Serían fondos para las obras sociales de los sindicatos. El acuerdo entre el ministro Sica y los dirigentes se sellaría con un decreto de Macri y una resolución. Son fondos prometidos desde 2016 más recursos de otras procedencias.
Según informó este viernes el periodista Mariano Martín de Ámbito, el acuerdo entre el Gobierno y las conducciones gremiales “se plasmará en un decreto y una resolución que destrabarán desembolsos prometidos desde 2016 y hasta ahora retenidos, y sumará otros recursos como los de un juicio que el Estado le ganó a la prepaga OSDE”.
La versión difundida dice que el Gobierno le pagará a gremios que integran la CGT casi $ 14 mil millones “para las obras sociales sindicales”, más unos $ 18 mil millones en compensación por una deuda arrastrada desde hace años.
A cambio, dicen las fuentes, desde la CGT se comprometerían a garantizar una “conflictividad administrada y de baja intensidad” al menos durante lo que dure el período electoral, es decir posiblemente todo el año.
Según Martín, “el entendimiento se terminó de cerrar ayer (jueves) por la mañana”, poco antes de que la CGT anunciara una movilización para el 4 de abril. Un acuerdo que sería sellado mediante un decreto de Macri y una resolución para financiar a las obras sociales sindicales, tal como lo hicieron todos los gobiernos de acuerdo a sus intereses y criterios.
El desembolso de los millones a las burocracias sindicales sería inminente y provendría de tres fuentes: $ 4.500 millones que están “inmovilizados” por un DNU de 2016, destinados a programas de asistencia y emergencia de las obras sociales, $ 4.235 millones de un acuerdo extrajudicial acordado entre el Gobierno y la prepaga OSDE en 2017, y otros $ 3.100 millones obtenidos de un bono existente para las entidades de salud.
Eso llegaría a completar unos $ 14 mil millones, a los que se les sumarían 120 cuotas mensuales de $ 150 millones cada una que OSDE debe pagar tras un acuerdo extrajudicial con la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS). Una suma que se terminaría de pagar en 2027.
Números más, números menos, lo que queda claro es que tanta indiferencia de las conducciones sindicales para con la situación por la que atraviesan millones de sus afiliadas y afiliados no es inocente ni mucho menos gratuita. Todo tiene precio. Y el desprecio de la burocracia sindical por los intereses reales de la clase trabajadora, ese precio se cuenta de a miles de millones de pesos.
Fuente: laizquierdadiario