“Para mí los héroes de Malvinas son los que se quedaron allá” dice Luis Tucu Cervera, el hombre de pelo canoso y voz pausada que junto a su compañero de tareas, Héctor Sánchez elige la Patagonia para pescar y descansar. Pero no son las únicas razones por las que eligen una y otra vez esta tierra, también están los recuerdos.
“Tucu” Cervera es capitán retirado de la Fuerza Aérea en Malvinas, y junto al comodoro retirado Héctor Sánchez formaron parte del Grupo Cinco de Caza que utilizaba aviones Douglas A-4B durante la Guerra de Malvinas.
“En el sur realizamos la actividad que más nos honró en la vida” dice Sánchez en una nota exclusiva realizada por EQSnotas.com
El 2 de abril de 1982 las tropas nacionales ejecutaron la “Operación Rosario”, el desembarco militar que dio inicio a la Guerra de Malvinas.
Casi un mes después, el 1 de mayo, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) ingresó de lleno en el conflicto.
Allí estaban estos hábiles aviadores, jóvenes, formados y listos para mostrar su pericia. Buena parte de la historia que hoy contamos está relacionada con su trabajo.
“Nuestra área era evitar el desembarco de las tropas” dicen a EQSnotas
Desde aquel 1 de mayo y hasta el final, los ataques de este grupo V de Caza generó daños muy importantes a la flota británica, reconocidos por los mismos adversarios.
Probablemente lo que más les costaba creer es que con equipos antiguos, inclusive para ese momento, estos hombres hicieran tanto.
La pericia de nuestros hombres en Malvinas fue inconmensurable y poco reconocida.
“A Malvinas se la recuerda solo el 2 de abril, y pasan imágenes de militares o del gobierno de facto” dice con dolor Héctor “Pipi” Sánchez.
La descripción de una misión de ataque sigue estremeciendo. Pero vuelven a destacar la habilidad de las tropas argentinas para llevar adelante la situación. “Todavía en Inglaterra no deben poder creer cómo logramos averiar casi 30 naves con nuestro equipo que era prácticamente obsoleto”.
Pero ese equipo era compensado claramente con habilidad. Así lo describen los dos aviadores de Malvinas.
La aviación era el zumbido de la abeja en el oído
En las diferentes crónicas de la guerra se habla de la fortaleza defensiva de los destructores ingleses, sin embargo muchos desembarcos resultaron frustrados por la ofensiva aérea.
“Los Halcones” cuentan una situación que se produce al momento de la rendición donde se explica claramente el valor que tenía para los ingleses la tarea de la aviación argentina.
La tarea de los hombres de Malvinas, a 36 años de la guerra, debe ser explicada en toda su dimensión.
En este caso se trataba de personal entrenado para la tarea que realizaba, aunque con una estructura prácticamente obsoleta.
“A pesar de la diferencia de su material y el nuestro, como buenos argentinos supimos usar nuestras fortalezas y sus debilidades.” nos dice Héctor.
La descricpción del momento en que intentaban desembarcar no tiene parangón. “Las tropas argentinas volaban rasantes, era nuestra defensa. No nos veían entrar nunca. Cuando nos veían ya estábamos encima”.
A 36 años de la guerra EQSnotas.com tuvo el privilegio de compartir este relato atrapante.
En primera persona dos pilotos nos contaron su experiencia,de la misma manera que muchos hombres de Chubut y puntualmente de la cordillera han compartido este momento con la comunidad.
La dimensión del evento y la tarea de estos hombres parece diluirse con el paso del tiempo.
El Estado y en muchos casos la comunidad, no le da a esta figuras el enorme tamaño que tienen. No por sí mismos ni para su condecoración sino por el valor y el orgullo que nos debe correr por las venas sintiendo nuestro país.
La guerra del dolor, del regreso, la pelea con la ausencia del amigo, con la imagen de la viuda, de los hijos sin respuesta, la indiferencia del pueblo argentino con la institución.
Esa es la guerra que sigue. “En el fragor del combate no se piensa ni hay tiempo para pensar lo que significa perder un amigo.” nos dice Tucu Cervera.
Fuente: Eqsnotas.com