Alberto Fernández dijo a empresarios de todo el país que trabajaban para la explotación de oro y plata en la provincia. La discusión empieza a madurar. Desde el viernes, la provincia quedó como único “estado antiminero” en el país.
Ni bien el presidente Alberto Fernandez habló el miércoles en el almuerzo de la Asociación Empresaria Argentina, respecto de explotar oro y plata en la meseta chubutense, los teléfonos comenzaron a arder a lo largo y ancho de la provincia. Las expresiones del mandatario sorprendieron, pero tampoco sonaron extrañas a oídos de nadie.
El martes, Alberto Fernández les había dicho a los gobernadores que el Estado nacional estaba en estado de quebranto, que no habría ayuda extra para prácticamente nadie, y que cada mandatario debería buscar la manera de producir recursos para sus provincias. Por supuesto, Mariano Arcioni estaba en esa platea. También el radical mendocino Rodolfo Suárez. A él se dirigió Alberto delante de los demás mandatarios, para felicitarlo por el avance en una nueva ley que permitirá la minería en la provincia cuyana, muy rica en cobre, hierro, oro y plata. Mendoza tuvo durante doce años una ley “gemela” de la 5001, que el viernes último fue modificada por otra que permitirá, con una enorme cantidad de controles, el desarrollo de la minería metalífera a cielo abierto.
Lo cierto es que al día siguiente, el miércoles, al mediodía, Alberto Fernández insistió con la minería. Lo hizo ante los empresarios de AEA. Todos manejan inversiones propias, y de fondos extranjeros en empresas argentinas. Les mencionó el caso mendocino, el de Jujuy donde aspira a la producción de litio, que resulta fundamental para alimentar las baterías de toda la electrónica, incluso de los autos tipo Tesla que reemplazaron el uso de combustibles fósiles. Y también habló de Chubut.
“En Chubut hemos logrado…
…que en la zona de la meseta podamos explotar oro y plata. Allí está nuestra riqueza y eso es abrirnos al mundo con inteligencia…”, sostuvo el Presidente. Con pocas horas de diferencia, el gobernador Arcioni se reunía con Alberto Hensel, un sanjuanino pro minero que es el secretario de Minería de la Nación. Juntos, repasaron la potencialidad minera de Chubut.
Es cierto que la discusión es muy fuerte, y que pasados casi diecisiete años desde la sanción de la ley 5001, es hora de sentarse a debatir. Hubo avances tecnológicos, legales y sociales. Hay una nueva ley de glaciares, hay protección de los parques naturales, hay nuevos métodos y posibilidades de control. En pleno siglo XXI, casi 20 años es una cantidad de tiempo muy considerable. Pero en Chubut el debate siempre fue muy complejo, entre una clase dirigente que nunca terminó de tomar la decisión por temor social, ambientalistas que con el tiempo se “profesionalizaron” y asumieron actitudes extremas, casi anarquistas, o delictivas, como ocurrió la semana pasada en Mendoza, la minería siempre fue “cajoneada”.
Pero no menos cierto es que hay sectores de la población que ven en la minería responsable, sustentable y con controles, la posibilidad del desarrollo, y de salir de la pobreza.
Es cierto que el presidente Alberto Fernández pudo haberse apurado un poco en sus apreciaciones ante AEA. De hecho, después de su discurso y ante la enorme repercusión que había tomado, algunas de las personas de su máxima confianza en la Casa Rosada empezaron a llamar por teléfono a sus contactos en Chubut, para ver cómo era el asunto con la ley 5001 y si el Gobierno provincial había presentado algún proyecto minero.
El Presidente marco el camino…
…claramente e hizo lo que el gobernador Arcioni había postergado, hasta el momento, que es hablar claramente de la posibilidad de hacer minería en Chubut. Al día siguiente, desde Comodoro Rivadavia, el Gobernador aseguró que luego de diez años de debate, “estamos listos” para enviar a la Legislatura un proyecto de desarrollo minero.
En Chubut, vale recordar, está congelado y pendiente de un hilo el proyecto Navidad, de Pan American Silver. Es uno de los proyectos de explotación de plata más importantes del mundo.
En la misma semana en la que Alberto habló de minería para Chubut, hubo más novedades. El viernes, una amplia mayoría política formada por el oficialismo radical y sus aliados, y la oposición peronista, logró aprobar en Mendoza una nueva ley minera, que reemplazará a la 7722, una ley «gemela» de la 5001 que prohibía la minería a cielo abierto con el uso de sustancias tales como cianuro, o ácido sulfúrico.
La aprobación de esa ley fue con jaleo. El martes, cuando se discutía en comisiones, una turba anarquista y exaltada logró sitiar y mantener como rehenes a unas 300 personas en la Legislatura, incluyendo al vicegobernador Mario Abed y a varios legisladores. Luego, la Justicia procesó a varios por privación ilegal de la libertad. El viernes, hubo movilizaciones muy nutridas a favor y en contra de la minería, y una vez aprobada la nueva ley, los ambientalistas y la izquierda cortaron las principales rutas a Mendoza, hasta que la Justicia Federal los convenció de salir del camino. Y hoy habrá una nutrida marcha a pie desde el sur de Mendoza a la Casa de Gobierno.
Sin embargo, hay que decir que la nueva ley mendocina tiene capítulos que pueden ser importantes para Chubut. Permite el uso de sustancias solubles en agua que están permitidas en el Código Minero Nacional (incluye cianuro, por supuesto), prohíbe el mercurio, pero lo trascendente es que incluye una cantidad importante de controles: una Policía Minera, una comisión legislativa de seguimiento, la participación de los organismos del agua como el INA, el IANIGLA, el Departamento de Irrigación, informes sectoriales técnicos de universidades por cada proyecto minero, una zonificación a modo de “licencia social”, declaraciones de impacto ambiental por cada proyecto minero tanto en exploración como en explotación, la contratación de un seguro de caución ante la eventualidad de accidentes ambientales, y control internacional contratado por la provincia. En los mejores países del mundo hay formas de hacer minería.