El ataque tuvo lugar ayer hacia las 13 en pleno corazón de París, en el seno del edificio más emblemático de las fuerzas del orden: la Prefectura de Policía. Cuatro funcionarios, entre ellos tres policías, fueron apuñalados a muerte por un agente administrativo, quien fue abatido. Una investigación fue abierta por «homicidio voluntario», sin intervención de la fiscalía antiterrorista.
El hombre de 45 años, nacido en Martinica, en las Antillas francesas, se había convertido al islam,la religión de su esposa, 18 meses antes de la tragedia. Sin embargo, por ahora no se privilegia la pista terrorista y una investigación fue abierta por «homicidio voluntario».
Trabajaba como técnico informático en la Dirección de Inteligencia de la Prefectura de París desde 2003. De su vida personal, se sabe que estaba casado, era padre de dos hijos y sufría de sordera.
Según una fuente cercana a la investigación, con un cuchillo de cocina,mató a dos policías y a un empleado administrativo en el primer piso del edificio. Atacó luego a dos mujeres en las escaleras, antes de ser abatido minutos después en el patio del edificio.
«No había mostrado nunca dificultades de comportamiento» destacó el ministro de Interior, Christophe Castaner, que aplazó un viaje a Turquía y Grecia a causa de la tragedia. El presidente Emmanuel Macron lamentó por su parte «un verdadero drama» tras haber acudido junto a Castaner al lugar del ataque.
Alucinaciones y voces
La esposa del atacante, detenida el jueves en el marco de la investigación, afirmó que tenía «un comportamiento extraño y nervioso» la víspera del ataque. Según el medio France Info, ella dijo que había tenido alucinaciones y escuchaba voces.
Los registros llevados a cabo el jueves en el domicilio de la pareja en las afueras de París no suministraron pruebas de una radicalización ideológica del autor del crimen.
Varias voces lo describen como un empleado ejemplar. Para el sindicato Unité SGP Police – Force Ouvrière, este drama podría no tener nada que ver con el trabajo de policía. Además de una posible crisis de demencia, se dibuja también la tesis de un conflicto profesional. También se investigará si hubo premeditación o no, informó La Nación.