¿Puede un perro viejo enseñarnos trucos nuevos? Los científicos están buscando 10.000 mascotas para el estudio más grande que se haya hecho sobre canes viejos. Los investigadores esperan descubrir nuevas cosas sobre la longevidad humana.
El proyecto recabará varios datos sobre los perros: archivos de veterinarios, muestras de ADN, microbios intestinales e información sobre alimentos y caminatas. Quinientos perros probarán una pastilla que podría atrasar el proceso de envejecimiento.
“Lo que aprendamos probablemente será bueno para los perros y tiene un buen potencial de que esto se traduzca a la salud humana”, dijo el codirector del proyecto Daniel Promislow de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
Si los científicos hallan un marcador genético para un tipo de cáncer canino, por ejemplo, eso podría ser explorado en humanos.
Condiciones
Para el estudio, los perros vivirán en casa y seguirán su rutina diaria. Se recibirán animales de todas edades y tamaños, purasangre y mezclados.
Los dueños tendrán que llenar encuestas periódicas en línea y llevar a sus perros al veterinario al menos una vez al año, con la posibilidad de visitas adicionales para ciertas pruebas. Un experto en bioética y un panel de asesores sobre bienestar de animales estarán pendientes de su bienestar.
Para nominar a una mascota, los dueños pueden visitar el website de Dog Aging Project.
El estudio de cinco años fue lanzado formalmente el jueves durante una reunión de ciencia en Austin, Texas. El Instituto Nacional sobre Envejecimiento financiará el proyecto de 23 millones de dólares porque los perros y las personas comparten el medio ambiente, tienen las mismas enfermedades y las investigaciones de perros pueden derivar resultados más rápidos debido a la corta vida de los animales, dijo la subdirectora, la médica Marie Bernard. La información recolectada estará disponible para todos los científicos.
Leslie Lambert, de Parkville, Maryland, registró a su perro de 11 años, Oscar, en una fase preliminar.
“De manera egoísta me gustaría que esté conmigo toda la vida”, dijo la veterinaria de 33 años. “Desafortunadamente, envejece bastante, mucho más rápido que yo”.