El parlamento de Cataluña celebrará mañana el debate para elegir Presidente del gobierno regional al diputado secesionista Quim Torra, quien previsiblemente fracasará en su primer intento de investidura al no contar con el respaldo de la mayoría absoluta que suman los independentistas.
La sesión de investidura comenzará a las 12:00 hora local (7:00 de la Argentina), según informaron hoy fuentes parlamentarias.
El presidente de la cámara catalana, Roger Torrent, confirmará la convocatoria una vez que culmine la ronda de contactos telefónicos que está manteniendo con las fuerzas políticas con representación parlamentaria, para proponer a Torra, el candidato designado ayer desde Berlín por el ex presidente Carles Puigdemont.
Se trata del cuarto intento de los independentistas por formar gobierno y, en un nuevo giro inesperado, puede terminar en un fracaso rotundo y en un regreso a las urnas.
Contra los pronósticos, la minoritaria Candidatura de Unidad Popular (CUP), que hasta ahora mantenía una posición de abstencionismo que permitía que Torra fuese elegido en segunda votación por mayoría simple, no descarta votar en contra, lo que frustraría la investidura.
Los militantes del partido anticapitalista y asambleario forzaron a la dirección a convocar una reunión, que tendrá lugar el domingo, para replantearse un voto negativo.
La CUP defendía que sólo apoyaría la elección de Puigdemont o de un candidato con un programa «republicano» y, por lo tanto, «rupturista».
Pero el ex presidente Carles Puigdemont anunció ayer que designaba a Torra como candidato, en un último intento por evitar un nuevo llamado a elecciones en Cataluña, cuando faltan sólo 10 días para que venza el plazo para formar gobierno.
El líder secesionista nombró a un sucesor después de que el Ejecutivo español de Mariano Rajoy bloqueó el segundo intento de investirlo, al presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la ley catalana que avalaba su elección a distancia, por la vía telemática.
Desde que recuperaron la mayoría absoluta en las elecciones del 21 de diciembre último, los independentistas intentaron sin éxito elegir a Puigdemont, al preso Jordi Sánchez y al ex consejero Jordi Turull, todos procesados por la Justicia por el plan de secesión que culminó con la frustrada declaración de independencia del año pasado.
El diputado de Junts per Catalunya (JxC) Joaquim «Quim» Torra, quien fue presidente transitorio de la asociación independentista Omnium Cultural, es el primer candidato de los secesionistas que no tiene cargas judiciales. Por lo tanto, ni el Ejecutivo central ni la Justicia se opondrán a su elección como presidente.
No obstante, su candidatura ya suscitó un fuerte rechazo entre los partidos políticos no independentistas y la izquierda catalanista, que censuran su perfil de independentista «radical».
Muy activo en las redes sociales, Torra quedó retratado a través de unos polémicos mensajes despectivos hacia los españoles que publicó en Twiter, muchos de los cuales ya borró, aunque no pudo evitar que la prensa ibérica se hiciera eco de ellos.
Entre sus mensajes criticaba al Estado español porque «solo sabe expoliar» a sus regiones, insistía en que la intervención de la región es una «ocupación», o que «vergüenza era una palabra que los españoles hace años que eliminaron de su vocabulario».
Para Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona y máxima referente de la izquierda catalana, Torra «como mínimo debería pedir perdón» por esas expresiones que, de todas formas, cree que «lo invalidan» para ser el presidente de todos los catalanes.
«Estamos preocupados con el nuevo candidato a Presidente por su radicalidad y formas de actuar; será un hombre de paja teledirigido desde Alemania», dijo por su parte el líder del Partido Popular (PP) en Cataluña, Xavier García Albiol.
«Puigdemont consiguió una cosa que parecía increíble y es nombrar a alguien más radical que él para presidente de la Generalitat. Una persona xenófoba que no acepta a la mayoría de los catalanes ni los españoles «, sostuvo a su turno el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Rivera pidió a gobernante PP y a los socialistas mantener la aplicación del artículo 155 -que habilitó la intervención de Cataluña- aunque se forme un nuevo gobierno y poner condiciones para levantarlo, como que Torra «pida perdón a los españoles» y garantice que cumplirá la Constitución.
En ese sentido, el vocero del Ejecutivo español, Iñigo Méndez de Vigo, no quiso adelantarse a los acontecimientos, pero garantizó que, en caso de que el eventual presidente de Cataluña incumpla la ley, el Gobierno «volverá a actuar exactamente igual».