Controlan algunos sistemas aeroportuarios, incluidos los de extinción de incendios. Piden un reencuadramiento gremial.
¿Por qué un paro de empleados de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) puede terminar paralizando los vuelos? Porque desde este organismo se manejan parte de los sistemas informáticos de los aeropuertos, incluido el de extinción de incendios. De modo que si el aeropuerto se queda sin posibilidad de llamar a los bomberos, los aviones tampoco pueden aterrizar o despegar.
Por más que los encargados de sistemas no tengan un vínculo directo con los aviones, si no trabajan el efecto concreto es similar a un paro de pilotos, o de técnicos aeronáuticos. “Se pueden colapsar los aeropuertos”, advirtió Marcelo Belelli, secretario general de ATE ANAC.
En cuanto al reclamo en sí, es demasiado variado, ya que el punto 1 pide el “reencasillamiento”de algunos trabajadores y el punto 7 del mismo petitorio plantea el rechazo a la “militarización” del aeropuerto de Villa Reynolds, una pequeña localidad del departamento General Pedernera de la provincia de San Luis.
El petitorio de ATE ANAC
Pese a la aparente jerarquía de los reclamos, quienes están al tanto del conflicto señalan que la clave es el pedido de reencuadramiento gremial de los trabajadores de ANAC para que sean controlados mayoritariamente por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Se trata del ala del gremialismo estatal, donde conviven los adherentes al kirchnerismo con dirigentes de la izquiera dura. Y su principal rival es la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), el gremio peronista que conduce Andrés Rodríguez, de buen vínculo tanto con el gobierno de Macri como con el presidente electo Alberto Fernández.
De hecho, a comienzos de mes, Rodríguez se sumó al coro de gremialistas ortodoxos que anticiparon queno pedirán un bono de fin de año al gobierno entrante.
Es por eso que desde el Gobierno evaluaban, tal como ocurrió hace poco más de un mes con el gremio de los pilotos, que la medida de fuerza anunciada para esta noche no es tanto contra el gobierno de Macri, sino que -de concretarse- podría ser un parodirigido sobre todo al presidente electo.
“Nadie le hace un paro a un gobierno al que le queda siete días hábiles”, señalaban en una de las aerolíneas que podrían quedar afectadas, informó Clarín.