Desde el Municipio sostienen que la venta clandestina de carnes en Trelew se da a través de las redes sociales y cadenas de whatsapp, y no hay legislación que permita controlarla. Aseguraron que desde que extremaron los controles en las carnicerías, la carne ilegal pasó a circular en otros ámbitos.
También aclararon que es la Policía del Chubut y no el Municipio, la principal responsable de mitigar el robo de ganado en las chacras.
En estos días el productor Juan Yodko arrojó materia orgánica de animales contra el Palacio Municipal, como una forma de mostrar su fastidio por los sucesivos robos de ganado que viene sufriendo en su chacra. La Sociedad Rural del Valle pidió a la gestión de Adrián Maderna que ajuste los controles bromatológicos en las carnicerías, para atacar el problema de la venta clandestina de ganado robado.
La gestión de Adrián Maderna envió veterinarios de Zoonosis.
Redes sociales
El titular de Inspecciones, Héctor López, negó que el foco del problema del robo de ganado esté en las carnicerías, sino que lo trasladó a las redes sociales. «Esos robos no van a las carnicerías. Hay venta por Faceebok, whatsapp y otros canales donde no son habituales los controles. No hay una legislación sobre el uso de la red social», y planteó el funcionario municipal un problema que los legisladores deberían abordar.
En cambio, contrapuso que desde hace un par de años ya no se advierten circuitos de venta clandestina en las carnicerías. «No hemos encontrado grandes irregularidades en el comercio, a diferencia de lo que pasaba hace dos años atrás. La venta está en las redes, en la calle, y no en las carnicerías», diferenció López.
El funcionario municipal reconoció que «hace dos años atrás encontrábamos muchísima carne de dudosa procedencia. Pero hoy en día no hemos encontrado irregularidades grandes. Sí hemos encontrado alguna falta de sello. También los propios chacareros venden sin pasar por los controles». Algunos hasta dan boleta», describió.
Controles en carnicerías
El titular de Inspecciones comentó que las carnicerías de los barrios Inta, Moreira y Amaya era la «zona más caliente» de venta clandestina de carne. «Empezamos a ir a las carnicerías con la Policía en los barrios donde sabíamos que se vendía carne en forma ilegal, como el guanaco, y se terminó. Hoy se cuidan mucho más. No digo que no está, sino que es muy difícil encontrarlo, porque le pusimos y un control muy fuerte», diferenció.
El funcionario sostuvo que cada vez que Inspecciones encuentra a un chacarero que no se ajusta a los controles, se le secuestra la mercadería. Igualmente, asumió que en las chacras también se las ingenian para eludir a los inspectores.
Finalmente, López asumió que dentro de estas nuevas formas de comercialización que aparecen con la crisis, también se filtran los delincuentes. «Entre la gente que tiene que laburar con necesidad, también está el delincuente, y aparece la misma forma de venta. Alguien desde la parte legislativa tiene que tomar cartas en el asunto para que el que se dedica a vender, pueda ser controlado», concluyó.
El Chubut