Los ladrones que andan robando en las chacras cercanas a Trelew ya empezaron a tirotearse con los chacareros, que a balazos defienden sus propiedades.
Así y todo, la delincuencia continúa atacando en la zona rural en la que prácticamente todos los días hay robos, a instancias de la Policía que no puede contrarrestar la ola delictiva. Ayer al menos cuatro maleantes se llevaron ovejas del establecimiento de un empresario de la construcción en el que hasta hace tres meses había más de treinta animales y hoy quedan solo tres. Informó El Chubut.
El hecho ocurrió entre las últimas horas del miércoles y la madrugada de ayer en un establecimiento que queda a solo diez minutos del centro de Trelew, en una extensión de la calle Soberanía Nacional al 3000; en un lugar al que los delincuentes entraron no una sino cerca de una decena de veces en los últimos meses. Allí han colocado reflectores, cámaras, alarmas; tienen varios perros de gran porte y bravos durante el día, pero eso no atemoriza ni obstaculiza el accionar de los ladrones.
Un familiar y encargado del predio habló con este diario ayer del último robo que sufrieron y contó. “Yo alcancé a ver a uno, pero se llevaron tres animales, así que deben haber venido dos o tres y en algún vehículo”, contó un pariente del dueño de la chacra que se encontraba al fondo de la propiedad cuando los ladrones entraron a robarles. “La Policía vino rápido, pero cuando llegaron ya había ocurrido el hecho”, acotó.
Luego, cuando se le consultó por dónde habían ingresado, puntualizó: “Sortean los alambrados o cruzan el canal que no tiene agua, entran a los corrales y debe haber quedado esperando alguno del otro lado al que le rebolearon los animales. Pero yo alcancé a ver uno solo”, insistió.
“Había otro, pero estaba muy escondido, con ropa oscura”, añadió.
¿Y ése que alcanzó a ver usted, qué estaba haciendo, estaba agazapado?, se le preguntó. “Saltó un alambrado de siete hilos que tiene el corral, se puso la oveja al hombro y así saltó, con la oveja al hombro para el otro lado”, indicó. “Era una persona grande, de buen físico, y yo no supe qué hacer. Lo estaba mirando, pero me quedé adentro mirándolo nomás. Llamé al 101 y vinieron: llegó la Montada, después vinieron como cinco patrulleros, había policías como para hacer dulce. Un montón. Pero los chorros ya se habían ido”, agregó.
La semana pasada ya les habían robado, se le consultó. “Sí. Ahí el corral estaba al fondo, después lo trasladaron adelante (de la chacra) con luz y todo, pero se ve que no les importó (a los ladrones); les debe gustar salir en las cámaras”, sostuvo socarronamente. “Yo creo que deben ser siempre los mismos, saben que acá no les va a pasar nada porque los perros son mansos y vienen, se meten y se llevan lo que quieren”, añadió. El hombre destacó después que hasta ahora no se han decidido a entrar a la casa.
Finalmente, confirmó lo de los disparos que se escuchan en las noches en las chacras vecinas y que provendrían de los propietarios que a escopetazos corren a los ladrones que quieren metérseles a sus propiedades. También lo de un intercambio de disparos que habría habido entre chacareros y maleantes hace algunos días en ese sector.
“Yo no lo vi, pero me contaron que hubo un retruque de parte de los malvivientes. Así que no se puede siquiera pensar en tener un arma, porque uno le llega a pegar un tiro a alguno de éstos y después tiene que prepararse para la réplica, para la devolución. O sea que si le pegamos un balazo a uno tenemos que irnos de acá: así de fácil”, concluyó.