Informes técnicos adjuntados en el fallo del juez federal Leónidas Moldes en el marco de la causa que investiga el homicidio de Rafael Nahuel y la usurpación de un predio en Villa Mascardi, permitieron conocer las conversaciones entre los miembros del grupo Albatros de Prefectura Naval -cinco de ellos procesados-, y entre los miembros de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu.
Los informes fueron elaborados por la Unidad Operacional de Control del Narcotráfico y Delitos Complejos de la Patagonia de la Policía de Seguridad y fueron utilizados por el juez federal de Bariloche como prueba para procesar a los cinco agentes federales Francisco Javier Pintos, Juan Ramón Obregón, Sergio Damián García, Sergio Guillermo Cavia y Carlos Valentín Sosa, por homicidio agravado; y a los dos miembros de la comunidad mapuche Fausto Jones Huala y Lautaro González por usurpación y atentado contra la autoridad agravado.
Las conversaciones y los detalles del operativo
En primer lugar los profesionales peritaron el teléfono incautado al ayudante de segunda Eric Fabián Blanco, que contenía capturas de pantalla, fotografías y audios, entre otros. En particular se anexaron fotografías de troncos apilados sobre un sendero rodeado de geografía boscosa.
También se acompañaron tres audios correspondientes a mensajes de voz enviados a través de WhatsApp. “Tuvieron un enfrentamiento; hicimos una… mandamos una patrulla de exploración porque ya nos estaban hostigando, y mandamos un grupo de seis, íbamos en apoyo dos más, y… y el grupo que estaba de avanzada tuvo contacto con los mapuches. Están armados ¿viste? Son guerrilleros son. Están armados y nos respondieron con armas y con piedras y con lanzas y qué se yo, y casi los emboscan a los vagos, ¿viste? Este… y estuvieron bravos los vagos, eh, si no se cubrían por el fuego ¿viste?; empezaron a tirar a los árboles para cubrirse y replegar, otra hubiera sido la historia. Pero los vagos están bien, están bien. Gracias a Dios están sanos y salvos” manifiesta el prefecto en uno de los audios.
En el último audio se dirige a un compañero: “yo te voy a mandar unas fotos ahora. Necesito que las guardes en tu teléfono y que no las mandes a nadie. Que las guardes y las tengas guardadas y no las borres, por favor, ¿sí? Ahí te voy a mandar a las fotos. Ya en seguida después, en seguida ya me sacan el teléfono”.
Por otro lado, la PSA obtuvo información de los teléfonos incautados al marinero Sergio Damián García, al ayudante de primera Daniel Alberto Colliard, al marinero Hugo Matías Duarte y al oficial principal Pablo Rubén Berra. En tres teléfonos había fotografías sobre el terreno y las construcciones precarias. En dos de las imágenes obrantes se visualiza una lanza con un hilo rojo cerca de su punta.
Finalmente, los peritos aportaron cuatro audios extraídos del dispositivo incautado al oficial principal Berra. “Si salieron o no salieron no sé todavía. A nosotros nos van a secuestrar los teléfonos, así que… Los teléfonos, armamento, todo. Básicamente, ya te habrás enterado. Yo tenía al grupo, a gente de la Unidad desplegada en la cima de la montaña haciendo un rastrillaje, reconocimiento de terreno, avanzada de combate, infantería (inaudible). Y bueno, ellos se desdoblaron en dos grupos: el grupo que llegó más arriba tuvo contacto visual, sin entrar en contacto visual por parte del (inaudible), de una construcción donde había personas, qué se yo, etcétera, etcétera”.
Luego continúa: “yo determino digamos que se junten los dos grupos y desciendan de la montaña. Momento en el cual desenvuelven, se mueven, ¿no? Forman una cuña, una cuña, y empiezan a tirar… piedras. De esa patrulla, uno tenía una marcadora; empieza a disparar con la marcadora. Cuando los indios reciben la agresión de las marcadoras responden con fuego letal, es decir, con armas letales, primero y fundamental con un calibre 22 y algún arma de otro calibre un poco más grande porque reventaba las ramas de los árboles. Obviamente, los soldados instruidos porque (inaudible) gente de la unidad, todos (inaudible) con infantería, empiezan a descender con disciplina de combate y los tipos avanzaban por saltos individuales, saltos individuales. Esto es lo que me estaban diciendo los muchachos. Es decir, yo sé y creo y quiero pensar de que ninguno de estos es un enfermo mental y disparó a matar gente porque sí, ¿eh? Inclusive, no dispararon a matar sino que dispararon a los árboles. Eso es lo que me dijeron a mí. Bueno, empiezan a hacer combate retrógrado, a tomar posición en… detrás, de cubierta, atrás de los árboles, y descienden. Para esto yo escuché unas modulaciones, determiné armar el grupo, un grupo de… los mejorcitos ahí que tenía, los equipé, salimos con armamento y subimos, ¿viste? Y no llegamos a tener otro contacto con la gente ésta. A raíz de eso se dio la muerte de unos de los indios, de los mapuches ¿eh?, con un solo disparo que le entró por la espalda. La cuestión es que no sabemos a ciencia cierta si es munición nuestra o munición del otro, de los otros. Tranquilamente puede ser de los otros. Ahora estamos sujetos a causa, todos, nos van a secuestrar el armamento y todo. Yo ya le informé al señor Mostafa”.
En otro audio informa que “hubo una maniobra de parte de la gente de acá, de los mapuches, sobre una patrulla de reconocimiento que tenía en la cima de la montaña, pero está todo bien, personal nuestro ileso. Y bueno, tranquilo nomás”.
De los teléfonos celulares incautados a Francisco Antonio Lezcano y Francisco Javier Pintos también se obtuvieron fotografías que retratan construcciones precarias, mochilas, colchones y árboles obstruyendo el sendero. El teléfono incautado a Pintos contenía múltiples fotografías del predio ocupado que retratan señales en los árboles, montículos de piedras y, nuevamente, la obstrucción del sendero mediante la colocación de troncos de grandes dimensiones.
La PSA remitió un análisis pormenorizado utilizando la información obtenida como consecuencia de las intervenciones telefónicas y del análisis de los dispositivos electrónicos incautados en ambos expedientes.
Los mensajes de la comunidad mapuche
Los peritos también investigaron los teléfonos de los otros miembros de la comunidad mapuche: María Isabel Nahuel, su pareja José Cristian Colhuan y los hijos de ambos: Cristian Germán, Juan Pablo, Joana Micaela y Betiana Ayelén Colhuan y sus respectivas parejas Martha Luciana Jaramillo y Yéssica Fernanda Bonnefoi.
En mensajes enviados el 23 de noviembre -dos días antes de la muerte de Nahuel-, Luciana Martha Jaramillo, informaba desde su teléfono: “Mari mari kom pu che. Se presentaron fiscal y secretario del juez con última instancia de diálogo. Nos pedían desalojar de forma inmediata. No daremos ni un paso atrás. Resistiremos en este territorio. Apoyo y difusión”.
El mismo día, María Isabel Nahuel, respondió: “Mari mari kom pu che. Damos aviso urgente desde la comunidad Lafken Winkul Mapu en estos momentos están entrando con un violento procedimiento de desalojo. La gente está resistiendo. Se pide urgente difusión y acompañamiento”.
Un mensaje de texto desde un teléfono presuntamente empleado por Cristian Germán Colhuan consignaba: “Newen, newen, tañi piuke yeyu, el control territorial es nuestro.” “Estamos escondidos nosotros arriba”, “estamos escapando, el resto todo en cana parece”.
“Acá llegó todo bien. Ya comimos. No tengo más crédito. En mi billetera tenía 1.000. ¡Si la recuperan necesito que me carguen algo! ¡Saludos a la Ye, al Awki y a todos!!”. La misma noche, Colhuan intercambió mensajes de texto con su pareja, Yéssica Fernanda Bonnefoi: “Mari mari, kume kume, en territorio!!! Voy a ver qué onda si los puedo ver!! Los amo mucho!!” expresaba. La mujer respondió: “Nosotros igual te amamos todo el newen para vos y para todos marichiweu no nos van a vencer nunca amulepe taiñ weichan”. “Gracias mi amor te amo! Que descanses!!”; “Vos igual amor no te preocupes por nosotros te amamos y estamos muy orgullosos de vos”, finalizó la conversación.
En otros audios enviados por Colhuan el 25 de noviembre a un usuario desconocido, el hombre pregunta: “Mari mari vienen con la gente abajo? Inche marron”; “Están abajo?”; “Mande mensaje”. “Se pueden venir para acá ustedes? Necesitamos apoyo de afuera”.
Luego vuelve a contactarse con su pareja: “Mari mari mi amor, tenés idea si [hay] gente acá abajo?”. Bonnefoi responde: “Tengo entendido que están los de prefectura y van a estar hasta el lunes”. Colhuan: “Peñis y lamien que se iban a juntar abajo ahí?”. Bonnefoi: “Sí, íbamos a ir todos pero vamos a tener que esperar un poco”. Colhuan: “Bueno me avisas mi amor! así le hacemos la segunda!!!!!!!!!”. Bonnefoi: “Bueno vos decís que esperemos o querés que vayamos?”; Colhuan: “Hay gente que apoye tendrían que venir, así recuperamos nuestras cosas el kultrun y eso”.
Luego de dialogar sobre los elementos secuestrados por Prefectura, Colhuan manifestó que “La gente va a tener que venir y más rato difundir, vamos a tomar el puesto kiñe (uno)”. En otro mensaje, consultaba, “si sacamos a los perros a pasear ahora o esperamos?”. “Esperen que lleguemos” responde Bonnefoi. En otro mensaje, le pide que “a las seis bajen a pescar”.
A las 16.42 un mensaje de Colhuan advertía que “le pegaron un tiro al Rafa llamen ambulancia”. Un minuto después agregó: “Le pegaron un tiro a la Yoana y al pinito”. Luego indicó que “estamos arriba le pegaron un plomaso al Rafa y a pino, ayuda”.
Bonnefoi respondía que “Ahí le avisé a los demás” y Colhuan insiste: “vengan, hay varios heridos con plomo”. “Nos emboscaron tres heridos de plomo, júntense en el ACA”.
Posteriormente, se plasmaron diversos mensajes enviados por Colhuan a distintos interlocutores referidos a la existencia de heridos y a la necesidad de contar con asistencia (“vengan, tres heridos de bala de plomo, el Rafa grave”; “el más grave tiene un tiro en la panza”; “dos heridos en el hombro”, indicaba.
El Cordillerano