Ese es el camino que señaló en diálogo con Radio Chubut Guillermo Iglesias, abogado del empresario de la construcción de Comodoro Rivadavia, Esteban Torraca.
Según Iglesias, los empresarios no están acusados de percibir dinero por facturar con sobreprecios las obras públicas concedidas, sino de tener que desembolsar plata para que le liberen los pagos retenidos por construcciones que ellos habían ejecutado.
“En el expediente no están acusados de sobreprecios” insistió el penalista, quien recordó que la figura que se eligió es la de concusión, es decir que los funcionarios públicos le exigían una contribución a cambio de liberar los pagos retenidos.
Por eso consideró que la suspensión del juicio a prueba a cambio de obras como resarcimiento económico hacia la comunidad que se ofreció la semana pasada, es un buen mecanismo porque deja a los empresarios afuera de la acusación y el Estado se evita llegar a un juicio oral y público, con grandes probabilidades de que todos queden libres y encima expuestos a una acción civil.
Si bien valoró “la buena fe” de los fiscales, Iglesias advirtió que es un tanto arbitraria la forma en que se toma a uno u otro empresario, y recordó el caso del empresario Carlos Almeida, que figura en la causa como testigo, cuando se lo arrimó a proceso exactamente por la misma descripción que a Esteban Torraca, a quien le allanaron la casa y lo procesaron.
Iglesias interpretó que evidentemente se está ante una estrategia entendible de los fiscales porque de lo contrario se quedarían sin testigos, pero cargó toda la culpa contra el juez Sergio Piñeda por aceptar una vara distinta para iguales casos.
Tras insistir con que los empresarios de la construcción fueron víctimas del accionar extorsivo de los funcionarios, Iglesias también puso el acento en la forma en que la justicia trata a unos y otros, porque mientras Víctor Cisterna está detenido, su sucesor, el ex ministro coordinador de gabinete Alberto Gilardino, está como “testigo protegido”.
El abogado Guillermo Iglesias defendió con vehemencia al fiscal de Comodoro Rivadavia, Héctor Iturrióz, con quien “vengo litigando desde hace 15 años” recordó.
A pesar de haber estado del otro lado del mostrador de la justicia siempre, rescata la hombría de bien y la rectitud de Iturrióz e incluso criticó a quienes lo cuestionan sin siquiera tomarse el trabajo de leer los expedientes.
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