El Papa Francisco cumplió 81 años de edad este domingo y, pese a que en el Vaticano no se celebran estas efemérides, el Pontífice recibió muchísimas muestras de afecto y felicitaciones, e incluso se organizaron diversas actividades solidarias en su honor.
Al asomarse a la ventana del Palacio Apostólico para el rezo del Ángelus, el Papa vio una enorme pancarta que algunos fieles llevaron a la plaza de San Pedro y en la que podía leerse «Muchas felicidades Santidad».
Al finalizar el rezo, cientos de fieles corearon su nombre y le felicitaron a lo que él, sonriente, respondió con un «muchas gracias».
El presidente italiano, Sergio Mattarella, no quiso quedar al margen y también se sumó a las felicitaciones agradeciéndole sus mensajes sobre «la importancia de poner en el centro de la política a las personas y a la familia» y su frecuente defensa de la dignidad en el trabajo.
Pero, sin embargo, los niños fueron los verdaderos protagonistas del encuentro de hoy con el Papa, ya que el Pontífice llevó a cabo la tradicional bendición de los «bambinelli», representaciones del Niño Jesús que los niños portan cada año a Plaza de San Pedro para recibir la bendición papal.
El Papa se despidió de los chicos deseándoles un «día con mucha fiesta», no sin antes invitándolos a comer «cuatro metros de pizza».
Ese fue el inesperado regalo (era una pizza Margarita) que recibió el Papa de parte de un pizzero de la ciudad de Nápoles que la preparó muy especialmente para la ocasión.
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