,7%.
La producción de gas natural, por su parte, alcanzó los 123,5 millones de metros cúbicos/día, disminuyendo 1% en relación al tercer trimestre de 2016, presentando un incremento interanual del 1% en la cuenca Neuquina y contracciones del 0,7% en la cuenca Austral y del 6,4% en la cuenca del Golfo San Jorge.
Aumento de la importación de petróleo
Uno de los apartados para prestar especial atención en el informe se vincula al aumento de la importación de petróleo liviano. En ese plano, se registra una aumento del 69,4% interanual, comparando el tercer trimestre de este año, con 384.000 metros cúbicos (unos 2,4 millones de barriles) frente a los 226.000 m.3 (1,4 millón de barriles) de igual período en 2016. El salto del crudo importado, de un millón de barriles, puede resultar todavía bajo en términos nominales, pero representa un tercio de los 3 millones de barriles que dejaron de producirse en el país en el mismo período.
La preocupación crece para esta región si se piensa que de los 3 millones de barriles que dejaron de extraerse, alrededor de 2 se restaron en la cuenca San Jorge. Está claro que no hay un reemplazo directo entre el crudo pesado que se produce aquí y el liviano y mediano que se está importando (que siempre es necesario para enriquecer la mezcla de la producción local), pero en todo caso se verifica una tendencia que habrá que observar si se ha profundizado al concluir el año con los datos finales.
En paralelo, la participación del crudo importado en el total de la torta de refinación viene creciendo, ya que de cada 100 barriles que se procesan en el país, 5,2 vinieron desde el exterior. Y el crudo de la cuenca San Jorge, con una participación del 40,45% en la mezcla de petróleos para refinar, sufre un retroceso del 2,4%.