Una triste sorpresa se llevó una votante cuando encontró en los padrones, muy cerca de su propio nombre, el de su padre, fallecido hace unos cuatro años. Con una mezcla de extrañeza e indignación, tomó una fotografía que envió a la agencia de noticias ADNSUR, denunciando lo sucedido.
Según contó, en el padrón de la Escuela Juan XXIII figura el nombre de Carlos Enrique Andrada, su padre, y señaló que ya había sucedido anteriormente, aunque supuso que por la cercanía de su fallecimiento a la confección de los padrones no habían llegado a actualizarlos.
Pero ahora, cuatro años después de la muerte de su padre, se pregunta cuanto tiempo puede tomar que se actualicen datos tan esenciales como la existencia física de una persona.
ADN Sur