El remisero Orlando Carribal, organizador de las carreras de Reci Kart en Sierra Grande, está asombrado por la sanción. Deberá pagar 46 cuotas de 1.000 pesos.
46.134 pesos. Ni uno más, ni uno menos. Ése es el monto por el cual el Municipio local multó a Orlando Carribal, un remisero de 36 años que todavía no sale de su asombro.
Es que ni la plata que junta con las “changas” que hace manejando la ambulancia de una funeraria, ni meses enteros trabajando con el remis servirían para cubrir semejante suma.
¿Y que hizo para merecer ese reclamo? Organizar, sin fines de lucro, una carrera de kartings con tracción a sangre, que en su momento contó con el respaldo de la comuna.
“No entiendo por qué ahora prohiben y reclaman. En 2016, cuando empecé con la actividad, la propia Municipalidad lo vio con buenos ojos, e incluso Héctor Blanco, el que ahora se desempeña como titular de tránsito participaba con su familia en las carreras. Estoy sorprendido”, comentó el hombre.
La multa fue impuesta días atrás, cuando se realizó una de las fechas prevista para este año. Por ellas Carribal no recibe ni un peso. La inscripción de $100 que se les cobra a los corredores forma un “pozo común” que se les entrega a modo de premio a los que llegan primero. Para que lo reinviertan en sus vehículos.
Finalmente, Orlando acordó un plan de pagos por el que abonará 46 cuotas de mil pesos.
En Sierra Grande, la multa mínima por manejar alcoholizado es de 1.700 pesos más 30 días de inhabilitación para conducir.
“Tengo un hijo de 6 años. Empecé con esto porque en Sierra no hay nada para hacer. Y me pareció algo entretenido, que además saca a los pibes de la calle. Los mantiene ocupados. Primero construyendo sus kartings, que se hacen con material reciclado, y después en la previa de las competencias. Que solían hacerse los domingos por la mañana”, contó Orlando.
La actividad, además, “sacude la modorra” que se instala en el pueblo los fines de semana. Esos días, a campo traviesa, los participantes recorren un circuito que requiere que un grupo de apoyo se sume a los que ‘traccionan’. Más allá de los que alientan, y siguen el minuto a minuto de la competencia.
“Llegamos a reunir a un público cercano a las 1000 personas. Mi familia también me acompaña en la organización. Por caso, mi hermano y mi sobrina son los que anotan el orden de llegada de los corredores. Es un ambiente completamente sano y familiar” relató el remisero.
La actividad fue bautizada Reci Kart por Orlando. Cuando se inició, el hombre visitó las escuelas de la zona para compartir con los chicos la idea, e invitarlos a que se acercaran para recibir la información que les permitiría construir, con material reciclado, los kartings para luego competir. “Se engancharon mucho. Primero fueron 9 los kartings, y en la última carrera ya eran 14 vehículos. Y no bajábamos de 400 personas acompañando el circuito” informó entusiasmado el organizador.
Sobre el episodio que derivó en la multa se manifestó asombrado. “Tras la actividad que tuvimos en verano armamos un campeonato de 5 fechas. En la primera Claudia Garrido, la titular del área de Comercio del Municipio, apareció reclamando por seguros para los corredores, y solicitando la tramitación de una serie de permisos que jamás habían pedido. Después, en mi casa se presentó alguien para entregarme esa multa de casi 50.000 pesos. Está firmada por la jueza de faltas Alejandra Jara. Luego de esto, nadie me explicó nada. Ni por el porqué de la sanción ni cómo hicieron para llegar a reclamar semejante monto” contó Carribal.
Por el momento, la única explicación que el hombre encuentra para justificar lo ocurrido es la persecución política.
“Para mí se enojaron porque durante la temporada de verano la actividad se desarrolló en el balneario Playas Doradas, con el auspicio de la Provincia. Como Provincia y Municipio están en veredas opuestas, ahora me piden cosas que nunca me solicitaron. Otra motivación no se me ocurre”, especuló el remisero.
Mientras tanto, la comunidad añora los findes a pura emoción que se vivían en las carreras de kartings. Y Orlando sigue contando los ceros de una multa que le será imposible cubrir.
“La multa se impuso para resguardar la seguridad de los corredores”
“La multa se impuso debido a que pedimos un resguardo de seguridad para los corredores, con el que Carribal no cumplió. El monto lo fijó la jueza de faltas. Cuando la municipalidad auspiciaba (las carreras) nosotros cubríamos los seguros. No hay nada político. Esto fue motivado sólo por la seguridad de los participantes”. Con estas palabras, Claudia Garrido, la titular del área de comercio de la municipalidad local, justificó la multa que se le impuso al remisero que organiza competencias de kartings sin fines de lucro.
“Esto se decidió a raíz de que es una actividad que no está reglamentada. No se puede prohibir, pero sí requiere de autorización y una serie de requisitos. Antes, como el municipio enmarcaba el evento, todo lo atinente a seguros y normas de seguridad corría por nuestra cuenta. Estaba cubierto”, argumentó Garrido. Aunque se mantuvo al margen de la suma por la que se labró la infracción. “¿La verdad? Sobre el dinero que se le exige y cómo se llegó a él no tengo idea. Es materia del Juzgado de Faltas. Estamos abiertos a que Carribal se acerque al municipio”, finalizó.
Diario Río Negro