En una audiencia de control sobre la prisión preventiva que mantienen dos imputados por delitos de homicidio y tentativa de homicidio, que llevan adelante en la modalidad de arresto domiciliario, el Ministerio Público Fiscal, representado por la fiscal general Carolina Marín y la funcionaria de fiscalía Verónica Alabart, solicitó la prórroga en los plazos de investigación aludiendo a dificultades que se han presentado a partir de diversos procedimientos que deben llevarse adelante.
El evento tuvo lugar en sala de oficina judicial, tercer piso de tribunales en Trelew, contando con la actuación del Juez Sergio Piñeda, en tanto la defensa de los imputados fue ejercida por Francisco Romero. De acuerdo a lo mencionado, la fiscalía expuso las complicaciones para dar con testigos fundamentales que se ausentaron de la zona, aunque destacaron que ya personal de la brigada está trabajando sobre el particular y mencionaron la necesidad de llevar adelante otras diligencias, las que podrán disponerse en los próximos días, pidiendo se extienda el plazo por el término de cuatro meses.
La defensa no se opuso, aunque requirió se realice la semana próxima uno de los procedimientos solicitados, a la vez que pidió se analice la posibilidad que la mujer imputada pueda acceder a llevar sus hijos a la escuela. El Juez Sergio Piñeda ratificó la medida de coerción para ambos, y dio curso al pedido fiscal otorgando la ampliación del tiempo para la investigación, además de pedir a la oficina judicial que se efectivice la diligencia anunciada que necesita de la presencia de testigos, tras lo cuál se analizará el pedido de salidas efectuado por la defensa.
Hecho imputado
El 30 de junio de 2018, cerca de las 15,30, los imputados Marcos Maurelia y Paola Cárdenas se acercaron al barrio Moreira 4 trasladándose en un fiat punto color negro, intentando acceder al domicilio de Mario González. Allí, con una masa Paola Cárdenas golpeaba la puerta de entrada, cuando se apersonó el propietario y fue agredido por Marcos Maurelia, quien lo tomó del cuello y una vez derribado, ambos comenzaron a golpearlo violentamente con la herramienta y una piedra de gran tamaño, provocando graves fracturas en la mandíbula y costillas de la víctima, que sin embargo logró escaparse hasta un domicilio vecino, donde fue auxiliado y trasladado al hospital.
De todas maneras, los agresores lejos de alejarse se dirigieron al terreno de la vivienda donde se refugió González y accediendo por la parte trasera Maurelia tomó un arma de fuego y efectuó unos diez disparos hacia el interior, impactando uno de ellos en la cabeza de Osvaldo Rubén Abarzúa Soto, quien falleció el 2 de julio en el hospital zonal. Los imputados se dieron a la fuga en el vehículo con el que habían arribado, y a partir de ese momento se efectuó una serie de allanamientos, dictándose la orden de captura, a partir de los testimonios y reconocimientos, pero recién pudieron ser hallados y detenidos el 24 de agosto.
La calificación legal esgrimida por la fiscalía es la de homicidio en grado de tentativa en carácter de coautores, mientras que para Marcos Maurelia se suma a este delito el concurso real por homicidio consumado agravado por uso de arma de fuego como autor, de acuerdo a los artículos 79, 41 bis, 45 y 55 del código penal.