El presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, aseguró que la administración anterior dejó a la empresa «en una de las peores situaciones» financieras y que hoy «prácticamente todas las aerolíneas están quebradas» por la desregulación llevada adelante durante el gobierno de Mauricio Macri.
«Lo que fue muy nocivo fue la política aerocomercial de Macriy Dietrich, fue que se hizo una liberalización irresponsable e irrestricta que generó un crecimiento descontrolada de la oferta, sin una regulación adecuada, que hizo que hoy prácticamente todas las aerolíneas estén quebradas. El mercado no aguanta la oferta que creció y esto se sumó a la crisis económica que destruyó los ingresos de la clase media, que son los pasajeros que vuelan en la empresa», disparó el funcionario en declaraciones al programa de Pablo Duggan en Radio 10.
Según el funcionario, eso generó que «hoy la economía de Aerolíneas Argentina esté en una situación financiera de las peores que he visto». «He visto situaciones complicadas, nosotros entramos en el 2009 después de la crisis financiera de Lehman Brothers, la peor del sector aerocomercial e incluso peor que tras el atentado de las Torres Gemelas. También fue muy duro cuando tuvimos la actividad del volcán Puyehue por el que cancelaron 3000 vuelos: esta situación es parecida en términos financieros», detalló.
«Hubo una desregulación irrestricta. Y en un país con la volatilidad de la Argentina, es necesaria una regulación y que el mercado se maneje dentro de ciertos límites que lo hagan sustentable. Aerolíneas, que es la compañía más grande del país, es la que más sufre», estimó. También dijo que en todos los países del mundo, las desregulaciones siguen estas características.
«Tanto en EE.UU. como en otros países, lo que ocurre después de las desregulaciones es que la oferta aumenta más que la demanda y hace inviable al sector, por lo que terminan quebrando una serie de empresas y subsisten algunas que después imponen las condiciones que quieren. Es un sector que tiende mucho a la concentración», continuó Ceriani, que dijo que la tendencia en el mundo es a una concentración cada vez mayor.
«Pero esto, sumado a la volatilidad que tiene la Argentina, hace que las finanzas de una aerolínea sean muy difíciles. En otros países del mundo que tienen acceso al crédito a tasas razonables o más baratas, estas situaciones se pueden resolver. En Argentina es imposible pensar que el sector puede subsistir a tanta volatilidad y niveles de desregulación tan alto con las restricciones crediticias que tenemos en el país», aseveró.
A pesar de esto, Ceriani rescató que, en lo operativo, la anterior gestión «siguió los planes de negocio que habíamos dejado nosotros, que era un plan a cinco años; más o menos lo mantuvieron». «Cuando dejamos la compañía en 2015 facturábamos 2.100 millones de dólares y ahora facturamos 1.500», declaró también en América TV.
Dijo que la solución a la crisis es volver a reordenar el sector aerocomercial desde el punto de vista regulatorio, darle sustentabilidad. «Poner reglas de juego que le otorguen sustentabilidad al sector. En eso será muy importante el rol de la autoridad aeronáutica, para que este tipo de guerras de tarifas, de dumping o actitudes predatorias no existan», dijo.
Por otro lado, aseguró que Aerolíneas tiene que recuperar el protagonismo en los distintos mercados en los que opera, que fue perdiendo durante la administración de Macri «por una actitud de desprecio por la aerolínea de bandera». También denunció que se privilegió a las aerolíneas extranjeras entregando rutas como la de Barcelona, por ejemplo.
Por último, señaló que los próximos pasos a seguir respecto de la flota de Aerolíneas es «revertir el achicamiento de la flota internacional». Contó que en los planes de sus predecesores estaba desprogramar dos aviones Airbus 340-300 y que van «a iniciar las acciones para reemplazarlos por los Airbus 330-200, que son los que utilizamos para largo radio».
«El gran desafío es poner en marcha los MAX, que Boeing y las FFAA están en proceso de poner en marcha. Tenemos cinco 737 MAX para operar y otros tantos que ingresarán en los años subsiguientes. Otra cosa será poner en valor la flota de Austral, que son los Embraer 190, que tenemos varios en el piso por falta de mantenimiento», señaló Clarín.