Para la próxima temporada de cruceros 2018/2019 se espera la llegada a Puerto Madryn de uno de los cruceros más grandes del mundo.
Se trata de Royal Princess de la compañía Princess Cruices, que tiene capacidad para 3.600 pasajeros.
Según la empresa, la llegada de los dos nuevos barcos, ya que también arribará el Star Princess, es el resultado de las medidas portuarias adoptadas en el país a principios de 2017, que favorecieron los costos de logística.
Parará en Malvinas
El Royal Princess es el buque insignia de Princess Cruises, con capacidad para 3.600 personas.
Se trata de una gran embarcación en la que destaca su amplio y espectacular atrium, su centro social, una pasarela con fondo de cristal en la cubierta superior, un estudio de televisión, una pastelería de dimensiones superiores a cualquier otra, balcones en todos los camarotes exteriores, la pantalla más grande de “Cine bajo las Estrellas”, piscina solo para adultos con espacios privados y una isla tropical flanqueada por dos piscinas que ofrece hamacas durante el día y pista de baile por la noche.
El Royal Princess realizará viajes durante dos meses hacia el sur del continente, con la ciudad de Buenos Aires como uno de los puertos de embarque y desembarque, siguiendo el recorrido por Puerto Madryn, luego tocará las Islas Malvinas, Ushuaia y Puerto Arenas y Puerto Montt en Chile.
Seguirá su recorrido por Perú, Nicaragua y México, para finalizar su travesía en la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos.
El otro buque
También arribará a estas costas un segundo buque, ambos de la línea Premium, el Star Princess, de 109 mil toneladas, 290 metros de largo y capacidad para 2.600 pasajeros, que realizará un itinerario de cuatro meses de duración entre los puertos de Buenos Aires y Santiago de Chile.
“La empresa reprogramó sus itinerarios, centrando todas las partidas y arribos en el Puerto de Buenos Aires”, precisó el representante de esa compañía de cruceros en argentina, Charlie Ryan.
“El resultado fue más que auspicioso, tuvimos un crecimiento del 44% de pasajeros argentinos hacia la Patagonia, lo cual significó un 25% del total de la ocupación del barco durante su estadía de casi cuatro meses en los mares locales. El resto de la ocupación fueron turistas provenientes de otras partes del mundo”, agregó.