Le enviaron una carta a Emilio Monzó para manifestar su rechazo al expediente que designó a Marisa Graham como Defensora del Niño. Entre los firmantes se encuentra el presidente del bloque PRO, Nicolás Massot.
Con Mauricio Macri en Osaka, Japón, y las heridas de la conformación de las listas todavía no procesadas, un grupo de casi 50 diputados y diputadas del interbloque Cambiemos apeló a una carta que dirigió a Emilio Monzó para expresar su disidencia por una votación que ayer se produjo en la Cámara baja avalando la designación de la abogada Marisa Graham como Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes.
El cargo estaba vacante desde su creación por ley, en el 2005, y recién el Ejecutivo concursó el cargo diez años después, en el 2015, pero la terna sufrió desde el comienzo duras críticas de los grupos antiabortistas y se fue retrasando el debate que, en principio, se concretaría después de las elecciones. O, en principio, es lo que creían los «celestes» del oficialismo.
Sin embargo, con el objetivo de evitar que la Cámara de Diputados siga paralizada en medio de la campaña política, las autoridades del Interbloque lograron llevar el tema al recinto con el compromiso de que después se apruebe un Protocolo para agilizar las inversiones en el Mercosur, que le interesaba especialmente al Ejecutivo, ya que apunta a desburocratizar el funcionamiento del bloque justo en momentos en que el Presidente está en el G20 a la espera de alguna noticia que empiece el camino para destrabar el acuerdo con la UE.
Así, con la diputada Samanta Acerenza (PRO) como miembro informante, Diputados votó a mano alzada la designación de Graham y los defensores adjuntos Juan Facundo Hernández y Fabián Repetto, saldando un pendiente de 14 años, lo que molestó a 47 legisladores de Cambiemos que, ante la imposibilidad de expresar su disidencia, elevaron a Monzó un documento donde quisieron expresar su voto negativo al expediente de designación de Graham.
Entre otros, firmaron Jorge Enriquez, Cornelia Schmidt-Lierman, Pablo Torello, Carmen Polledo, Gabriela Burgos, Paula Urroz, Ezequiel Fernández Langan, Gastón Roma, Héctor Stefanni, Javier Pretto y Lucila Lehman. Pero también, el presidente del bloque PRO, Nicolás Massot.
La situación es, cuanto menos, curiosa, ya que Massot se expresó contra una decisión que tomó Monzó en el recinto de evitar la votación nominal, probablemente enfrentado a Silvia Lospennato, que fue quien logró los acuerdos para aprobar ese proyecto y el siguiente, que era de interés para el Ejecutivo.
La rebelión se produjo porque a la votación que los diputados que estaban en contra de la designación de Graham consideraron «apurada» y sin posibilidad de consignar las disidencias, le siguió la indignación con el kirchnerismo que no habría cumplido el acuerdo para votar el Protocolo de Cooperación y Facilitación de Inversiones Intra-Mercosur suscrito el 7 de abril del 2017 que ya tiene media sanción del Senado, y se fue del recinto, por lo que tuvo que levantarse la sesión.
Es la primera vez desde que los diputados oficialistas apelan a una carta para expresar su disidencia con una decisión que se tomó en el recinto, lo que evidencia una fuerte tensión interna que la conducción del Interbloque no pudo resolver a través del diálogo. La designación de los Defensores de Niños, Niñas y Adolescentes todavía debe ser aprobada en el Senado.