El nene es volante y ya cerró su vínculo con la institución Xeneize para jugar en las inferiores.
Luego de realizar tras pruebas en Boca y superarlas, Rodrigo Alexander El Colo Bacidalupe, el joven de 10 años y oriundo de Entre Ríos firmó su primer contrato con el Xeneize y de esta manera podrá defender los colores de los cuales es hincha.
Este muchacho, nació en el Paraje Ombú, a 60 kilómetros de La Paz, en el norte de Entre Ríos comenzó a transitar un camino lleno de ilusiones cuando lo detectaron Hugo Perotti y Ernesto Mastrángelo, ex jugadores de Boca que se encargan de seguir juveniles por el interior del país, en unas pruebas realizadas en San Gustavo y Santa Elena.
El Colo dio sus primeros pasos en la Escuela José Tabárez de la localidad de San Gustavo, con apenas 5 años, y recientemente pasó por tres pruebas en Boca. En la última le confirmaron a la familia del chico, que este tenía que presentarse en Buenos Aires para seguir las evaluaciones con vistas a firmar un contrato.
«Estoy muy feliz por está oportunidad y no tengo palabras para describir el momento», expresó al medio UNO de Entre Ríos, el joven Bacidalupe.
Ahora, Rodrigo esta con su mamá, Miriam Bordón en la ciudad de Capilla del Señor en el centro noreste de la provincia de Buenos Aires y ella brindó detalles de lo que ocurrió en el inicio de esta semana cuando se presentaron en las oficinas de Boca para estampar la rubrica que le permitirá jugar en Novena División.
«Nosotros nos comprometimos para traerlo cuatro veces al año o la veces que Boca lo necesite», expresó Miriam al citado medio local y recordó que su hijo deberá terminar los estudios primarios por pedido de la dirigencia.
«La idea del club es que finalice la primaria en Entre Ríos y cuando se encuentre a un paso de ingresar a la secundaria van hacer todos los papeles para que su vida deportiva comience en la pensión de Boca, eso fue lo que nos dijeron desde el club, ya que ellos cuentan con escuela secundaria», expresó la madre del pequeño crack.
Al mismo tiempo, continuará jugando en la Escuela José Tabárez, y tal como lo hace desde los últimos meses, precisamente cuando llegó la chance de Boca, seguirá entrenando en un gimnasio de la ciudad de La Paz.
«Con el padre estamos viviendo algo inesperado y queremos que Rodrigo lo disfrute de la mejor manera, tiene muchas cualidades. Lo tuvimos que acompañar para que firmé su contrato con Bocay fue algo emocionante. Nunca lo dejamos de apoyar, jugar al fútbol es lo que más le gusta. Desde la primer prueba le brindamos lo mejor y las cosas salieron», recordó su mamá a UNO.
Cabe destacar que toda esta situación esta acompañada por un hecho bastante fortuito, según recordó Miriam: «Lo de él fue una casualidad, la prueba que realizaron en San Gustavo y Santa Elena eran para categorías mayores, entró un ratito y los veedores quedaron enloquecidos con su juego. Agradecemos el apoyo de los padres de otros chicos que nos alientan a seguir y a la municipalidad de San Gustavo por la ayuda económica que nos brinda».
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