La Corte de Apelaciones de Santiago ordenó reabrir la investigación por la muerte de José Tohá, ministro de Interior y de Defensa en el gobierno de Salvador Allende (1970-1973), después de que informes forenses mostraran que no se suicidó, como decía la versión oficial emitida por los agentes de la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet en 1974.
El cuerpo de Tohá fue exhumado en 2010 para la elaboración de dos informes forenses independientes, que llegaron a la conclusión de que su muerte “es atribuible a terceros”, por lo que ahora la Corte de Apelaciones considera que aún restan diligencias “pertinentes y sustanciales”.
Tohá fue arrestado el día del golpe militar, 11 de septiembre de 1973, y trasladado a isla Dawson, cerca del Estrecho de Magallanes, donde se instaló un centro de detención en el que se torturaba a prisioneros políticos.
Tras meses de torturas, por las que el año pasado fueron condenados dos ex oficiales de la Fuerza Aérea, Tohá fue trasladado al Hospital Militar de Santiago, donde falleció en marzo de 1974.
La investigación ordenada ahora buscará determinar quiénes eran los responsables de dirigir el Hospital Militar en la época en la que estuvo internado Tohá y, una vez demostrado que la versión de su suicidio no es cierta, establecer responsabilidades de su muerte.