Las acciones cayeron 4,61% y la moneda se depreció un 2,06%, como consecuencia del estallido de violencia en la capital y varias ciudades del país.
La Bolsa de Santiagose desplomó 4,61% y el peso chileno se depreció 2,06% este lunes en su primera sesión tras el estallido social que el fin de semana provocó 11 muertos.
El Índice de Precios Selectivos de Acciones (IPSA), principal indicador de la Bolsa, se ubicó en 4.953,20 puntos al cierre de una jornada más breve de lo habitual. La bolsa decidió acortar una hora las transacciones de esta jornada y las del martes.
El peso también sufrió el golpe con una caída de 2,06% cerrando a 727 unidades por dólar.
Las acciones de gigantes del comercio, en especial los grandes almacenes, y empresas energéticas son las que registraron las principales caídas en la bolsa.
La consultora Capital Economics consideró empero «hay razones para creer que las protestas que estallaron en Chile en días recientes tendrán un relativamente bajo impacto en la economía y los mercados financieros».
Capital dijo que Chile tiene instituciones sólidas y el gobierno tiene «espacio» para poder hacer concesiones a las demandas de los manifestantes.
El déficit fiscal es bajo (2,0% del PIB) y la ratio entre la deuda y el PIB es de 25%, apuntó la consultora.
El caos cayó sobre la ciudad el viernes último, cuando violentas protestas y actos vandálicos –con saqueos a supermercados y farmacias, entre otros comercios– siguieron a manifestaciones masivas de estudiantes desde el lunes anterior pasado en rechazo a un alza tarifaria en el subterráneo (de 1,12 a 1,16 dólares) que se tradujeron en usarlo sin pagar. El alza fue anulada el sábado por Sebastián Piñera el lunes debía ser tramitada por el Senado.
El desorden generalizado se extendió a ciudades del norte y sur del país y Piñera reaccionó implantando estados de emergencias en una docena de grandes centros urbanos, en varios de los cuales los jefes militares a cargo del orden público implantaron el toque de queda.
Giorgio Agostini, sicólogo clínico y sicólogo social, dijo a la AP que en las últimas horas recibió llamados de «pacientes angustiados» porque la actual situación les recuerda al caos vivido durante el gobierno del presidente socialista Salvador Allende, con filas en busca de alimentos y desórdenes, que se debaten ante la incertidumbre.
Consideró que detrás de la actual crisis se esconden grupos anarquistas que movilizan a muchos a través de las redes sociales «para generar molestias, revueltas» y que los más susceptibles a seguirlos son jóvenes con carencias valóricas y materiales, con privaciones, y familias desestructuradas, que además esgrimen problemas reales como la fuerte desigualdad económica y social de Chile, con bajos salarios, remedios caros y mala educación, informó El Clarín.