El “boom del vapeo”, muchos adolescentes se inician en el consumo de nicotina a través de los «nuevos» cigarrillos electrónicos. Especialistas aseguran que es adictivo y contiene sustancias como la nicotina.
El cigarrillo electrónico consta de una batería y un atomizador. Contiene un recipiente en donde se almacena el líquido que luego se transforma en vapor y es el que inhala el consumidor desde la boquilla. El líquido contiene sustancias aromatizantes, agua, alcohol, propilenglicol (es un alcohol que puede generar efectos cancerígenos), glicerina vegetal y diferentes concentraciones de nicotina.
En el último año la venta de estos productos fue dirigida principalmente a menores de edad y jóvenes, quienes podrían iniciar una adicción con este dispositivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en noviembre del 2016, hizo hincapié en los “potenciales riesgos tóxicos y hasta cancerígenos” de algunas sustancias detectadas en el vapor de este tipo de dispositivos.
Según la OMS, fumar con cigarrillo electrónico implica un consumo de tabaco mayor al que suele producirse cuando se fuma un cigarrillo.
Su uso se extendió cada vez más y dejó de ser una alternativa para quienes buscan dejar de fumar.
No hay dudas de que el cigarrillo electrónico hace daño, porque se inhalan muchas de sustancias tóxicas.
Mueren aproximadamente seis millones de personas cada año en el mundo por el tabaco, un millón de ellas en América.
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