Los expertos enviados por el bloque señalaron que el proceso de cómputo en los comicios del 20 de octubre fue “caótico”.
Una misión electoral de la Unión Europea halló «errores e irregularidades» en las elecciones de Bolivia del 20 de octubre, anuladas tras un informe previo de auditoría de la OEA que motivó la dimisión de Evo Morales a la presidencia.
El informe final de la Misión Técnica de Expertos Electorales de la UE sobre las elecciones, presentado este viernes, señala que el proceso de cómputo de votos fue «caótico» y recomienda mejorar la transparencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
«Muchas personas expresaron su preocupación por la integridad y precisión de los resultados finales, y en las redes sociales circularon varios análisis que señalaban presuntas irregularidades», señala el trabajo.
Tras esas denuncias, la misión «realizó un estudio de alcance limitado sobre los resultados oficiales y detectó una serie de errores e irregularidades», como «actas electorales con un número inusualmente elevado de votos nulos, votos en blanco y una participación del 100% de los electores».
En unos 105 colegios electorales (de unos 5.100 en total), los expertos encontraron que el 100% de los votos fueron para el ex presidente Morales, quien dimitió el 10 de noviembre tras casi 14 años en el poder, por protestas de opositores que denunciaron fraude a su favor en los comicios.
Justamente ese día, la Organización de Estados Americanos (OEA) difundió un informe de auditoría que encontró «irregularidades» en las elecciones bolivianas, en las que el Morales, del Movimiento al Socialismo, buscaba un cuarto mandato consecutivo.
El recuento de votos del TSE le dio la victoria electoral a Morales con 47,08%, frente a su seguidor, el centrista Carlos Mesa (36,51%). La diferencia de más de 10 puntos le permitía acceder directamente a la presidencia sin necesidad de una segunda vuelta.
Pero un primer conteo, que fue sorpresivamente interrumpido sin explicaciones, daba una diferencia de apenas 7 puntos entre Morales y Mesa, lo que hubiera obligado a una segunda vuelta electoral.
Tras esa interrupción de casi 24 horas, el conteo se reanudó y mostró una tendencia sorpresivamente diferente, en la que Evo ya ganaba en primera vuelta.
Fue este cambio sorpresivo lo que desencadenó las dudas y protestas, luego de que Mesa denunciara un «gigantesco fraude».
El informe de la misión europea también estableció que el TSE aprobó actas electorales que debieron ser anuladas, porque los jurados de la mesa de votación habían informado con anterioridad que detectaron fraude.
También encontró que la suspensión del sistema de conteo rápido de votos, denominado TREP, motivó «enormes suspicacias» y que el TSE nunca dio una «explicación coherente», sobre lo sucedido.
«El proceso de cómputo fue caótico y pareció deberse al empeño del TSE de proclamar los resultados presidenciales lo antes posible, independientemente de que hubiera errores e irregularidades», afirma el informe de la UE.
Además, el documento remarcó que ya desde el comienzo el proceso electoral estaba marcado porel malestar por el hecho de que Morales volviera a presentarse, para un cuarto mandato, pese a que la Constitución boliviana sólo permite dos períodos consecutivos.
«La circunstancia que marcó las elecciones generales fue la controversia sobre la candidatura de Evo Morales que, junto con su partido el Movimiento al Socialismo (MAS), ignoró los resultados del referéndum de 2016 para abolir los límites constitucionales al mandato presidencial», amplió la UE.
Y remarcó que las elecciones «se caracterizaron por un temor extendido previo de que se cometiera fraude y finalmente por las numerosas denuncias de fraude tras la jornada electoral».
También objetó al TSE porque «no adoptó medidas contra el flagrante uso ilícito de los recursos del estado durante la campaña» y además «bloqueó la publicación de una encuesta de opinión desfavorable para Morales».
El órgano electoral, indica el reporte técnico de la UE, «se demoró en explicar los incrementos inusuales del padrón nacional y de países donde tradicionalmente el MAS tiene mayor apoyo».
Esas elecciones fueron anuladas por el Congreso y varias autoridades del TSE están detenidas y en juicio. El Parlamento nominó este jueves a nuevas autoridades, que llamarán en los próximos días a nuevas elecciones generales que se espera se realicen en un plazo de unos 120 días más, y en las que Evo Morales no podrá ser candidato, señaló Clarín.