Gualberto Rodríguez, el vicecanciller interino boliviano, leyó hoy una declaración en la que mencionaba que “Bolivia evaluará su permanencia en este foro y en su calidad de presidente pro témpore en ejercicio anuncia que no participará del inicio de la próxima presidencia”.
En enero pasado, el gobierno democrático de Bolivia asumió la presidencia pro témpore de la Celac, que ahora se prepara a recibir México, por lo que el país latinoamericano convocó reuniones para presentar su plan de trabajo y organizar la transición en la presidencia del organismo, informó la agencia de noticias EFE.
«No vamos a participar de la reunión que ha citado México para el día 8 de enero y no vamos a asistir, porque simplemente era Bolivia la que debía convocar a esa reunión y en territorio boliviano», sentenció la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, en declaraciones a los medios en La Paz.
Los roces entre Bolivia y México se han hecho frecuentes desde el pasado 10 de noviembre, cuando el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, sufrió un golpe de Estado fogoneado por la cúpula del Ejército, por Luis Fernando Camacho – presidente de el Cominté Cívico de Santa Cruz – y respaldado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) del secretario general Luis Almagro, que denunció “irregularidades” en el escrutinio de la elección presidencial de ese día, que dio ganador a Morales en primera vuelta.
Horas después del golpe de Estado, con su vida en peligro, Morales renunció al cargo y viajó a México, donde permaneció un mes en condición de asilado.
Las constantes declaraciones, entrevistas y participación en actos públicos de Morales en México, en los que hacía referencia de la situación en Bolivia, causaron la protesta de la ex presentadora de televisión y hasta ese momento senadora Jeanine Áñez, quien el 12 de noviembre se hizo con el Ejecutivo boliviano en una sesión legislativa sin quórum en ninguna de sus cámaras.
Entre tanto, hoy, el gobierno de México expresó su preocupación por la «presencia excesiva» de personal de inteligencia y seguridad bolivianos que vigilan la residencia del embajador y la Embajada de México en Bolivia desde el 11 de noviembre.
A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), México llamó en un comunicado «a las partes que integran al Estado Plurinacional de Bolivia para respetar y cubrir cabalmente las obligaciones del Estado boliviano respecto del artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas», citó la agencia española.
En este documento, se recoge que «los locales de la misión son inviolables», por lo que los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos «sin consentimiento» e indicó que el mismo tiene la obligación de “proteger” los edificios en cuestión contra toda contra toda intrusión o perturbación de la tranquilidad.
Hace tres semanas, Evo Morales viajó a La Habana para una consulta médica.
El 12 de diciembre llegó a Argentina en condición de asilo y solicitó refugio, proceso del que todavía no obtuvo resolución, señaló EFE.