El jefe del Estado Mayor israelí reconoce miles de ataques en Siria para evitar el envío de armas iraníes a la milicia libanesa
El Ejército israelí da por terminada la llamada Operación Escudo del Norte lanzada el pasado mes de diciembre para destruir los túneles construidos por el partido-milicia chií Hezbolá, en la frontera libanesa. “Hemos descubierto un sexto túnel de 800 metros de largo en el lado libanés que se adentraba decenas de metros en Israel”, confirmó el Teniente Coronel, Jonathan Conricus, en una comparecencia para dar los detalles del final de la operación.
El pasadizo cuya entrada estaría en una vivienda de la localidad fronteriza de Ramyeh, tendría dos metros de alto, uno de ancho y penetraría unos 55 metros dentro del territorio controlado por Israel. Según el Ejército será destruido “en los próximos días” ya que, en palabras de Conricus, se trata del túnel “más largo y preciso” de todos los construidos por Hezbolá porque, tal y como se puede apreciar en las imágenes mostradas por los militares hebreos, está equipado con raíles de transporte, luz eléctrica y escaleras en algunos tramos. “Según nuestras estimaciones ya no queda ningún túnel que penetre en Israel”, aseguró el portavoz militar que también confirmó que Hezbolá aún mantiene infraestructura subterránea en el lado libanés de la frontera y que el Ejército seguirá monitorizando los movimientos de la milicia chií para evitar futuros ataques e identificar nuevas amenazas.
Los militares hebreos aseguran haber informado del nuevo hallazgo a la Fuerza de Paz de la ONU en el Líbano (FINUL), encargada de supervisar el alto el fuego alcanzado tras la guerra de 2006 y de la que forman parte unos 600 soldados españoles, el contingente más numeroso en el exterior. Israel, que responsabiliza al gobierno Libanés de las actividades de Hezbolá en la frontera, pretende además blindar los 120 kilómetros fronterizos con su vecino del norte con un muro de hormigón del que ya ha construído una décima parte. Un proyecto que para Beirut constituye una violación de su soberanía y de la Resolución 1701 de la ONU, bajo cuya paraguas opera la FINUL. .
Precisamente este fin de semana, el Jefe del Estado Mayor del Ejército Israelí, el general Gadi Eisenkot —que el próximo martes cederá el testigo al frente del Ejército al general Aviv Kochavi— afirmó en una entrevista concedida a dos canales de televisión locales, que una de sus principales preocupaciones en el cargo han sido los esfuerzos de Irán por abrir un nuevo frente contra Israel en el norte, su empeño en consolidar su posición en Siria así como en fortalecer a Hezbolá.
Eisenkot aseguró que desde el final de la contienda de 2006, el grupo chií libanés contó con el apoyo iraní y forjó “un sofisticado plan para conquistar partes de Israel [en una futura contienda]» . Un propósito que para Eisenkot constituía el “proyecto insignia de Hezbolá”, que además incluía “el desarrollo de armas precisas para alcanzar objetivos específicos a gran escala en Israel” y que ahora ha sido abortado con la Operación Escudo del Norte y a los ataques hebreos en Siria.
Sobre este último punto, el jefe del Estado Mayor confirmó también en declaraciones al diario The New York Times que en los últimos años Israel ha llevado a cabo miles de ataques en territorio sirio. “Alcanzamos miles de objetivos sin asumir la responsabilidad o pedir crédito”, reconoció al rotativo norteamericano, que recoge que sólo en 2018, la fuerza aérea arrojó 2.000 bombas.
Precisamente este viernes por la noche se produjo otro bombardeo israelí cerca del aeropuerto de Damasco. Un ataque reconocido horas después por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un gesto poco usual. “En las últimas 36 horas la Fuerza Aérea atacó depósitos de armas iraníes en Siria. Estamos más decididos que nunca a actuar contra Irán en Siria, tal y como prometimos”, admitió Netanyahu durante la reunión semanal de su Gabinete.
El País