El evento convocó a un nutrido grupo de productores truferos de Argentina y a potenciales inversores. Se trata de una actividad que comienza a ganar impulso como un nuevo modelo productivo para la región Patagónica.
Con el auspicio del Gobierno de la Provincia, a través de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, se realizaron días atrás en Esquel, la “Primeras Jornadas de Truficultura en Patagonia”. El evento convocó a un nutrido grupo de productores truferos del país y a potenciales inversores en la actividad.
La apertura de las jornadas estuvo encabezada por el subsecretario de Articulación Científica del Chubut, Mauro Carrasco; el director Ejecutivo delCentro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), José Daniel Lencinas; los intendentes, de Esquel, Sergio Ongarato y de Los Antiguos, Guillermo Mercado; y el responsable de producción de la empresa “Trufas del Nuevo Mundo”, Tomás De Hagen.
Las jornadas se desarrollaron en el marco del primer Proyecto Bioeconómico de Argentina PBIO – R“Hongos comestibles, nuevos recursos productivos para la región patagónica” que impulsa el CIEFAP junto a las provincias de Río Negro, Neuquén, La Pampa, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Una actividad que comienza a ganar impulso
En sus palabras de apertura, Carrasco celebró “la importancia que tienen estas jornadas”, y refirió a que “la truficultura es una actividad de interés en diferentes provincias de la Patagonia y que, lentamente, comienza a ganar el impulso de emprendimientos de tipo privado”.
“Estas jornadas se encuadran dentro de un programa de economías regionales que llevamos adelante desde la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Provincia, con el apoyo del Consejo Federal”, señaló el funcionario provincial.
Un producto innovador
A su turno, José Daniel Lencinas, destacó que estas jornadas son el resultado de la experiencia de trabajo que comenzó en el año 2006. A continuación, remarcó que “la producción de trufas ha tomado mucho interés en las políticas productivas de muchas provincias y municipios, ya que en el inicio no se requieren grandes superficies para comenzar con la producción de éste producto innovador”.
En este sentido, cabe destacar que las trufas se pueden plantar en terrenos de media hectárea o una hectárea, lo cual la convierte en una actividad productiva importante para comenzar a trabajar a baja escala. Este es un aspecto importante para la región patagónica, ya que la escala productiva que se podría alcanzar sería una producción de nicho, más que una producción intensiva.
Por último, Tomás De Hagen, responsable de producción de Trufas del Nuevo Mundo, disertó sobre losdiferentes sistemas productivos, cómo se lleva adelante un adecuado manejo de la plantación, de los suelos y por supuesto, se abordaron temas referidos a la cosecha o caza de la trufa y el manipuleo del hongo. Se finalizó con la presentación de Comercialización de Trufas a cargo del responsable comercial de Trufas del Nuevo Mundo, Faustino Terradas.
“Diamantes Negros”
La trufa es un hongo comestible que elige las raíces de los árboles, como las encinas, los robles y los avellanos, para vivir en simbiosis con ellos y aprovechar el azúcar que produce el árbol y los nutrientes de la tierra. La temporada de cosecha comienza a mediados de mayo y finaliza a mediados de septiembre.
En la Argentina, la primera cosecha de Trufas negras se dio en 2014, en un emprendimiento realizado en la provincia de Buenos Aires. El elevado precio de las trufas se debe básicamente a su escasez. En todo el mundo, sólo se encuentra de forma silvestre en países de clima mediterráneo, como Francia, España e Italia, pero la desaparición de bosques está poniendo en peligro a las trufas.