«Estamos hablando de aquellos que pueden adquirirse libremente en los negocios habilitados y de los que deben contar con una autorización previa para su venta», explicó Campillay.
En ese sentido, el subsecretario de Fiscalización, Daniel Campillay reconoció que el Municipio trabaja arduamente en el tema de la legislación en cuanto a pirotecnia, y reconoció que «estamos avanzando en la puesta en marcha de la Resolución 3840, que regula la Ordenanza 12.625, que nos exige clasificar los artefactos de acuerdo a los decibeles y poner en marcha una campaña de concientización en toda la ciudad sobre sus usos».
En ese marco, se procedió esta mañana a poner en marcha la prueba de sonido sobre 300 artefactos para determinar su nivel de decibeles. El procedimiento se llevó a cabo en un descampado de la ciudad y contó con la presencia de personal de la secretaria de Seguridad; Defensa Civil; bomberos voluntarios; abogados del municipio y una ambulancia con personal sanitario.
Daniel Campillay sostuvo que «de estos resultados se discriminará entre aquellos que pueden venderse al público sin autorización y aquellos que superen los niveles de decibeles, que necesiten de una autorización de la Dirección de Habilitaciones y de Defensa Civil».
En ese sentido, el titular de la subsecretaria de Fiscalización explicó que «esta táctica se realizó en el marco de la Resolución 3840, ordenanza 12.625 que reglamenta el control de pirotecnia en la ciudad. Si bien, sabemos, que la venta dejó de ser libre; vamos a controlar su comercialización según los niveles de volumen de cada artefacto en particular. De esta manera, se va a autorizar la venta de determinados artículos de manera libre y los estruendosos, deberán obtener una autorización con la secretaria de seguridad».
Campillay reconoció que «hasta el momento, no hay ninguna legislación ni ordenanza que determine qué elementos son estruendosos y cuáles no, y para ello, estamos haciendo este procedimiento para contar con elementos de medición que garanticen un mejor análisis a la hora de tomar una decisión. Sin embargo, quiero aclarar que todo lo que sea estruendo no se va a vender sin la autorización del Municipio».
En ese contexto, y tras la finalización de la prueba de decibeles, el subsecretario dijo que «se determinó que de los 300 productos que actualmente se encuentran a la venta, 110 son estruendosos porque superan los 85 decibeles permitidos y los 190 restantes, fueron considerados pirotecnia fría, permitida su venta sin autorización».