El presidente Bolsonaro, aliado de Guaido, calificó de «invasión» al episodio y pidió la intervención de la policía para solucionarlo, lo cual le restó fuerza al movimiento anti-Maduro.
Una invasión de 12 horas en la embajada de Venezuela en Brasilia por parte de seguidores de Juan Guaidó elevó este miércoles la tensión política en la región, aunque el intento por tomar el control total de la sede diplomática se desvaneció cuando el presidente Jair Bolsonaro aclaró que no respaldaba la acción, que había sido alentada por su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro.
La invasión, anunciada por los delegados de Guaidó a través de las redes sociales, produjo alto impacto porque este miércoles en Brasilia se encontraban dos presidentes aliados del venezolano Nicolás Maduro, como el chino Xi Jinping y el ruso Vladimir Putin, quienes asisten a la cumbre de los países que integran el grupo Brics.
«Las personas que invadieron salieron pasadas las 17.30 por la parte de atrás de la embajada, antes de oscurecer, luego de una negociación con un enviado del Palacio de Itamaraty», dijo a Télam una de las personas que estaba dentro de la embajada para evitar la ocupación, Silvia Rodriguez, del chavista Frente General Abreu e Lima.
A las 5.30 de este miércoles entraron a la embajada 12 personas, entre ellos Tomás Silva, autodenominado diplomático de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente interino de Venezuela por Brasil.
Silva se encargó de filmar la acción.
Rápidamente, tras la invasión, militantes de la izquierda brasileña y tres diputados, Paulo Pimenta, del Partido de los Trabajadores (PT); Glauber Braga y Samia Bonfim, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL); entraron con algunos empleados y se enfrentaron a golpes con los intrusos.
Las fotos de la gresca las divulgó un sitio de noticias de Brasilia llamado Metropoles.
Nueve hombres y tres mujeres leales a Guaidó entraron para quitarle la influencia a Maduro en la embajada, según lo dicho por la embajadora de Guaidó en Brasilia, Maria Belandria Expósito, por Twitter, aunque ella no apareció en la embajada.
Lo que era un problema entre venezolanos en momentos en que Putin aterrizaba en Brasilia y Xi se reunía con Bolsonaro en el Palacio del Planalto, se convirtió en un asunto del gobierno de Brasil, abiertamente alineado con Donald Trump en la visión sobre el gobierno de Maduro.
Es que la acción fue respaldada por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, quien consideró «justo» que aliados de Guaidó ocupen la embajada ubicada a un par de kilómetros del Palacio de Itamaraty, sede de la cumbre de los Brics.
Bolsonaro hijo publicó un video en el cual aparece Tomás Silva, autodenominado encargado de negocios del sector de Guaidó, quien dijo haber recibido las llaves de la sede diplomática.
«Funcionarios de la embajada reconocieron a Juan Guaidó y nos entregaron la residencia y las oficinas», explicó Tomás Silva.
El diputado Paulo Pimenta convocó a la militancia del PT del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva a proteger la entrada de la embajada para no permitir que ingresen brasileños bolsonaristas en apoyo.
«Estos son milicianos, se comunican con walkie talkie y e gobierno brasileño debe cumplir la Convención de Viena y repudiar esta invasión para proteger al personal que vive en la embajada», dijo Pimienta.
Freddy Meregote, el encargado de negocios de la embajada venezolana fiel a Maduro, difundió a su vez un audio en el que solicitó el auxilio de los movimientos sociales brasileños pero negó que la invasión haya sido promovida por funcionarios venezolanos que desertaron y accedieron a hacer ingresar a los opositores venezolanos.
«Todos los empleados de la embajada reconocen a Nicolás Maduro como presidente», dijo Meregote, quien también explicó que la sede funciona como residencia de las familias de los trabajadores de diplomáticos.
Un funcionario de la cancillería, Mauricio Correa, estuvo durante la crisis negociando.
«Esto puede convertirse en una señal de guerra, si parece que la propia cancillería de Brasil organizó la invasión», se quejó el senador Telmario Motta, vicepresidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, del opositor partido Pros.
La República Bolivariana de Venezuela no cuenta con un embajador en Brasil desde 2016 y redujo su representación a una oficina de representante de negocios.
En un comunicado, el gobierno de Jair Bolsonaro dijo que «el presidente de la República jamás tomó conocimiento y, mucho menos, incentivó la invasión de la embajada de Venezuela por partidarios del señor Juan Guaidó».
La declaración fue emitida por el Gabinete de Seguridad Institucional del Palacio del Planalto.
Otro comunicado, media hora después, quitó el nombre de Guaidó del texto.
La policia del Distrito Federal de Brasilia entró a la embajada y registró a los invasores, quienes se fueron pasadas las 17.30 corriendo por los fondos de la sede diplomática, cuando el sol caía sobre el Lago Paranoá de la capital brasileña, informó Télam.