Necesitaron nada más que un fin de semana; sin demoras, ni obras paradas por meses y problemas de tránsito.
Solamente 48 horas necesitaron unos ingenieros holandeses para construir un puente que cruza por debajo una importante autopista que se dirige a la ciudad de Arnhem.
Además, la planificación fue excelente: trabajaron durante el fin de semana para no perjudicar el tránsito. Incluso, durante las obras, un carril estuvo abierto para permitir el paso de los vehículos.
Fuente: lanacion.com