“Ayudenme a matar un transa”. Ese fue el mensaje de Nicolás Cerrudo a su grupo de amigos, quienes se encuentran imputados por los crímenes de Héctor López y Federico Lomeña. También les pedía que le compren cal y nafta. En las respuestas, sus amigos le pedían “faso” a cambio de comprar cemento.
López y Lomeña fueron encontrados asesinados y sus cuerpos enterrados en las zonas de El Doradillo y Playa Paraná. Les habían tirado cal. Y el auto de López había sido limpiado con nafta.
Anoche se realizó la audiencia de apertura de investigación y control de detención para los cinco detenidos: Se trata de Aaron Sepúlveda, Genaro Carrizo, Giulio De Cecco, Nalib Zajur y B.B. (16 años). Los jóvenes quedaron detenidos en prisión preventiva según lo dispuso la jueza Stella Eizmendi.
Los fiscales Silvana Salazar y Jorge Bugueño, junto a los funcionarios Ismael Cerda y Romina Carrizo, formularon la imputación por la coautoría del “doble homicidio agravado por concurso premeditado de dos o más personas y ensañamiento”. “En caso de recaer condena la pena única por este delito es de prisión perpetua”, indicó Bugueño.
Cerrudo, quien declaró ante la policía y aportó elementos a la causa, decidió quitarse la vida. En la carta que escribió a sus familiares sostuvo que se había implicado en una situación que ponía en peligro su seguridad. “Esto nos pasa por jugar con fuego”, sostuvo. Para los fiscales, el joven participó de los homicidios.
La hipótesis de los fiscales es que el caso está vinculado a deudas por estupefacientes. En la audiencia pidieron que el caso sea enviado a la Justicia Federal. En la posición coincidió la defensora oficial Natalia Murillo. La jueza Eizmendi deberá resolver la cuestión.
“Era una deuda importante. Se encontraron en una situación que los superó”. “El desarrollo de los hechos está vinculados a deudas económicas vinculadas al narcotráfico”, sostuvo el funcionario Ismael Cerda.
Fuente: NoticiasPMY