El ciudadano coreano Hwang Doo Jim, detenido por “tentativa de femicidio”, volvió a prisión preventiva en un establecimiento carcelario. Había sido beneficiado por la jueza Stella Eizmendi con arresto domiciliario tras aducir problemas de salud vinculados a las viandas que le entregaban en la comisaría y porque no se podía comunicar con los policías.
Pero ayer, a pedido de la fiscal del caso, Alejandra Hernández, presentó la acusación para elevar la causa a juicio oral por “tentativa de femicidio agravado por el vínculo y por ser cometido mediante violencia de género” contra su ex pareja. Y además solicitó que vuelva a cumplir la prisión preventiva en una comisaría.
La jueza Patricia Asaro hizo lugar al pedido y revocó la medida de arresto domicilario. La decisión de la magistrada se basó en que el imputado se encuentra en buen estado de salud.
El caso
El 17 de febrero, en el barrio Solana, “Hwang Doo Jin, se hizo presente, vestido de ropa oscura y guantes de cuero negro en sus manos, en el domicilio de su ex pareja, golpeando la puerta y al ser atendido por la víctima, éste la empuja hacia el interior del domicilio haciéndola caer en el piso, y comienza a golpearla en forma desmedida, agarrándola de la cabeza en reiteradas veces y golpeándola con el piso, arrastrándola de los pelos hacia la cocina y el baño, y en todo momento el sindicado intentaba ahorcarla con sus manos”, indicó la acusación presentada por la Fiscalía.
“Ante los gritos de auxilio, y al estar la puerta de acceso abierta, es que se acerca un vecino, quien al observar a la señora bañada en sangre e intentando huir de su domicilio y que el Hwang la sostenía del tobillo, es que decide retirarla y dar aviso al personal policial, lo que permitió la aprehensión en el lugar de Hwang Doo Jin”, afirmaron los fiscales, quienes lo acusaron de “homicidio en grado de tentativa doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido mediante violencia de género”.
Situación en la comisaría
Su defensor particular, Oscar Romero, hizo un planteo ante la jueza Stella Eizmendi. Afirmó que “desde que fue privado de su libertad y las dificultades que, en esa situación, padece diariamente para comunicarse con el personal policial que lo custodia respecto de las necesidades que se le presentan”. En la audiencia, Romero sostuvo que su asistido “ha tenido inconvenientes respecto a su modo de vida habitual y el que se ve obligado a cumplir en la situación de detención, especial con la ingesta de alimentos. La vianda que se le entrega no es del tipo de la que él consumía habitualmente. Eso motivó a no ingerir esos alimentos, que le generan malestar estomacal”, según consignó en la audiencia. “Es voluntad del señor Hwang recuperar su peso, que ha perdido 14 kilos”, expresó el letrado y agregó que además “le cuesta transmitir al personal de custodia sus necesidades diarias”, explicó el abogado defensor en sus planteos.
En su momento, la jueza Stella Eizmendi hizo lugar a la solicitud de la defensa por “la dificultad que tiene para comunicarse con el personal policial así como con el personal médico, y también que las circunstancias físicas y de salud, han variado notablemente y no puedo desconocerlas en mi calidad de garante del nombrado”. Ahora, ya recuperado de salud, el acusado deberá volver a cumplir la medida preventiva a un establecimiento carcelario mientras se busca que el caso vaya a juicio. En caso de ser condenado, deberá cumplir una pena superior a los 10 años de cárcel.