Para mantener una dentadura blanca y radiante ya no alcanza con cepillarse tres o cuatro veces al día. También hay que atender a la alimentación.
La zanahoria, el tomate, la remolacha, el café, el vino tinto y el té son algunos de los alimentos que provocan la aparición de manchas en los dientes y la pérdida de brillantez, según recuerdan expertos como la especialista en estética dental de ADE (Administración y Dirección de Empresa), Fulvia Kucharski.
Y es que, aunque para lucir una sonrisa sana es fundamental cepillarse los dientes tres veces al día, utilizar un colutorio e hilo dental y visitar periódicamente al dentista, esto no es suficiente para mantener o recuperar el color blanco de la dentadura.
“Lo que comemos y bebemos, así como nuestros hábitos, también juega su papel en todo esto, y la lista de alimentos que manchan los dientes es más extensa de lo que a priori podemos pensar. Hay muchos alimentos de colores intensos que consumimos a diario o regularmente que manchan nuestros dientes”, ha explicado la especialista.
En concreto, la experta ha asegurado que el vino tinto es uno de los “grandes enemigos” de la blancura dental, ya que ataca al esmalte porque es ácido y contiene tanto cromógenos como taninos. En menor medida también lo es el vino blanco, por su acidez y por ser rico en taninos. Por su lado, tanto el té, sobre todo el negro y el rojo, como el café provocan que los dientes vayan ganando un color amarillento con el paso del tiempo. De hecho, la especialista ha informado de que su consumo diario está estrictamente relacionado con la pérdida de brillantez.
Por otra parte, prosigue, tanto los jugos de fruta industriales como los refrescos y las bebidas energéticas son ricas en colorantes y azúcares, hecho que también los convierte en claros enemigos de la blancura de la dentadura porque contribuyen en generar caries y porque su alto contenido ácido hace que se erosione el esmalte.
Del mismo modo, Kucharski ha alertado sobre las comidas preparadas y envasadas por contener colorantes artificiales. Asimismo, salsas como la de soja, el curry o el vinagre de Módena también pueden calar en el esmalte y mancharlo.
Finalmente, y aunque la mayoría de frutas y verduras fomentan la limpieza de la dentadura, la doctora ha comentado que también existen otras que contribuyen a manchar el esmalte del diente como, por ejemplo, las cerezas, los arándanos, las moras o las fresas. Además, la acidez de los cítricos provoca la erosión del esmalte y, por consiguiente, la pérdida de su brillo.
Por lo tanto, no alcanza con tener una buena higiene bucal para mantener los dientes blancos y radiantes. También hay que ver qué tipo de alimentos consumimos.
Los alimentos y las intoxicaciones
A cuidarse
Pollo, huevo, pescado y mariscos son algunos de los más susceptibles de provocar intoxicaciones, de manera que conviene tratarlos con especial cuidado, mantenerlos constantemente refrigerados y evitar malos hábitos como descongelar a temperatura ambiente.
La temperatura, clave
El riesgo de intoxicación es mayor cuando las temperaturas son más altas, porque las bacterias sobreviven mucho mejor.