El bioquímico especializado en microbiología del Hospital Zonal de Esquel, Omar Daher, aseguró en diálogo exclusivo con El Extremo Sur que los organismos del Estado provincial “actuaron tarde” y de “manera desorganizada”. Agregó que el Gobierno “subestimó” el actual brote de Hantavirus producido en Epuyén y reconoció “fuertes presiones del sector turístico” a la hora de la difusión.
El especialista propuso la creación de un Comité de Infecciones, conformado por técnicos, para enfrentar este tipo de situaciones provocadas por el Hanta en Chubut y la Comarca Andina.
Daher, matrícula provincial número 0352, tras un encuentro realizado en el HZE con los especialistas de Esquel y del Ministerio de Salud de Nación y del Malbrán (sector epidemiología) reconoció que la reunión sirvió para intentar contener un poco la “paranoia” que existe, “tanto entre la población” como entre “el propio personal médico”, y ver cómo seguir frente al brote de Hanta, tomar medidas preventivas y analizar los próximos pasos a encarar ante el panorama por el que atraviesa Chubut y específicamente la localidad de Epuyén y la zona del Area Programática Esquel.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones del encuentro?
Omar Daher: En principio se hicieron algunas críticas sobre que no hay una bajada clara de información para la población. Por mi especialidad, hay mucha gente que me pregunta cómo se tiene que manejar, si deben usar o no barbijos, y eso habla a las claras que no se está bajando una buena información a la población en general. Ellos aducen que esta situación sorprendió a todos. Yo me tomé el trabajo de hacer una búsqueda bibliográfica y encontré que la única aparición similar se produjo en 1996, cuando en la zona de El Bolsón afectó a 18 personas y que llegó a un cuarto eslabón de contagio interhumano.
¿Se decidió alguna medida en especial?
Se concluyó en que hay que profundizar y ordenar la información para la población, con el Estado al frente de este proceso y marcando una línea de cómo ordenarnos frente a este panorama. Entiendo que a partir del lunes o martes se va a convocar a las organizaciones sociales, organizaciones intermedias y juntas de barrios para bajar una línea clara de qué hacer por ejemplo en la cola de un banco, en la ventanilla donde se atiende a un paciente y demás. Es por eso que cuando se tiene contacto muy estrecho con personas que poseen síntomas hay que usar barbijo y tener los mismos cuidados cuando hay contactos con personas que han tenido contacto con otras personas con Hanta. No todo el mundo tiene que andar por la calle con barbijo.
¿Qué diferencias tiene la actual situación respecto del brote del ’96?
Lo que pasa es que las circunstancias fueron tales que no pasó esto de que un paciente fue justo a una fiesta y ese hecho produjo que fuera logarítmico el contagio. En otras oportunidades hubo contagios de un padre a un hijo o el contagio de una médica que contagió a su esposo médico y otros profesionales luego de viajar a El Bolsón, pero fueron todos casos muy puntuales. Este fue un caso único y distinto. A priori en este brote actual habría un clúster (genotipos de virus) que tiene una característica de infección distinta, que lo hace mucho más infectantes que otros y quizás este pudo haber sido similar al del ’96. No estamos hablando por ahora de que haya mutado tanto el virus, sino de que quizás es el mismo clúster que no había aparecido desde aquella época.
Se mencionó en los últimos días en medios nacionales que un hongo podría haber sido el que transmitió la enfermedad, ¿puede ser un nuevo agente transmisor?
Creemos que no, de eso no hay nada. Lo que se sabe es que la persona infectada originalmente fue un trabajador rural que estuvo trabajando en una zona donde aspiró secreciones de ratón; lo que pudo haber pasado es que en ese hongo que se menciona haya habido secreciones de ratones.
¿Hasta el momento está confirmado que el único agente transmisor es el ratón colilargo, y está descartado que se transmita a través de otros animales?
Así es, se sigue manteniendo el mismo concepto y hasta ahora el vector es el ratón, sigue siendo todo como esta descripto científicamente hasta la actualidad. Especulaciones hay miles pero ninguna de certeza científica, ni tampoco se ha detectado que se transmita a través de otros animales.
¿En qué etapa se encuentra el brote hoy en día?
Estamos frente al cuarto eslabón de contagio y hacia adelante no sabemos muy bien qué puede suceder porque los últimos pacientes aparecieron con sintomatología a fines de diciembre o principios de enero y lo que se hizo fue verificar con quiénes estuvieron para realizar un aislamiento de contacto. Eso significa quedarse en su casa 30 días para ver qué sucede con los síntomas y que no tengan contacto con otras personas salvo con barbijo.
¿Hasta 45 días después del último caso confirmado no se puede dar por concluido el brote actual de Hantavirus?
Exactamente es así, en ese punto estamos. El último caso confirmado fue en los primeros días de enero y de no aparecer ninguno nuevo posterior podríamos pensar que para mediados de febrero se considere levantado el brote, salvo que aparezca un caso ahora lo que obligaría a extender el proceso 45 días más. Los últimos 8 o 9 casos se detectaron a fines de diciembre y el aislamiento se comenzó a hacer hace casi una semana o 10 días. Imagino que los posibles contactos ya deben estar aislados aunque pudo haberse escapado alguno. Entre 15 y 20 días es el lapso medio en que se manifiesta la enfermedad, pero se debe extender hasta 45 días porque hay experiencia de casos que surgieron a los 40 días del contagio.
¿Cuál es la evaluación del accionar hasta el momento?
Se está actuando bien ahora, con ayuda de los especialistas del Malbrán y de Nación, tomando medidas correctas hoy en día. La crítica que hago es que todo lo bien que ahora se está haciendo resultó tarde, porque en función de lo que había pasado en el ’96 se tendría que haber actuado antes para intentar cortar el brote. Decirlo ahora es hacerlo con el diario de ayer, porque en la zona tenemos Hanta constantemente. Inclusive nos han tosido encima los pacientes Hanta y nunca pasó nada. Es un caso excepcional y una forma bastante atípica de lo que veníamos viendo. Uno tiene la salvedad de decir que nos agarró un poco de sorpresa y medio desprevenidos.
¿Como consecuencia de la baja frecuencia de los casos de Hanta desde el ’96 se produjo un relajamiento en el sistema de Salud?
Exactamente. Cuando uno estudia los casos del ’96 y algunos otros producidos en 2002 no encontramos la excepcionalidad de esta oportunidad. Inclusive se llegó a dudar sobre el contagio interhumanos porque en la literatura médica se advierte que para mantener esa premisa debe aparecer un número contundente de casos que lo certifique.
¿Era posible y correcto tomar medidas como las actuales cuando aparecieron los primeros casos a principios de diciembre?
Es difícil porque no se trata solamente de aislar, porque se tiene toda la presión de los prestadores turísticos y todo el impacto económico que se provoca en la zona. No se trata solamente de la decisión que se pueda tomar desde Salud porque hay un montón de variables y uno a priori no podía saber que el brote iba a tener esta magnitud. Si hubiésemos tomado todas estas medidas un mes y medio atrás posiblemente hubiésemos tenido muchas críticas aduciendo que se trataba de una medida exagerada. Quizás se hubiera cortado el brote y nos habrían dicho que por solamente cinco casos se armó todo un revuelo con el aislamiento, con sus consiguientes problemas económicos.
¿El problema es comparar la baja del turismo con las muertes por Hanta?
Es que si uno a priori sabe que va ocurrir un brote como el actual, cualquier medida que se hubiera tomado para cortarlo hubiese sido fantástica, pero el problema es cuestionarse ahora porque pasó lo que pasó. Sabiendo todo esto, ahora seguro que uno concluye que se debería haber intervenido con los aislamientos cuando se dieron los primeros 5 o 6 casos que surgieron de la reunión donde se expandió el contagio, pero uno no puede preverlo.
¿Cómo se pueden compatibilizar las presiones de la actividad turística con la prevención y las decisiones sanitarias de difusión necesarias frente al Hanta? ¿Es posible ese equilibrio?
Creo que el equilibrio no se logra con la decisión de una o dos personas. Para mí se consigue con un Comité de Infecciones funcionando y personas de perfil técnico, no político, que sepan de qué se trata y qué hacer frente a estos problemas.
¿Cómo se puede evitar el choque entre la salud y la economía?
Creo que el otorgamiento de subsidios o ayuda económica a los prestadores turísticos por parte del Estado contribuiría a disminuir las presiones y evitaría una disputa entre sectores. Sé que en la zona de la Comarca se estaban juntando para analizar este tema.
¿Por qué no existe actualmente? ¿La experiencia dejada por el brote del ’96 no sirvió para avanzar en la creación de ese comité?
Siempre hemos querido formarlo pero no existe porque la decisión de la provincia siempre ha sido meter en general en los cargos técnicos a personas del “palo” del gobierno de turno que responden a una estructura y verticalidad que tienen más que ver con la política que con la salud. Este es un gran problema que padecemos hace tiempo, porque con un técnico tomando decisiones es posible incidir a la hora de definir qué hacer frente a este caso o muchas otras cuestiones del área de Salud. Si hubiera un grupo de técnicos que resolvieran sobre estos temas posiblemente tomarían decisiones a pesar de las presiones económicas de los prestadores turísticos y también de las presiones políticas. Para los políticos todo se mide en costos políticos, hasta la muerte se mide así. Entonces ahí tenemos un gran problema; espero que esta experiencia actual sirva para crearlo y modificar la situación.
¿Es el Gobierno provincial el principal responsable del actual panorama generado por el Hanta?
Sí, por supuesto. Porque el Área Programática Esquel y los hospitales dependen de la Provincia. Hace años que venimos bregando para que el Comité de Infecciones funcione en Esquel y la región, para también para poder controlar y atacar las infecciones intrahospitalarias. No hay nombramientos de enfermeras ni elementos para hacerlo, el tema se subestima porque no produce réditos políticos concretos y si no sos del palo político del gobierno se te pone todo mucho más pesado.
¿Subestimó el brote el Estado provincial?
Creo que sí, absolutamente. Inclusive creo que todavía te encontrás con algunos personajes que lo siguen subestimando a pesar de todo lo que sucedido hasta hoy, y te dicen “no hagamos muchas olas” o que “esperemos que esto pase”.
¿Qué grado responsabilidad le cabe al Gobierno nacional?
Ellos mandaron mucha gente a estudiar este tema del Hanta pero hay que hacerle mil críticas en cuanto a todo lo que es prevención de Salud porque se desentendió a través de la famosa Cobertura Nacional de Salud. Muchos programas de prevención se han eliminado o se les baja el presupuesto. Hay un desentendimiento del Estado nacional respecto de su responsabilidad respecto de la Salud.
Están identificadas las dos etapas del año en que es más posible el contagio por Hanta (la época estival y otoñal). ¿No se hicieron los campañas de prevención?
El Estado nacional en la cuestión de prevención se está desligando absolutamente de todo y lo deja en manos de la Provincia. El Gobierno provincial cuenta con mucho menos fondos para manejar toda el tema de prevención, no sólo con el Hantavirus sino con las campañas de vacunación y muchos otros temas. En lo que se refiere al Hanta específicamente en la zona de Esquel y la región la gente está bastante informada al respecto, pero habría que reforzar todas estas campañas de información y prevención. A partir de este brote lo que vamos a tener que implementar es que cuando una persona aparece con síntomas de Hanta deberemos asegurarnos de que use el barbijo y se quede en su casa, aplicando un manejo distinto de salud en función del que veníamos teniendo sobre la base de un esquema distinto de prevención.
¿El avance más positivo en casi 25 años fue la posibilidad de realizar el diagnóstico de contagio por Hanta en el Hospital de Esquel?
Sí, por suerte pudimos conseguir la capacitación del personal para poder hacer esos estudios. Eso sí se implementó desde finales del 2017, pero lamentablemente por falta de insumos estuvimos mucho tiempo sin contar con los reactivos para hacerlos. Cuando se disparó este brote nos los volvieron a enviar desde Provincia. Es importante tener en cuenta que el diagnóstico de Hanta sirve para el manejo epidemiológico, no para el manejo del paciente.
¿Una vez que el paciente está infectado hay muy poco por hacer clínicamente?
Ahora se va a empezar a probar con algunos antivirales que se usan para el HIV. Se analiza la posibilidad de usar la Ribavirina en pacientes con Hanta, pero hay que armar un protocolo de trabajo serio y es lo que van a comenzar a probar ahora los especialistas con mucha experiencia. Esto no es para el actual brote, sino para futuros casos de Hanta, ahora solo podemos controlarlo y pararlo.
¿Este brote de Epuyén servirá para avanzar en los cuidados y saber más de la enfermedad en su contagio entre humanos?
Totalmente, será así, porque ahora tenemos comprobado el contagio interhumano del virus Andes en los brotes del Centro y Sur del país. Por eso creo que a partir de ahora las medidas del manejo del Hantavirus van a ser totalmente distintas. Dejará una enseñanza a nivel universal.
El Extremo Sur