Después de un ida y vuelta, el organismo máximo del fútbol sudamericano afirmó que el partido se dejará para mañana.
La Superfinal de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors pasó para mañana a las 17, a raíz de la agresión sufrida por el plantel visitante a su llegada al estadio Monumental y que produjo la lesión de varios jugadores, confirmó el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
En la previa, se había reprogramado el horario en dos oportunidades. Primero, para las 18 (estaba pactado a las 17); y más tarde, para las 19:15, cuando Conmebol afirmó que se cambiaba el horario “debido a los hechos sucedidos con el bus del Club Boca Juniors, el partido ha sido postergado”.
En la llegada del micro de Boca al estadio “Monumental”, una lluvia de piedras, botellas y gases lacrimógenos impactó sobre el ómnibus, en el cruce de las avenidas Libertador y Lidoro Quinteros.
Esto provocó que varios jugadores del plantel se vieran afectados con cortes y problemas respiratorios, que fueron evidenciados en la transmisión oficial en el ingreso al vestuario visitante del estadio “Monumental”.
Pablo Pérez, capitán y uno de los futbolistas titulares de Boca, y el juvenil Gonzalo Lamardo dejaron el vestuario visitante del estadio Monumental para ser trasladados a una clínica, tras los violentos incidentes registrados en la previa de la Superfinal de la Copa Libertadores.
Horas antes, la Conmebol confirmó que el partido debía jugarse a las 18, cuando originalmente estaba pactado para las 17. Papelón total del organismo sudamericano.
Río negro