Kim Jong-un se comprometió a la «completa desnuclearización de la península coreana», aunque sin plazos, y Donald Trump, a darle garantías de seguridad al régimen en Pyongyang. Este fue el resultado de la histórica cumbre entre el presidente de EEUU y el líder norcoreano, la primera de su tipo.
El acuerdo sellado por ambos líderes tras más de cuatro horas de reuniones señala que ambos países se comprometen a cooperar en el desarrollo de nuevas relaciones y «la promoción de la paz, la prosperidad y la seguridad».
El acuerdo «va suponer un gran cambio para el mundo», según adelantaron los mandatarios ante la prensa.
«El presidente Trump se compromete a ofrecer garantías de seguridad a la DPRK (siglas en inglés de República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte), y el presidente Kim Jong-un reafirmó su firme e inquebrantable compromiso para la desnuclearización de la península de Corea», señala el documento, según la versión difundida por la Casa Blanca.
El acuerdo establece además que el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, se reunirá en «la fecha más temprana posible» con un alto funcionario norcoreano, que no identifica, para continuar con la negociación.
Ese diálogo se centrará en cuatro puntos, de los que el primero es un «compromiso a establecer nuevas relaciones entre Estados Unidos y la DPRK de acuerdo con el deseo de los pueblos de los dos países de que haya paz y prosperidad».
El segundo punto del pacto rubricado anoche en el hotel Capella de la isla de Sentosa, indica que las dos naciones, que hasta ahora no tienen relaciones diplomáticas, «unirán sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la península coreana».
En tercer lugar se «reafirma la declaración de Panmunjon», sellada por las dos Coreas el pasado 27 de abril y en la que Pyongyang se comprometió a la desnuclearización, aunque el texto no establece plazos.
De hecho, Trump dijo más tarde a la prensa que el arsenal norcoreano es «muy significativo», y reconoció que el desarme completo del régimen «llevará mucho tiempo», aunque añadió que presionará a Corea del Norte para que lo haga tan pronto como sea posible «mecánica y físicamente».
El acuerdo alcanzado hoy entre Washington y Pyongyang tampoco menciona que la desnuclearización de la península tenga que ser «completa, verificable e irreversible», como había defendido la Casa Blanca antes del encuentro.
Por último, acordaron «recuperar los restos de los prisioneros de guerra o desaparecidos en combate» después de la guerra de Corea (1950-1953), «incluida la repatriación inmediata de los que ya han sido identificados».
Trump y Kim calificaron en el texto que su cumbre fue «un acontecimiento histórico» y decidieron «implementar las estipulaciones» del acuerdo «de forma completa y expedita».
Por su parte, Trump aseguró que estaba desarrollando «un vínculo muy especial» con Kim. «Vamos a ocuparnos de un problema muy grande y muy peligroso para el mundo», recalcó.
Luego, en declaraciones a periodistas al separarse de Kim, Trump describió al líder norcoreano como un hombre «con mucho talento» que «ama mucho a su país», y adelantó que se reunirán «muchas veces» a partir de ahora. Al ser consultado sobre si invitaría a Kim a la Casa Blanca, el mandatario respondió: «Absolutamente, lo haré».
La cumbre de Singapur, cuyo objetivo es la posible desnuclearización de Pyongyang, fue la primera entre mandatarios de ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra Corea (1950-1953), y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.
TN